La saga Pokémon nos ha acostumbrado a una fórmula que ha permanecido casi inalterada desde la primera generación. Aunque con algunas modificaciones en ciertas entregas, todos los juegos principales de la franquicia siguen un bucle muy similar. Intentamos conseguir las ocho medallas, peleamos contra un equipo villano y competimos contra un rival al que conocemos durante la aventura. Una vez hemos visto los créditos, las similitudes entre cada entrega continúan. La caza de legendarios es uno de los atractivos más comunes en el 'postgame'. Sin embargo, este aspecto es uno de los que más se ha transformado a lo largo de la historia de la franquicia. Quizás por eso ahora recuerdo con más cariño que nunca la alocada implementada por Game Freak en la tercera generación.
Un evento que comenzaba en la guía del entrenador
Pese a que se diga que tenía demasiada agua, los juegos de tercera generación son algunos de los mejor recordados de la saga. Creo que estas buenas sensaciones se deben, en buena medida, a los detalles. Solemos valorar los juegos de Pokémon teniendo en cuenta sus mejores momentos y la aparición de Groudon, Kyogre o Rayquaza nos dieron una sensación de epicidad pocas veces repetida. Sin embargo, ese no fue el único punto álgido de estas entregas. Hubo uno que, a estas alturas, me impresiona todavía más. En la mencionada búsqueda de legendarios del 'postgame', estas tres entregas trajeron una de las misiones más complejas de la historia de la saga. Algo que no hemos visto repetido de una forma similar y que, a estas alturas, ya no esperaría volver a ver.
La misión de captura de legendarios a la que me refiero es la que involucra al que por entonces conocíamos como Trío de los Regis. La obtención de Regirock, Registeel y Regice en las entregas de tercera generación es uno de los mayores desafíos que nos ha puesto por delante la franquicia. Todo comenzaba, además, en el mismo manual de instrucciones del videojuego (Guía del Entrenador). Nadie entendía muy bien por qué cuando compró el juego, pero las últimas páginas incluían un alfabeto braille. "Durante tu aventura te encontrarás con unos puntos que en realidad son un sistema especial de escritura y lectura. Este sistema de signos recibe el nombre de 'braille'. Para atrapar a algunos tipos especiales de Pokémon, necesitarás aprender a descifrarlo", decían desde la compañía.
La guía de entrenador de Pokémon incluía una mención al braille (imagen vía YouTube, @SoyYosu).
Probablemente esta fuera una de las campañas de visibilización y normalización más interesantes de la historia de los videojuegos, sobre todo teniendo en cuenta que tuvo lugar hace más de dos décadas. Sin embargo, sí fue algo tan llamativo no es porque esta cuestión me preocupase demasiado cuando apenas tenía diez años, si no porque venía rodeada de un evento increíblemente misterioso con el que Game Freak rompió el molde. Era difícil de descifrar y más te valía tener un familiar dispuesto a echarte un cable o no perderte ni un número de la Nintendo Acción para tratar de resolver las fases más complicadas de un desafío que premiaba como pocos la exploración de los jugadores. No estoy exagerando, ya que todo comenzaba visitando una de las numerosas zonas acuáticas de Hoenn.
El desafío para conseguir los 'regis' en tercera generación
Para comenzar el evento, debemos recorrer buena parte de la región surfeando y entrar a la ruta 134 desde la zona este del mapa. En una zona de difícil acceso de esta ruta, podremos bucear y explorar una zona subacuática. Será dando vueltas a las profundidades del mar que encontraremos el primer mensaje en braille, que dice lo siguiente: "Sube ahora", en referencia a que hemos de volver a la superficie. Aquí está el primer escollo. Más te valía haberle echado un vistazo al manual y recordar su mención al braille si no querías perderte el evento. Suena fácil y, seguro que si lo hiciésemos ahora, sabríamos identificarlo. Sin embargo, la mayoría de los jugadores de Pokémon en aquel momento simplemente no hizo caso al mensaje pensando que no tendría demasiada importancia.
Desbloquear el encuentro con los 'regis' era toda una odisea.
Quiénes siguieron el consejo se encontraron con una cueva que no habían visto nunca y que estaba repleta de mensajes en braille. En ellos se contaba la historia de los legendarios cuya búsqueda habíamos comenzado sin saberlo. En una saga como Pokémon hay pocas recompensas más satisfactorias que este descubrimiento de una nueva zona repleta de mensajes crípticos que te hacen sentir como el primer arqueólogo que descubrió las tumba de un faraón egipcio. Descifrarlos, una vez entiendes el mecanismo, no tiene demasiado misterio. Sin embargo, la cosa no termina aquí. Al terminar de recorrer la cueva hay otro mensaje en braille que (aunque se altera en función a la versión) dice algo así siguiente. "Primero Wailord, al final Relicanth". Ambos debían estar en tu equipo, uno liderando y el otro en último lugar.
Si no tenías estos pokémon tocaba ir a capturarlos y eso también podía ser difícil. Especialmente en el caso de Relicanth. Es un pokémon que ningún rival te había mostrado a lo largo de tu aventura y era difícil saber donde aparecía. De nuevo, insistimos. Por aquel entonces no había tantas guías en internet y todavía era más raro que estuvieran en castellano. Te tocaba tirar de revistas en papel o una exploración extraordinariamente larga hasta dar con el lugar. Solo aparece en un par de ruta, mientras se bucea y con un 5% de probabilidad. En cuanto a por qué son importantes estos dos pokémon en concreto, la comunidad tiene su propia teoría.
"Podría estar relacionado con la temática general de Pokémon Rubi, Zafiro y Esmeralda: las relaciones entre tierra y mar. Relicanth se basa en los peces coelacanthiformes, una criatura que se considera relacionada de forma muy cercana con los ancestros de todos los vertebrados que viven en tierra. Wailord está basado en una ballena, una criatura cuyos ancestros una vez vivieron en la tierra pero evolucionaron para vivir en el océano". Teoría de la comunidad sobre Wailord y Relicanth.
Encontrar a Relicanth en tercera generación no era nada sencillo.
Una vez complicada esta primera fase de la misión, las cosas no se ponen mucho más fáciles. Sin demasiadas pistas, hemos de buscar tres cuevas repartidas a lo largo de toda la región y completar un acertijo en cada una de ellas. Tras hacerlo, desbloqueamos unas puertas ocultas en la pared que nos permiten acceder a un sala hasta ese momento sellada en la que iniciar el encuentro con cada uno de estos tres legendarios.
Una historia que nunca se repetirá en Pokémon
La caza de legendarios sigue siendo uno de los grandes atractivos en cada generación y suele estar bastante bien llevada. Sin embargo, se ha simplificado de forma notable con cada nueva entrega. En parte este problema se debe a que cada vez hay más de estas criaturas. El aumento en número hace que sea difícil crear eventos o misiones para cada una de ellas. Los regis incluso repitieron en las entregas Espada y Escudo, pero su obtención era muchísimo más simple. En virtud de este aumento en escala se ha perdido una intensidad que le hacía muy bien a la franquicia. Es imposible que volvamos a vivirlo como cuando éramos niños, pero, además de que seguiría siendo un contenido muy disfrutable, es una pena que los nuevos fans de la saga no tengan algo como lo que yo viví con Pokémon Esmeralda.
"Más que centrarse en las opiniones de los jugadores, es un proceso en el que aceptamos la realidad de la vida moderna. Los niños de hoy en día e incluso los jugadores que crecieron con Pokémon… todos están mucho más ocupados ahora. Hay un montón de cosas compitiendo por el tiempo de una persona en comparación con antes. Por ejemplo, hay muchos juegos gratis que puedes jugar en tu móvil. Las opciones de entretenimiento son cada vez más", decía Junichi Masuda sobre la simplificación de la saga. Es cierto que su opinión, guste más o menos, está cargada de realidad. Sin embargo y aunque sigo adorando esta saga, es difícil no echar de menos sus grandes momentos.
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