La editora/desarrolladora nipona tiene planes para revertir la situación, y tratará de mejorar su oferta de videojuegos.
55 millones de dólares. Esas son las brutales pérdidas que ha anunciado SEGA para el último año fiscal, el que para ellos acaba de concluir, y que ellos mismos tratan de suavizar proponiendo un plan de recuperación.
Admiten, por supuesto, que se trata de "pérdidas extraordinarias", pero explican que se debe a "la intensa competencia", así como al declive de su catálogo existente de videojuegos para móviles. "La oferta actual de videojuegos se ha ralentizado, mientras que la competencia en el mercado de juegos para móviles en Japón se ha disparado", explican desde SEGA en un comunicado.
"SEGA tenía como objetivo aumentar los ingresos mediante la introducción de nuevos títulos en este año fiscal, pero no va a compensar la desaceleración de todos los videojuegos ya existentes", aseguran, aportando los motivos: Por un lado, "la demora en la introducción de estos lanzamientos" y, además, el rendimiento de éstos que ha estado "por debajo de las expectativas".
¿Cómo contrarrestar estas graves pérdidas? SEGA hace notar que quiere aprovechar sus propias IP para aumentar su valor, además de tener vínculos con otras marcas externas para hacer sus juegos más atractivos. También prometen mejorar la eficacia de sus estudios de desarrollo internos para hacer sus producciones más rentables, no sólo en plataformas tradicionales sino también en smartphones.
Recientemente SEGA ha presentado Revolve8, una de sus nuevas propuestas para este tipo de mercados en un género de la estrategia que llevan años dominando.