De la mano de Atlus y Ghostlight llega a nuestro país Shin Megami Tensei: Digital Devil Saga 2, un RPG de corte futurista al más puro estilo japonés, que ha cosechado bastantes buenas críticas en todo el mundo, pero que viene con más de dos años de retraso, y en inglés. Aun así, una historia realmente inquietante nos espera.
Los rayos de un siniestro sol negro bañan el planeta, estatuas de piedra que antaño fueron seres humanos inundan las calles, sólo unos pocos privilegiados permanecen vivos... La situación que se encuentran los protagonistas al principio de esta aventura no parece ser fácil. Tras escapar de Junkyard, un lugar con una lluvia eterna en la que numerosas bandas rivales luchaban entre sí para llegar al ansiado Nirvana, Serph, Argilla y Gale consiguen alcanzarlo. Pero el panorama que se encuentran al verlo por primera vez es desolador: un mundo aún más catastrófico, yermo y peligroso se extiende ante sus ojos.
Como se puede observar, esta historia apocalíptica, digna de los grandes guionistas de ciencia ficción de Hollywood, parece estar dirigida a un público adulto, más por la dificultad de la trama que por la aparición de imágenes consideradas “duras”. Este aspecto lo convierte en un título innovador, pues se aleja del tono humorístico de muchos juegos del género y nos acerca a cuestiones filosóficas, metafísicas e incluso religiosas.
Un cell-shading austero
Digno del argumento es su apartado gráfico. Nos encontramos con un buen diseño cell-shading, tanto durante el juego, como en los combates y en las escenas de video, algo mejorado en este último punto. Los escenarios son de gran calidad, pero bastante pobres, sosos y nada interactivos. Exceptuando pequeños reductos de población, todo lo que nos rodea son laberintos muy similares entre sí, con escasos elementos decorativos.
Lo mismo ocurre con los personajes y enemigos: serán fríos y oscuros. Toda la ambientación es bastante similar a Digital Devil Saga 1, y las “carencias gráficas” parecen más bien intencionadas, con el objetivo de mantener una concordancia con el primer título. Estamos en un mundo deprimente y demacrado, y la ambientación debe responder a esta circunstancia.
Por su parte, la música, sin cobrar demasiado protagonismo, nos sitúa en la escena de manera sublime, creando un perfecto acompañamiento a la trama argumentada, aunque a veces se hace algo repetitiva en las batallas. El doblaje de las voces es correcto, pero en inglés, al igual que los subtítulos y el texto. Éste quizá sea el aspecto más criticable del título, y más aún cuando hemos tenido que esperar más de dos años para tenerlo entre nosotros.
Laberintos y muchos combates
La manera en la que nos desplazaremos se diferencia bastante de otros RPG, como los Final Fantasy. No nos movemos con libertad por un mundo inmenso sino que nos desplazamos de unos lugares a otros por laberintos confusos de los que cuesta salir, que llevarán incorporados a veces pequeños y sencillos puzzles. Por suerte, los puntos de guardado aparecen con suficiente periodicidad como para no andar agobiados antes de llegar al siguiente.
En estos enmarañados terrenos es donde nos asaltarán numerosos monstruos (apenas lucharemos contra humanos) dispuestos a acabar con nosotros. Cada pocos pasos, a veces demasiado pocos, deberemos enfrentarnos a todo tipo de fauna y flora mutante con ganas de una buena ración de carne. El sistema de combate apenas aporta novedades al género: tres miembros de nuestro equipo atacan a los malos por turnos. Pero determinados elementos hacen que en Shin Megami Tensei: Digital Devil Saga 2 sea aún más importante la estrategia que en otros juegos similares. Cada protagonista y cada enemigo es afín a determinados elementos y tremendamente vulnerable a otros. Si acertamos a dañar a nuestro rival con aquellos a los que es débil ganaremos un turno más para nuestro equipo y podremos volver a atacar. En cambio, si nos equivocamos y le atacamos con su elemento, además de quitarle menos vida perderemos nuestros turnos y atacará él.
Una novedad que presenta este título con respecto a su antecesor es el modo Bershek. Durante el juego llegaremos a usar hasta siete luchadores distintos, y todos ellos se convierten en monstruos a la hora de entrar en combate, atacando con más potencia y pudiendo realizar magias, a diferencia de cuando pelean como humanos. Pero para este juego se ha incorporado un modo intermedio. En ocasiones y de manera aleatoria nuestros protagonistas iniciarán la lucha a mitad de su transformación. Esto aumenta la fuerza de ataque y los puntos de experiencia, pero lleva la defensa a mínimos. De nosotros dependerá si queremos trasformarnos completamente o arriesgarnos para subir niveles más rápido.
El sistema de desarrollo de nuestros personajes es bastante similar al de Digital Devil Saga 1, y recuerda al de Final Fantasy X. Para obtener nuevos ataques y magias debemos comprar mantras en los puntos de guardado y posteriormente activarlos en un mapa con forma de panal de abeja. En él se sitúan todos los mantras, y a medida que vayamos luchando y consiguiendo puntos de experiencia, iremos adquiriendo las habilidades. Una vez aprendidas, deberemos comprar más si queremos seguir evolucionando. A esto se le añade el llamado “Karma Ring System”, gracias al cual podremos equipar a nuestros personajes con accesorios que encontraremos durante la aventura y que mejorarán algunos de sus atributos.
Largo y rejugable
La historia de Shin Megami Tensei: Digital Devil Saga 2, además de atrayente es larga. Pasarnos el juego nos llevará entre treinta y cuarenta horas, sin contar con los extras. Pero además, una vez superado, tendremos la posibilidad de volver a empezar con todas las habilidades que conseguimos desde el inicio, y podremos aumentar la dificultad.
También se nos ofrece la posibilidad de importar los datos de Digital Devil Saga 1 a este segundo juego, lo que nos reportará más mantras, bonus, algunos extras e incluso un personaje más con el que luchar.
Hablamos de un título destinado principalmente para un público adulto, tanto por su dificultad como por la complejidad del argumento. Serán necesarias grandes dotes de estratega para salir indemne de las batallas, especialmente contra los jefes finales de cada laberinto. Aunque al principio son sencillos, a medida que pasa el juego se vuelven mucho más complicados y llegarán a crearnos auténticos quebraderos de cabeza en más de una ocasión.
Nos encontramos ante un gran juego de estilo futurista, dirigido a aquellos amantes de los RPG que buscan experiencias más adultas y menos convencionales. Su buena calidad gráfica y la lograda ambientación musical acompañan a un argumento complejo, oscuro y extenso, que nos atrapará desde el primer momento. Sin embargo, sus más de dos años de retraso se hacen notar y le alejan de las obras maestras del género para PS2.
