Conviértete en el protagonista de una divertida obra de teatro con marionetas en el prometedor Puppeteer de PlayStation 3. Un título de plataformas 2D con un sorprendente apartado artístico en el que los puzles, los saltos imposibles y los combates contra peligrosos jefes finales nos harán emocionarnos como niños.
Fue una de las grandes sorpresas de la pasada Gamescom de Alemania y, sin duda, se ha convertido en uno de los títulos más atractivos de PlayStation 3 para el próximo año. ¿Pero qué hace tan especial a Puppeteer? Tal vez sea su adorable estética que imita una representación teatral protagonizada por marionetas... su apuesta por un desarrollo clásico de la acción pero con mucha chispa gracias a la importancia que se le da a los puzles y los combates contra jefazos... o por qué no, su alocado sentido del humor, deudor de grandes clásicos como los Monty Python.
Sea cual sea el motivo por el que os llame la atención este original juego de plataformas 2D desarrollado por Sony Japan Studios, lo que está claro es que Puppeteer va a dar mucho de qué hablar en los próximos meses. Y no es para menos, a tenor lo visto.
Héroe sin cabeza
La historia de Puppeteer, como los mejores cuentos infantiles, parte de una premisa tan sencilla como prometedoramente divertida. Un temible rey tirano está atrapando las almas de los niños en muñecos de madera con el único fin de convertirlos en esclavos. Y lógicamente, nuestro desdichado protagonista, el joven Kutaro, será uno de los desgraciados que sufrirá este tormento. Así que convertidos en marioneta, deberemos luchar contra el malvado Moon Bear King para recuperar nuestra alma y poner fin a este reinado de terr… un momento… ¡pero si nuestro héroe no tiene cabeza!
Así es. El pobre Kutaro perdió literalmente la cabeza al enfrentarse a su mayor enemigo. Pero tranquilos, porque este es precisamente uno de los elementos que más juego ofrecerán en Puppeteer. Y es que parte de la gracia de este plataformas bidimensional radica en la posibilidad de usar varios tipos de cabeza para adquirir habilidades exclusivas, con las que Kutaro podrá superar los mil y un desafíos a los que se enfrentará.
De momento, no se ha concretado el número exacto de cabezas con las que contaremos, pero sí hemos visto ejemplos como el de la cabeza hamburguesa, que nos permitirá rebotar sobre los panecillos de molde para alcanzar zonas elevadas; la de araña, con la que treparemos por diversas redes; u otras como la de león, esqueleto, guerrero, etc.
Junto a esta posibilidad, Kutaro también tendrá en sus manos unas poderosas tijeras mágicas con las que podrá defenderse de algunos de los enemigos, así como resolver infinidad de puzles de la forma más original posible: cortando los escenarios libremente. A esto debemos sumar además la importancia que tendrá el interactuar con prácticamente todos los elementos del escenario, para lo cual usaremos a un simpático gato volador al que controlaremos con el stick derecho del mando.
Pasajes ocultos, minijuegos, estrellas que nos harán mejorar la puntuación al final de cada nivel… Puppeteer promete ser una aventura cargada de contenidos jugables de la que difícilmente nos cansaremos. Algo a lo que ayudará mucho la presencia de temibles y divertidos jefes de final de fase, pero también la apuesta por unos escenarios en constante movimiento que modificarán su apariencia a nuestro paso. Un efecto realmente llamativo no sólo por su belleza, que como podéis comprobar por vosotros mismos raya a un nivel altísimo, sino también por las semejanzas que comparte con un auténtico escenario de teatro.
Los focos, el público aplaudiendo, un narrador describiendo todas nuestras acciones, elementos de atrezo cambiantes, marionetas moviéndose de aquí para allá al ritmo de la música… Definitivamente, Puppeteer es uno de esos títulos que entran por los ojos.
Su planteamiento de juego, deudor del mítico Dynamite Headdy publicado en la década de los noventa, su adorable apartado audiovisual o la gran personalidad que destila a todos los niveles, lo convierten en un título a seguir muy de cerca hasta su estreno en 2013.