La compañía responde: "Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles por cooperar con los oficiales australianos".
La ACCC (Australian Competition and Consumer Comission) ha presentado una demanda contra Valve por la política de reembolsos de Steam y, más concretamente, sobre el conflicto con los derechos de los consumidores del lejano país en cuanto a su ley de este tipo con la normativa de la plataforma digital de steam.
La exención de responsabilidades de Valve en cuanto a reparar, reemplazar o reembolsar juegos donde el consumidor no haya tratado de contactar con el desarrollador para resolver el problema, así como la desaparición de los reembolsos de juegos vendidos por ellos en Steam y otras características, según ellos, chocan con sus derechos. "Queremos que todas las compañías hagan negocios en Australia, incluso si hacen negocios desde fuera. Las grandes compañías multimedia que hacen negocios en Australia tienen que ceñirse a las leyes de los consumidores de Australia".
La respuesta de la propia Valve no se ha hecho esperar, y ha llegado por boca de Doug Lombardi: "Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles por cooperar con los oficiales australianos en esta materia, mientras continuamos ofreciendo los servicios a nuestros consumidores a través del mundo entero, y también incluyendo a los australianos".