Por qué este juego sigue siendo el mejor para jugar si solo te quedaran 3 horas de vida, y cuesta menos de 1 euro

Por qué este juego sigue siendo el mejor para jugar si solo te quedaran 3 horas de vida, y cuesta menos de 1 euro

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Portal

Piensa durante un instante: si solo te quedara tres horas de vida y te dejaran jugar solo a un videojuego, ¿cuál sería? Yo lo tengo claro. Me refiero al fantástico Portal. Lanzado por Valve en 2007, Portal es el típico videojuego que puede ser tomado como experimento en lugar de como un videojuego completo; pero hacerlo sería un error. Este pequeño título de tan solo tres horas de duración tiene todo lo bueno de nuestro medio. Es tan espectacular que revolucionó la forma de plantear los juegos de puzles.

Tras él, llegaron oleadas de títulos de acertijos en primera persona que jugaban con las físicas, los tonos blancos y grises, y las ambientaciones basadas en laboratorios y en la experimentación. Incluso el año pasado, que me tocó revisar Trabajos Fin de Máster del máster de videojuegos de UNIR en el que doy clase, los alumnos seguían haciendo sus propias versiones de Portal. La pregunta es: ¿qué tiene este juego que lo hace tan bueno? Lo primero que se me viene a la mente cuando pienso en Portal es su humor. Amo los videojuegos que me hacen reír y, en especial, los que lo logran a través de personajes bien escritos. Para mí, los dos juegos que hacen mejor humor de la historia son The Secret of Monkey Island y Portal, y lo son porque tienen un tono muy parecido.

¿No sería maravilloso que todo fuera más reactivo a nuestras interacciones si es con ellas con las que nos expresamos?

En este título te ríes muchísimo gracias a GLaDOS que, tal y como hacen personajes como Stan en The Secret of Monkey Island, tiene el talento de decir locuras que te desarman. En cada nueva sala a la que llegas en Portal, solo te importa descubrir con qué nueva chaladura te sorprenderá esta IA. Que si hay tarta al final o no, que si hay que tenerle cariño a un cubo con un corazón, que si ese fuego que tienes ante ti te aliviará si lo tocas… pero Portal no es solo maravilloso por lo que GLaDOS dice, también por la forma en la que nosotros podemos responderle; ¿a través de palabras? No, a través de la jugabilidad.GLaDOS es nuestra anfitriona, la que nos presenta el reto, pero también es la que responde una vez realizamos las interacciones adecuadas o erróneas. Esto puede parecer una chorrada, pero, ¿no sería genial que más juegos con protagonistas mudos hicieran esto? ¿No sería maravilloso que todo fuera más reactivo a nuestras interacciones si es con ellas con las que nos expresamos? Pues Portal lo es, y puede hacerlo, precisamente, porque es un juego corto, comedido y perfecto en su duración.

Portal

Hay otro factor que logra que las palabra de GLaDOS y nuestras interacciones se sientan tan protagonistas. Me refiero al diseño de los escenarios. No son tan pulcros, limpios y grisáceos porque sí. Al no contar con apenas elementos a los que mirar, nuestra atención se centra en los estímulos que la narración necesita: tanto lo que la IA  nos dice como los lugares en los que podemos lanzar nuestros portales y hacer cosas. Es un ejemplo magistral de "menos es más". Diseño de escenarios y narrativa se dan la mano para que uno no pise al otro, sino al contrario. El mundo es un lienzo en blanco que pintar con humor cruel, interacciones y portales dimensionales de colores. Y cuando crees que ya lo has visto todo, esos muros se rompen para mostrarte la verdad. Menudo giro.

Portal

Portal sigue siendo sobresaliente más de 10 años después

Aunque Portal sea un juego con ya tantos años a sus espaldas, sigue siendo una delicia a los mandos en 2022. En eso siempre me ha recordado a un Super Mario Bros. Tanto al original como a World o Super Mario Bros. 3; e incluso a Super Mario 64. Porque todos estos son títulos que no envejecen a los mandos. El salto del fontanero, su forma de correr o la manera de recorrer sus niveles sigue siendo igual de efectiva hoy que en los años 80 o 90. Con Portal ocurre lo mismo. La clave para conseguirlo está en su sencillez mecánica.

Solo podemos disparar dos portales, agarrar objetos y saltar. Por uno entramos y salimos por el otro, con el salto llegamos a lugares altos, caemos, y cogiendo cosas activamos botones. No hacemos nada más. Hay dos formas de diseñar videojuegos que son valiosos por sus mecánicas. Si pensamos en Dying Light 2, el escenario siempre es el mismo. Lo que cambia es el protagonista. A medida que jugamos obtenemos nuevos poderes, mejoramos los que tenemos y, así, podemos llegar más lejos en la aventura.

Pero eso obliga a usar más y más botones, más y más combinaciones de teclas, palancas y controles de dirección. Eso entorpece el control y hace que el juego, a la larga, envejezca peor. Sin embargo, tanto Portal como un Mario son todo lo contrario. El personaje no cambia, quien cambia es el mundo de juego. El entorno se retuerce para ofrecer retos nuevos, entrega objetos diferentes, enemigos y desafíos. Y nosotros tenemos que superar todo eso con los mismos controles con los que empezamos a jugar. Dicho así, la que parece fácil es la opción de diseño de Miyamoto y Valve, pero es al contrario. Se requiere un dominio del diseño de escenarios tremendo para que el jugador no se aburra. En Dying Light 2 se premia al jugador con nuevas habilidades constantemente; te alegra conseguirlas. Pero Portal o Mario premian al jugador entregándole la satisfacción de descubrir que juega cada vez mejor, y eso es más difícil de conseguir.

Da la sensación de que puedes hacer el juego tuyo, poseerlo y personalizar la experiencia, lo que ayuda a que la inmersión sea mayor

No quedan ahí los parecidos entre el juego de Nintendo y el de Valve. Lo que hace que un juego diseñado así sea especialmente divertido es que deje espacio para que el jugador rompa las normas, se equivoque, pruebe y experimente. Existe la mejor forma de jugar a Portal, como también la hay de disfrutar de Super Mario Bros, pero también otra más alocada. En el primero podemos lanzarles cubos a los robots para molestarlos, crear portales que nos proyecten por los aires de forma infinita e incluso intentar enfadar a GLaDOS no haciéndole caso. Lo mismo se puede hacer en un Super Mario Bros.; a su manera, claro. Y eso te da la sensación de que puedes hacer el juego tuyo, poseerlo y personalizar la experiencia, lo que ayuda a que la inmersión sea mayor. Porque aunque Portal sea un juego de reglas rígidas, no lo parece. Da la impresión de ser un título totalmente flexible y lleno de posibilidades.

Portal

Una oferta irresistible: Portal 1 y 2 por menos de 1,5 euros

Espero haberte reencontrado, gracias a este artículo, con un juego que espero que sea tan especial para ti como los es para mí. Así que ni lo dudes. Si tienes tres horas, ve y disfruta de Portal. Además desde hace unos meses también tienes Portal 1 y 2 en Nintendo Switch, que es ideal para jugarlos en portátil. No acaban aquí las buenas oportunidades porque con Steam Deck puedes disfrutar del juego de PC en las mismas condiciones, pero un mejor apartado técnico. Y además, estos días, con motivo de las rebajas de otoño de Steam, puedes comprar Portal 1 y 2 por menos de 1,5 euros. Una auténtica ganga que nadie debería dejar escapar.

Para mí, Portal supone la perfección en materia de diseño de juego. Me parece fabuloso que su narrativa funcione tan bien, su fresco sistema de juego basado en portales, y cómo consigue que sientas que es un título tan inmenso cuando parece que tiene tan poco. Lo mismo podría decir de su secuela, que es un más y mejor entendido de la mejor forma posible. En definitiva, para mí Portal es el juego que jugaría si me quedaran tres horas de vida. ¿Cuál es el tuyo?

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