Sabéis, ocurre una cosa curiosa con Ready or Not y es que no puedo evitar acordarme de un juego que, en realidad, no existe. Aquel Rainbow Six: Siege que vimos en 2014 en el E3 de Ubisoft, con un concepto de juego tan diferente al que tuvimos al final, jamás existió. Y no lo digo como crítica al multijugador de los galos, menos aún después de haber invertido más de 300 horas en él. El caso es que eso es lo que yo quería. Un juego PvE con un enfoque táctico, realista y, lo mejor de todo, con una destrucción impresionante. Lo que yo quería era un sucesor de SWAT 4, y he tenido que esperar hasta 2023 para tenerlo, gracias a VOID Interactive y su Ready or Not.
Llevaba años oyendo la frase "qué bien está Ready or Not, deberías probarlo", pero nunca di el paso. Al final del día, los early access me resultan extraños entre tantos lanzamientos, y no quería adentrarme en un juego que tenía perspectivas de futuro muy lejanas. Y vaya sorpresa cuando finalmente probé la versión 1.0. El equipo irlandés ha estado trabajando desde 2019 en lo que fácilmente podemos considerar como un portento de shooter táctico PvE en el mercado reciente, pero también el mejor multijugador al que puedes hincar el diente. Y en ambos niveles sorprende a propios y extraños. Por lo tanto, después de jugar sin parar durante una semana, veamos qué nos depara Ready or Not en este análisis.
Nivel 1: el juego en solitario, un auténtico desafío estratégico
La evolución de un early access con casi cinco años de trabajo constante como este podría ocupar un tema completo, y como habéis visto, no soy el más indicado para hablar sobre todo lo que ha mejorado o ampliado el juego. Por lo tanto, me centraré en lo que tenemos ahora: una versión 1.0, la versión definitiva para los amigos, con un paraguas apabullante de misiones y añadidos que nos llevarán aproximadamente 19 horas para completar y suficientes incentivos como para rejugarlo hasta la saciedad.
Siempre seremos los forasteros, los intrusos en un complejo de drogas a las afueras de la ciudad de Los Sueños —esta particular versión de Los Ángeles que VOID ha renombrado para evitar problemas debido a su violencia sin miramientos y su representación de la droga y los bajos fondos estadounidenses— o en un local donde unos narcotraficantes han tomado rehenes. Ready or Not está diseñado para ser crudo, y eso se refleja en sus mecánicas de juego.
Es algo así como un Darkest Dungeon, pero con SWATs
Ready or Not se ha ampliado con algo similar a un modo campaña que, para sorpresa de muchos, no solo es la piedra angular de la experiencia —porque debes completarla para jugar con amigos a los mapas del juego—, sino también un modo roguelike. Una campaña que carece de narrativa y que, como una matrioska llena de sorpresas, te obliga a gestionar la salud física y emocional de tus compañeros, y a lamentar su muerte si ejecutas mal una misión.
Ready or Not cumple a un nivel muy alto. Es algo así como un Darkest Dungeon, pero con SWATs, o al menos eso es lo que comentábamos en el grupo de amigos mientras lo jugábamos. La campaña consta de las mismas misiones que el modo multijugador, pero con la complejidad y gestión propias de un roguelike. Esto significa que no hay vuelta atrás y no es posible reiniciar manualmente la misión en curso, y morir implica perder la partida.
Sin embargo, para facilitarnos el camino, el juego no se complica en absoluto con los objetivos a lo largo de los 18 mapas que componen la versión 1.0. Estos objetivos son tareas secundarias que se centran en la idea de eliminar a todos los enemigos que estén en pie, ya sea matándolos o esposándolos. Podemos completar la misión a tiros y sin piedad. Sin embargo, aquí es donde entra la magia del roguelike. Cada objetivo que no logremos, como no haber rescatado a un rehén o haber ignorado el hecho de que somos agentes de la ley y que, como mínimo, necesitamos a alguien vivo para interrogar, afectará la moral del equipo.
Aquí es donde entra en juego ese espíritu de Darkest Dungeon. Nuestro equipo, siempre formado por cuatro miembros controlados por la IA, se verá afectado por cómo abordemos los mapas en una retroalimentación activa entre lo que hagamos y lo que suceda después. Entrar "a saco", recibiendo disparos en el proceso, no solo afectará la salud física, sino también la mental.
Este es un gran añadido donde lo que parece ser un shooter táctico con mecánicas jugables sólidas se ve influenciado por la gestión de un equipo al que nunca sientes humano, porque ni hablan ni interactúan contigo, pero necesitas para seguir adelante. Un equipo que, como mencioné antes, puede cambiar, y lo hará debido a que siempre existe la posibilidad de que mueran para siempre, aunque es menos probable si asumimos que esto no es otro shooter más, incluso jugando en la dificultad predeterminada.
Para evitar que los aliados mueran, debemos ser unos maestros estrategas, porque incluso el SWAT más audaz del lugar sabe cómo posicionar bien al equipo. Como líder del escuadrón de cinco miembros, todos los aliados nos seguirán automáticamente, pero podemos gestionar su movimiento por las habitaciones, la forma en que entran en los edificios o cómo tratan a los enemigos desde un menú flotante difícil de entender, pero a la vez simple en cuanto a funcionalidades. Apenas un par de comandos que irás asumiendo según el devenir de la partida.
Te obliga a gestionar la salud física y emocional de tus compañeros, y a lamentar su muerte incluso
Este añadido estratégico a la mezcla es algo que no esperaba en absoluto. Asumía que Ready or Not me lanzaría a un mundo de juego donde la IA haría todo lo posible para seguir mi ritmo, pero me encontré con un "modo comandante" en primera persona donde yo mismo soy una parte importante de la acción. Todo debe funcionar a nivel microscópico. No siempre podrás refugiarte en tus aliados y esperar a que ellos entren primero y se lleven todos los disparos —como verás, su enfoque roguelike no es muy permisivo con esa idea—; tampoco puedes pecar de tener demasiada paciencia, porque la IA siempre buscará la forma de ponerte en aprietos.
Es un constante toma y daca entre tú y el juego, donde debes estar atento a todo al mismo tiempo y en tiempo real. Suena abrumador, lo sé, y lo es, pero cuando una incursión en una habitación a través de dos puertas sale bien y todos los aliados salen vivos, sabes que has triunfado como comandante. Pasé varias horas sin despegar mis ojos del teclado para dar órdenes a los aliados controlados por la IA, pero cuando comienzas a entender cómo funcionan las cosas, es cuando realmente disfrutas de Ready or Not.
Nivel 2: un gran multijugador cooperativo
El otro gran nivel de Ready or Not, uno que cambia por completo la experiencia de juego, es el modo cooperativo. Siempre es PvE, sin enfrentamientos contra otros jugadores, pero aquí las reglas del juego cambian. No hay aliados controlados por la IA. Ya sea que llenes el escuadrón con otros cuatro amigos o que juegues con uno, seréis vosotros contra el mundo. Es la versión más sencilla del concepto de shooter táctico, donde la comunicación es imprescindible.
Si antes tenías que ser tú el líder del escuadrón con la IA, en el modo multijugador debéis ser uno solo y apoyaros como equipo. No vale la táctica de "one man army", aquí tenéis que trabajar juntos según sea necesario. En el centro neurálgico de la experiencia, la base de policía de Los Sueños, podremos gestionar nuestro equipamiento al detalle, desde las granadas que llevaremos, la munición, o los blindajes de nuestro chaleco. ¿Una escopeta táctica o un ariete para derribar puertas? Tú eliges, pero siempre mantén la comunicación porque quizá convenga no llevar lo mismo que tu compañero.
Aquí la idea de lo que es el juego cambia por completo. El shooter se disfruta aún más y Ready or Not te permite disfrutar de unos mapas brillantemente diseñados, que funcionan en varios niveles verticales y que tienen un tamaño considerable. Sin menospreciar la experiencia básica del modo campaña, por la cual, como mencioné antes, todos tenemos que pasar, Ready or Not se disfruta mucho más con amigos.
Esas situaciones absurdas e ilógicas donde un enemigo corre para rodear el mapa y dispararte son mágicas, y solo ocurren cuando estás dilucidando con tu amigo cómo entrar en una habitación. Más aún cuando la experiencia cooperativa no pervierte la esencia de shooter táctico del juego y no se deja llevar por la accesibilidad. La vida baja a la mínima y morir implica que no hay reaparición hasta que no se complete el mapa o los narcos acaben con todos; por otro lado, la munición es finita y no podemos cambiar de arma a una que encontremos por el suelo, así que toca medir bien los pasos.
Una IA ilógica y realista
Este es quizás el aspecto más "problemático" del juego. Como uno de los mejores ejemplos de shooter en Steam, Ready or Not recibió calificaciones sobresalientes que han ido disminuyendo desde el lanzamiento del juego. ¿La razón? Abrirse al gran público tiene sus problemas. La IA de Ready or Not funciona a otro nivel, uno que es hasta angustiante presenciar y caótico de entender. Las pistas de los mapas que debemos encontrar para superarlos siempre están en el mismo lugar, pero los patrones de la IA cambian.
Ver a un enemigo en una habitación X no te garantiza que vaya a reaparecer allí al volver a cargar el mapa. Es ilógico e impredecible, y ahí radica su mayor fortaleza: es casi humana. Puede parecer algo simple o estúpido cuando apuntas a un enemigo con una escopeta y decide no rendirse, pero en una situación de estrés, su comportamiento ilógico resulta aceptable. Van al baño a orinar, se esconden debajo de la cama o en los armarios si escuchan que has entrado al pasillo, incluso fingen estar muertos.
VOID Interactive cuenta con una picadora de ideas para crear una IA salvaje que funciona a un nivel terrorífico. Antes mencioné a un enemigo que rodeó el mapa y nos atacó por sorpresa, y no estoy mintiendo. He visto a ladrones soltar su arma de fuego para luego, cuando te acercas para esposarlos, sacar una escopeta recortada de su chaqueta o un cuchillo para clavártelo en el cuello. Y dado que siempre debes actuar como un policía, terminarás siendo ingenuo.
Aquí es donde entra una brillante iteración que no esperaba ver y que tiene un impacto directo en el modo campaña, y es que la experiencia dictará sentencia y te hará desconfiar de cualquier enemigo, pero no puedes ser demasiado astuto sin afectar al equipo. Entiendo las quejas sobre la IA. Es difícil de predecir y a veces resulta insoportable, pero en un ambiente como el de un shooter semirrealista, creo que VOID alcanza niveles muy superiores a la competencia. Por eso no necesita un modo PvP, porque luchar contra una IA así ya es suficientemente desafiante.
¿Cómo funciona la versión 1.0 de Ready or Not en PC?
Quizás sus problemas, los únicos que puedo mencionar, provengan de la optimización y el trabajo técnico. Ready or Not funciona con Unreal Engine 4, y el equipo irlandés sabe cómo manejarlo a través de las herramientas de Epic Games. No se trata de ray tracing, nanite u otro software similar. Y, a pesar de eso, se ve fenomenal, con un tratamiento de la iluminación impresionante, aunque tiene problemas cuando analizamos los modelos de los NPC enemigos o sus rostros.
Sin embargo, quizás su mayor problema radica en el rendimiento. He jugado Ready or Not en una RTX 3060 Ti, con un i5 12400 y 32 GB de RAM, incluso lo he llevado al extremo con un monitor ultrapanorámico de 32:9, con DLSS por supuesto, y la carga de sombreadores es más pesada que los ladrones del juego. En cuanto al rendimiento puro, Ready or Not con DLSS en calidad y todas las opciones al máximo es una maravilla que fácilmente supera los 60 FPS en este sistema, siempre y cuando hayas jugado antes a ese mapa.
Y es que, vais a tener mal rendimiento lo mires por donde lo mires porque el juego está hecho de tal manera que carga los shaders, es decir, los sombreadores, en tiempo real la primera vez que jugamos a un mapa X —aunque los almacena para siguientes partidas—. Esto es un problema porque Ready or Not pierde la oportunidad de sorprender a primera vista. Por lo que tengo entendido, no es algo que sucedía antes, por lo que es de esperar que el equipo europeo lo arregle en parches posteriores.
Ready or Not es el shooter táctico PvE y multijugador al que debes echar un ojo. No es solo una experiencia compleja y dura, sino súper divertida para jugar con amigos y que funciona a varios niveles, sin dejar de lado la diversión para un jugador. Lo que hace años parecía una quimera, aquella idea de una IA súper avanzada, es una realidad. Los enemigos son impredecible y con un comportamiento errático, difícil de asumir para el más novato, pero un desafío para el veterano. Una experiencia que me arrepiento no haber jugado antes.
- El juego ofrece un modo campaña que es obligatorio jugar para disfrutar del multijugador.
- Los mapas son extensos y están brillantemente diseñados.
- La IA funciona a unos niveles difíciles de entender, y te llevarán al extremo.
- Es semi-realista, así que unos pocos disparos pueden acabar contigo o con un aliado.
- El juego tiene problemas de rendimiento imposibles de esquivar.
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