Nintendo sigue volcándose en el desarrollo de juegos para su consola 3D, lanzando una amplia gama de títulos todos los meses. Y aquí tenemos una de las propuestas más novedosas, Steel Diver: Sub Wars, título que supone una continuación del juego del mismo nombre que apareció junto a la consola en su ventana de lanzamiento.
Nintendo 3DS es una de las consolas que goza de mejor salud, de eso no cabe duda. Sí, porque la portátil de dos pantallas de Nintendo acoge una buena cantidad de títulos cada mes de las más diversas temáticas. Además, de un tiempo a esta parte el ritmo al que también se dejan ver producciones en formato digital ha crecido mucho, por lo que la tienda eShop ha ganado bastante peso durante los últimos meses. Precisamente Steel Diver: Sub Wars, la nueva producción de la Gran N para su portátil, llega de manera exclusiva a dicha plataforma online... y casi de puntillas, ya que hasta hace muy pocos días nadie sabía nada de esta obra cuyo desarrollo ha sido producido en el más absoluto de los secretos.
Además se trata de otro título de carácter free to play, un modelo de producto muy común en dispositivos móviles iOS y Android pero no tanto en las consolas actuales, si bien es cierto que esta tendencia va instaurándose paulatinamente. Por lo tanto, Steel Diver: Sub Wars nos permite tener acceso a una parte de su contenido de manera absolutamente gratuita, si bien es cierto que para hacernos con todo el pack es necesario realizar una pequeña inversión económica.
¿Y qué contiene dicha versión gratuita? Pues un par de submarinos, el comienzo del modo Historia individual (sólo un par de niveles) y el modo multijugador, una de las mejores bazas que posee este nuevo título como a continuación veremos.
Cambio de rumbo
Lo primero que llama la atención de esta nueva entrega de la que ya podemos considerar como serie (otra más para la Gran N) es su cambio de propuesta básica en relación a lo experimentado en el juego original. Si recordáis, Steel Diver apostó por un esquema de juego bastante sencillo basado en la acción y la habilidad, teniendo que guiar a diversos submarinos durante varios niveles y misiones que eran seguidos a través de un scroll horizontal. O sea, que su desarrollo era netamente 2D, algo que no sucede con el título que nos ocupa, Sub Wars.
En esta nueva edición el desarrollo se ha visto claramente modificado desde sus cimientos, puesto que a pesar de estar ante un título protagonizado por dichas naves, en esta ocasión su jugabilidad se ha visto evolucionada. Y creemos que en el buen sentido. De esta forma y lejos de estar ante un esquema de juego tradicional en 2D, en esta ocasión gozamos de plena libertad de desplazamiento en un entorno 3D. Y, claro, dicho ambiente es el fondo del océano. Nuestra meta es la de acabar con los diferentes rivales que se dejan ver en pantalla, los cuales adoptan las formas de otros submarinos, destructores, minas y demás maquinaria propia de este tipo de producciones.
Y ante este nuevo planteamiento, la experiencia de juego se ha visto sensiblemente modificada en relación a la disfrutada antaño. Por lo tanto y salvando las distancias, la jugabilidad que propone este Sub Wars es relativamente similar a la misma ofrecida en los shooters subjetivos, aunque por supuesto existen diversas divergencias entre ambos casos.
En función de la misión que nos toca superar, debemos eliminar a buques rivales, evitar minas, pasar por anillos dispuestos en los fondos, etc. Y todo ello se lleva a cabo mediante una perspectiva subjetiva, diseñándose un sistema de control para tal fin bastante sencillo y efectivo como más tarde veremos. Dichas misiones, siete en total, resultan entretenidas pero les falta chispa y algo más de imaginación para despuntar, al menos desde nuestro punto de vista. Además superarlas no supondrá ningún impedimento serio para los jugadores de nivel medio-avanzado, aunque por lo menos es posible escoger el nivel de dificultad entre tres posibles... variando de manera leve la disposición y el desarrollo de cada fase, por lo que esas siete misiones se transforman en 21 merced a este hecho.
En suma, la jugabilidad que encierra este título se hace entretenida, pero nunca llega a alcanzar cotas de diversión notables. Cada misión nos permite pasar un rato ameno sumergidos bajo el océano, pero nada más. Eso sí, por lo menos se nota que los desarrolladores han intentado otorgar cierto grado de profundidad a su obra mediante un par de aspectos interesantes. Por un lado, a medida que superamos misiones es posible ir desbloqueando nuevos submarinos. Hay más de 20 (contando algunos de diseño clásico) y todos ellos poseen ciertas características únicas en cuanto a su resistencia, velocidad y maniobrabilidad, etc.
Pero quizá lo más llamativo de todo es que cada submarino es capaz de acoger un número determinado de tripulantes, hasta cinco como máximo en ciertas embarcaciones. Y lejos de ser un factor secundario, dado que cada uno de estos miembros de la tripulación posee igualmente habilidades específicas (expertos en torpedos, timoneles, etc.), éstos nos permiten personalizar más aún nuestro submarino para adecuarlo a nuestro estilo de juego. Y si a todo esto le sumamos la posibilidad de escoger entre diversos cascos y colores para nuestra nave, las posibilidades de personalización son bastante destacadas para un título de su idiosincrasia.
Y en cuanto al manejo del que antes os hablábamos, éste puede llevarse a cabo tanto mediante la pantalla táctil como empleando los botones propios de la máquina, opción que para nosotros es la ideal a pesar de que el control táctil tampoco desentona. Lanzar torpedos, regular la velocidad y grado de inmersión del submarino, usar el periscopio o el sónar o visualizar el mapa de la zona son las funciones principales que podemos llevar a cabo durante cada partida.
Batallas navales
Por fortuna, el juego presenta una modalidad complementaria al modo individual: el modo multijugador. Ya sea online o a través de conexión local, podemos disputar batallas que siempre transcurren mediante el esquema fijo de cuatro vs cuatro. La mecánica es bien sencilla, ya que debemos unirnos a uno de los dos bandos que entran en combate (azul y rojo) y tratar de hundir el mayor número de naves rivales. Así de fácil. Y cuando no estén disponibles los ocho jugadores de carne y hueso requeridos, la CPU se encargará de rellenar los huecos correspondientes.
Sin duda se trata de una opción bastante simple y que desde luego no pasará a la historia por las cotas de diversión que pueden alcanzarse en ella. Pero, a pesar de todo, es cierto que resulta relativamente entretenida a poco que demos con una partida igualada, siendo quizá la mejor baza que presenta todo el juego.
En términos técnicos, nos hallamos ante una producción muy sencilla pero funcional al mismo tiempo. De esta forma el diseño de los buques y submarinos, así como la recreación del fondo del océano, es realmente simple pero cumple su cometido perfectamente. Además la acción siempre transcurre de forma fluida y sin problemas técnicos, ni tan siquiera jugando online (al menos durante las sesiones en las que hemos participado). Algo más de brillo técnico no le hubieran venido mal, eso está claro, y lo mismo podríamos apuntar acerca de su simplemente correcta faceta sonora.
Esta nueva entrega de Steel Diver modifica un tanto su concepción primigenia para platearnos una jugabilidad 3D. Sin embargo y a pesar de este hecho, seguimos estando ante una propuesta tan sencilla como lo fue la instaurada en el primer Steel Diver, siendo quizá su modo multijugador la mejor innovación que ha sido recogida en esta nueva edición de la serie.
Nintendo ha querido dar continuidad a una de las propuestas primigenias que acompañaron al lanzamiento de Nintendo 3DS. Steel Diver: Sub Wars nos sumerge de nuevo en un arcade protagonizado por submarinos que ofrece una jugabilidad bastante más relajada y sencilla de la que suele ser habitual en este tipo de juegos, resultando entretenida a corto y medio plazo pero carente de "punch". Por lo menos el modo multijugador anima las cosas un poco.
- Interesante cambio de rumbo para la saga.
- El modo multijugador es bastante entretenido.
- Notables posibilidades de personalización.
- Le falta algo más de chispa para despuntar.
- Técnicamente no es ningún prodigio.
