Para muchos veteranos es una parte fundamental de su vida como jugadores, pero no os voy a mentir. Lo más cerca que jamás he estado de los primeros grandes shooters ha sido probarlos en los minijuegos que aparecían en las entregas más recientes de Wolfenstein. Formo parte de una generación que entró a los videojuegos a comienzos del año 2000 y que, si ha tocado algunos clásicos, ha sido más por curiosidad histórica que por nostalgia. Somo el equivalente videojueguil a ver vídeos de Maradona para saber por qué durante tanto tiempo se le consideró el mejor jugador de la historia del fútbol.
De casualidad me encontré en los últimos días con Rise of the Triad, un juego que se estrenó cuando yo apenas había cumplido tres meses. Lo cierto es que nunca me habían interesado demasiado los viejos shooters, ya que es un género que parece haber envejecido mucho peor que, por ejemplo, los primeros The Legend of Zelda en 3D. Sin embargo, el hecho de que se haya convertido en una especie de fenómeno de culto y que naciese como un proyecto cancelado de Wolfenstein me llamó la atención. Llegó el día que nunca había esperado en el que me sumergía en uno de esos FPS con escenarios de cartón piedra y velocidad endiablada.
Una versión "actualizada" de un shooter clásico
Aunque Rise of the Triad: Ludicrous Edition es la versión "actualizada" del shooter lanzado hace tres décadas, entrar en él es difícil incluso para alguien que empezó a jugar con Donkey Kong 64. Lo primero que pasó al iniciar el juego es que pulsé la W para caminar hacia delante y me di cuenta de que iba a una velocidad que difícilmente podía controlar. Cuatro o cinco enemigos bajaban de unas plataformas extrañas y apenas se les podía disparar con precisión. ¿Dónde está mi mirilla?, ¿por qué las balas no van a dónde deben? y ¿en serio la gente se divertía con estas cosas? fueron las primeras frases que se me vinieron a la cabeza.
Intentaba buscar el botón de salto sin encontrarlo para hacer el famoso 'bunny hop' sin saber que esa mecánica años después de que se estrenase un Rise of the Triad en el que ni siquiera puedes saltar cuando te apetece. También me disparé un cohete en los pies para ver si así podía hacer la mítica jugada de Quake –aunque en realidad la inventó el Doom de 1993–. Estando así de perdido es normal que me hiciese tantas preguntas tontas en los primeros quince minutos. Esta versión de Rise of the Triad solo puede llevar el "actualizada" entre comillas. Es cierto que añade algunas fases inéditas y ciertas mejoras, pero no cambia en casi nada lo que he podido ver del original.
Entrar en un juego que se ve así en pleno 2023 no resulta nada fácil.
Este artículo no se titula “los juegos de hace 30 años eran una basura” y es porque, aún con toda la dureza del aterrizaje, las cosas ni siquiera tardan tanto en comenzar a encajar. Tras unos pocos intentos me di cuenta de que aquí había unas normas diferentes a las de los shooters que jugamos hoy en día. El apuntado es más impreciso, las físicas más impredecibles y los enemigos están colocados de una forma mucho más sorprendente. Sin embargo, todo está enfocado a un bucle jugable basado en la repetición. Morir mucho en un shooter me molesta porque es un género que se me da bien, pero incluso después de planchar el suelo con la oreja un puñado de veces me di cuenta de que me lo estaba pasando realmente bien.
El sistema de apuntado, tan impreciso que parece en la primera partida, en realidad incluye una ayuda de disparo para los jugadores. Parece que varía en función del arma, pero en general es más efectivo cuanto más cerca estás de los enemigos. Para eso sirve la velocidad extrema a la que eres capaz de desplazarte junto a unos escenarios que casi siempre son habitaciones con ciertas zonas en las que parar a investigar un segundo. La movilidad aquí no está para dar lugar a momentos espectaculares como los de Doom Eternal, si no para generar sensación de frenetismo y sobrepasar a los oponentes a base de tácticas. Podemos hacer que muchos de ellos mueran por trampas del entorno sin disparar una sola bala. En general, cuanto más te muevas, con más salud acabarás cada enfrentamiento.
Rise of the Triad añade tiene algunas mecánicas extrañas que solo buscan una cosa: ser divertidas.
Todo esto se suma a una idea muy simple, que es la repetición. Una vez aprendidas, las pantallas pueden superarse en apenas cinco o seis minutos. Sin embargo, esa no es la gracia del juego. En su lugar, la idea es que vayamos memorizando dónde aparecen los enemigos y cómo gestionar nuestro arsenal para hacer una 'run' perfecta. Coger todos los coleccionables, recibir el mínimo daño posible, fallar pocas balas, y salir rápidamente sin dejar ni a un solo rival con vida. Todo esto podemos hacerlo con diferentes personajes que tienen características únicas: algunos son más rápidos, otros más precisos y otros tienen menos salud. Además, esta idea de bucle nos lleva a ir aumentando la dificultad de forma progresiva para aumentar la duración.
Así es como los juegos se las apañaban antes para tener a la gente entretenida durante horas con muchas más restricciones de contenido y, aunque no puedo hablar en general, funciona en Rise of the Triad: Ludicrous Edition. Una vez superas ese cambio traumático con respecto a los shooters de hace unos años, empiezas a entrar en sintonía. Es divertido tener una movilidad tan absurda y una variedad de armas que, en muchos casos, genera unas exigencias de gestión mucho más exigentes que títulos lanzados hoy en día. No hubiera apostado un euro porque me terminasen gustando los FPS tan antiguos, pero ha ocurrido.
He quemado la demo por encima de mis posibilidades y ahora solo espero que Rise of the Triad: Ludicrous Edition salga a finales del mes de julio. No se trata solo de resolver una deuda pendiente con antiguos videojuegos, es que resulta divertido mucho más allá de la nostalgia. Entiendo que puede no ser un juego llamativo para muchos, pero hay algo que nos estamos perdiendo si no miramos más allá de esa estética tan oxidada. Si queréis probarlo, la demo estará disponible en Steam a partir del 19 de junio. El juego final se estrenará el 31 de julio en todas las plataformas.
En 3DJuegos | He visto media hora de Alan Wake 2 y sí, puede ser un tapado para los GOTY y redefinir los juegos de detectives para siempre.
En 3DJuegos | Este juego de acción en tercera persona con espadas tiene algunos de los mejores combates que he probado nunca.
Ver 3 comentarios