Cada día cuesta más encontrar algo innovador en los shooters en primera persona, es por ello que la propuesta de Section 8 es todavía más valiosa. Los creadores de F.E.A.R: Extraction Point preparan su do de pecho con un título que tiene la ambiciosa meta de separarse del resto.
Puede que los nombres de Gamecock Media Group y TimeGate Studios no te digan demasiado, pero lo que se está gestando en sus estudios es un proyecto digno de encomio: Section 8.
Bajo la tradicional propuesta de las dos facciones enfrentadas y el universo futurista y descorazonador, se ocultan patrones jugables inéditos y muy interesantes; y la promesa de aportar un soplo de aire fresco un género tan anquilosado como el de los first person shooters.
Savia Nueva
En Section 8 seremos Alex Corde, uno de los encargados de investigar una extraña situación. Dos facciones con el clásico conflicto bien contra mal se enfrentan entre sí, por un lado The Arm of Orion, y por el otro la Octava División Armada del gobierno. Los primeros son “los malos de la película”, y pretenden tomar por la fuerza los planetas conocidos.
El contexto en el que se enmarca Section 8 es el de un futuro un tanto atípico. Muy lejano en ciertos elementos, pero ciertamente cercano en otros. Por ejemplo a pesar de que ya ha habido unos atisbos de colonización en otros planetas, los viajes interestelares continúan siendo largos, y las comunicaciones entre mundos lejanos llegan a llevar incluso semanas.
Así pues en el bando de la Octava División se ha perdido el contacto con determinados planetas por el ataque de The Arm of Orion, y como éstos todavía no saben cuales son los motivos de estos problemas de comunicación envían al propio Alex Corde, nuestro protagonista para averiguarlo.
Nuestras llegadas a los campos de batalla en los que se desarrollará este shooter en primera persona serán, literalmente, un salto. Escogeremos un punto del que salir a más de cuatro kilómetros y medio de altura, y nos desplomaremos sobre el escenario en una caída libre que llevará alrededor de cinco segundos. Todo ello en primera persona y con pleno control de nuestras acciones tanto en el vuelo como en el aterrizaje. ¿Qué se logra con esto? Fundamentalmente que los puntos de respawning no sean tan cuadriculados como acostumbran en cualquier experiencia on-line, y que contemos con cierta capacidad de elección y de reacción antes de plantarnos sobre el escenario.
El juego, por otra parte, funciona en base a puntos de control. Ocupando uno de éstos vamos liberando una puntuación para nuestro equipo, y también desbloqueamos el armamento, las armaduras y los complementos que oculten tras de sí.
Sin embargo lo que definitivamente separa a Section 8 está lejos de sus propuestas de control o jugables, más bien entronca directamente con sus modalidades de juego. El título contará con campaña individual y estilos multijugador, no obstante será dentro de éstos donde dispare todo su poder con el DCM –Dynamic Combat Mission-.
Tras este acrónimo se esconde un sistema rápido e impredecible que va asignando misiones a los diferentes equipos de forma aleatoria. De este modo, y en mitad de la batalla, recibiremos órdenes como las de proteger un convoy, acabar con un VIP o tomar una posición decisiva a nivel táctico. Gracias a estos elementos el apartado on-line hace gala de un cariz dinámico y muy espontáneo del que a buen seguro se beneficiará el conjunto.
En resumen parece indicar que Section 8 cuenta con suficientes mimbres para hacer de su experiencia jugable algo innovador y desequilibrante, especialmente en su faceta on-line. Un título, en definitiva, que quizá no abrume con su apartado gráfico y tecnológico, pero que a buen seguro hará las delicias de los amantes a la acción arriesgada y valiente.