Con “Rome Total War” llegó uno de los mejores juegos de estrategia de todos los tiempos, ahora su expansión sigue fiel a su espíritu constituyendo una apuesta segura.
Ha pasado casi un año desde la aparición de “Rome: Total War”, la magistral continuación de la serie de juegos de estrategia “Total War” desarrollada por “Creative Assembly”, y que sin ningún temor diré que todavía sigue siendo uno de los mejores juegos de estrategia que yo he jugado. Dicho juego nos trasladaba a la etapa histórica de mayor esplendor del Imperio Romano y ahora su esperada continuación, “Barbarian Invasión”, nos sitúa 350 años después, cuando el Imperio Romano estaba divido y su caída se aproximaba.
Llegan los poderosos bárbaros
Hay que dejar claro desde el principio, que no es este un juego que siga al pie de la letra la historia, tiene un desarrollo bastante creíble pero es lógico que se hagan concesiones en este aspecto para mejorar la jugabilidad. De hecho, uno de los mayores alicientes del juego es precisamente el poder cambiar el rumbo de la historia, dirigiendo las fuerzas romanas o las bárbaras, y evitando así la caída del Imperio o ayudando a su debacle.
Así pues en esta expansión junto al cambio de período, encontraremos una nueva situación de las tropas en el mapa estratégico de turnos, con las fuerzas romanas dividas en dos facciones en el oeste y el este, y el resto con una variable población de tribus bárbaras, que precisamente serán estas las que más unidades nuevas aporten. También dispondremos de unas pocas formaciones nuevas y algunos bonitos detalles como las batallas nocturnas. Y es que, aunque suene a poco no hay que olvidar que estamos hablando de una expansión, no de un nuevo juego.
Batallas en la noche y religión
Uno de los mayores incentivos de esta expansión lo encontramos en ir descubriendo las dos nuevas facciones romanas y las nuevas facciones bárbaras (Hunos, Godos, Vándalos y Sajones entre otros) y sus consiguientes unidades, árbol tecnológico y estrategias. Y es que podemos ver las poderosas unidades a caballos de los Hunos, o los terribles elefantes de batalla de la nación Sasánida o las siempre eficaces legiones romanas, todo un buen compendio de unidades con nuevas posibilidades y habilidades.
Otra importante novedad, la vamos a encontrar en el nuevo papel que desempeña el concepto de la religión en el juego. En “Rome Total War”, la religión servía básicamente para mantener contenta a la población, ahora encontramos más factores que podrán afectar directamente a las revueltas y las alianzas. De hecho las ciudades y los generales tienen su propia religión y cuando se conquiste una, podremos convertirla a nuestra religión, siendo muy importante cerciorarse de tener los edificios adecuados para lograr el proceso de conversión religiosa.
Técnicamente esta expansión viene a mantener el buen nivel del juego original, destacando los excelentes efectos de iluminación en las batallas nocturnas (ver las antorchas del enemigo a distancia es una gozada), así como el buen detalle y modelado de las unidades, teniendo en cuenta la gran cantidad que se mueven en pantalla. La música ambienta a la perfección las distintas partes del juego, y junto al sonido que sigue estando muy bien logrado y perfectamente doblado al español, hacen un gran conjunto.
A los que les gustó “Rome Total War”, encontrarán en esta expansión un apuesta segura que no podrán dejar escapar. Quizás, los jugadores más puristas sacarán algunos peros al tratamiento histórico del juego, pero deben observar las virtudes que esto conlleva en cuanto a la jugabilidad se refiere. Esta saga sigue siendo una de la mejores apuestas en lo que a estrategia se refiere.
