Es uno de los ítems más inútiles en un MMO, pero durante cuatro años un jugador lo convirtió en el centro de una religión

Si hay algo que le da rabia a algunos jugadores es que les digan cómo tienen que jugar a videojuegos. A principios de los dosmil, en plena proliferación de MMOs y con Runescape en la cresta de la ola, un usuario llamado Blackbane empezó a aficionarse con el juego solo para llegar a un decepcionante descubrimiento: la experiencia le parecía un poco aburrida. El constante grindeo para subir de nivel solo para poder seguir grindeando no le convencía, así que decidió cambiar de aires para renovar su interés.

Blackbane se volvió entonces un coleccionista, empezó con raíces de Limpwurt, pero aquello no le llenaba tampoco del todo. Un día paseando por el mundo del juego le llamó la atención un huerto con repollos. Al coger uno, le hizo gracia descubrir que el objeto era prácticamente inútil. Comerlo curaba solo un punto de vida, e interactuar con él resultaba en un diálogo en el que el personaje afirmaba que le daban asco y los odiaba.

Absolutamente por inercia, Blackbane empezó a coleccionar estos repollos. Las decenas se convirtieron en cientos, y no tardó en llamar la atención de otros jugadores. Cuando le preguntaban, a veces se limitaba a decir consignas como "el repollo salvará el mundo" y otras decía directamente que quería crear un culto religioso secreto a esta verdura. A muchos les hizo gracia la broma y se fueron uniendo a él, recolectando repollos para posteriormente depositarlos en el banco en grandes cantidades.

A lo tonto la broma fue creciendo en todo un fenómeno, con Blackbane declarado como el líder de una orden que tenía uniforme, cánticos, ceremonias e incluso su propia biblia, llamada The Green Book of Knowledge y que a día de hoy aún se puede leer. En 2005, después de unos cuatro años de reinado, Blackbane hace lo que los líderes de cultos raras veces hacen, que es ceder el testigo. Un jugador devoto de nombre Ignite168 se propone voluntario y es unánimemente elegido como sucesor.

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Solo se la comen los gallegos, pero es una verdura que le da mil vueltas a las espinacas y acelgas (y está en temporada)

Con el nuevo líder, mucho más comprometido y entusiasta que un Blackbane que empezó todo aquello porque estaba aburrido, la orden alcanzó una nueva edad dorada que resultó en nuevas ceremonias, cientos de miembros e incluso rivalidades con otros líderes. A principios de la siguiente década, con el juego descendiendo en popularidad, también lo hizo la orden. Pero en sus tiempos era tan omnipresente que incluso desde Jagex, el estudio desarrollador, le hicieron años más tarde eventos tematizados de repollo en su honor.

Imágenes: Colonello (Youtube)

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