Actualmente, se tiene la premisa de que los juegos de mesa son algo pasado de moda que tan solo unos pocos mantienen todavía vivo, pero lo cierto es que, incluso en pleno desarrollo tecnológico, esto no es así. Si bien es cierto que los hay que no pasan del Monopoly, la oferta actual de juegos es tan amplia que se puede percibir con tan solo echar un vistazo a cualquier comercio de entretenimiento. Ahora bien, no se puede negar que existe una barrera de entrada determinada por tres factores: el tiempo de montaje, la cantidad de reglas y la necesidad de jugar en grupo. Pero, ¿qué pasa cuando te lo dan todo hecho y lo único que tienes que hacer es quedar con tus amigos? Esa es la premisa de Sunderfolk, un nuevo videojuego que recoge lo mejor de los juegos de mesa y sobre todo del rol tradicional.
"Sunderfolk nace a partir de nuestro anhelo de compartir los juegos de mesa sin las barreras de entrada a las que vienen asociados"
Los juegos de mesa han acompañado al ser humano desde que la cultura comenzó a desarrollarse. Por supuesto, no eran los juegos de mesa que todos podemos tener en mente; algunos formaban parte de ritos funerarios, mientras que otros, efectivamente, nacían como forma rudimentaria de entretenimiento. Pero en 1974 ocurriría un suceso que cambiaría la forma de jugar: el nacimiento de D&D. El famoso juego de rol de TSR, y actualmente de Wizards of the Coast, fue el origen de los juegos de rol tradicionales, en los que un grupo de personajes se reunía en torno a una mesa para realizar misiones de tablero. Cada jugador contaba con su propio personaje creado a partir de las normas del manual de juego y, entonces, el Master comenzaba a guiar una partida en la que el azar intervenía a cada turno mediante tiradas de dados.
Ahora, 50 años más tarde y de la mano de Dreamheaven y Secret Door, esta esencia es recogida por Sunderfolk, un nuevo videojuego, tan original como tradicional, que se basa en los propios gustos personales del estudio. "Sunderfolk nace a partir de nuestro anhelo de compartir los juegos de mesa sin las barreras de entrada a las que vienen asociados", explicaba Chris Sigaty, actual líder del estudio y antiguo trabajador de Blizzard.
Rol clásico en la palma de tus manos
Para cualquier jugador mínimo de D&D los inicios en esta entrega serán como un paseo, pero en el caso de no ser experto en la materia, el juego consiste en lo siguiente: se trata de un juego de rol, con tablero digital incluido, en el que cuatro jugadores en persona se reúnen para jugar diferentes campañas con el beneficio de no tener que perder tiempo creando el personaje o leyendo el manual. Una vez creado el grupo, los jugadores comienzan las misiones y, por turnos, cada uno efectúa su acción, teniendo siempre que pensar en el bien común y, por supuesto, con un personaje elegido de entre los seis predeterminados que hay. Antes de entrar en los detalles más exactos de la partida, es interesante que el lector tenga claro que las misiones consisten en cumplir diferentes objetivos, partiendo siempre desde la eliminación de las amenazas que hay por el camino. Es decir, es coger una versión simplificada de D&D y convertirla en videojuego para ahorrar tiempo de preparación, no algo a lo Baldur's Gate 3.
Es coger una versión simplificada de D&D y convertirla en videojuego para ahorrar tiempo de preparación
Bien, con esto en mente, ahora es momento de señalar todos sus matices. La principal novedad de Sunderfolk es que se juega con el móvil. Sí, es un videojuego tradicional, no una app, pero que utiliza los dispositivos móviles como controladores para poder hacer uso de toda las acciones disponibles. ¿ Y por qué esto es así? En palabras de Erin Marek, Game Director del juego: "Queríamos encontrar una forma de que cada jugador pudiera tener acceso a los menús y a la información, tanto de enemigos como del propio personaje, sin tener que pausar el juego a cada momento y, para ello, el móvil era una gran opción". Y, efectivamente, es de lo más sencillo. Jugar a través del teléfono solo requiere descargarse una aplicación gratuita. Desde este dispositivo, no solo podemos movernos por las casillas del tablero, sino también, como comentaba Erin, acceder a lo que se podría considerar el manual de juego con toda la información, los menús, las diferentes áreas, etc. Eso sí, es necesario que cada jugador tenga su propio teléfono.
Sunderfolk se configura como un mundo de fantasía clásico en el que las diferentes criaturas mágicas populares están presentes como parte de los personajes jugables. Hay seis clases distintas: berserker, arcano, pícaro, bardo, pyromancer y ranger. En mi caso, tuve ocasión de jugar con el pícaro y más tarde con el pyromancer, pudiendo comprobar las diferencias jugables de cada uno.
"Cada jugador deberá efectuar su elección en función de su estilo de juego"
Por ejemplo, el pícaro iba dotado de dos dagas y era una clase relativamente sencilla de utilizar. A cada turno, en la pantalla aparecían las habilidades disponibles (también en función del maná) y generalmente estaba centrada en el ataque cuerpo a cuerpo, no especialmente poderoso, pero también en habilidades que le permitían despejar el campo. Por otra parte, el pyromancer era mucho más poderoso, nutriéndose de habilidades de fuego que le permitían quemar a los enemigos e incluso al campo para después ganar poder, pero también era más difícil de utilizar y tenía menos defensa. En ese sentido, cada jugador deberá efectuar su elección en función de su estilo de juego y, por supuesto, no sería un juego de rol si los personajes no subieran de nivel y desbloquearan nuevas habilidades.
Cada misión está pensada para durar cerca de unos 20 minutos y hay en torno a unas 30, tal y como me confirmaron desde Secret Door. Siempre hay un objetivo principal y varios secundarios en los que se interponen diferentes enemigos del lore de fantasía, como pueden ser las arañas. Y es importante tener esto en cuenta, porque como los jugadores se descentren, pueden verse destruyendo enemigos de forma infinita y pasando apuros sin necesidad.
Si tuviera que poner un "pero", seguramente sería que el mundo de Sunderfolk no parece especialmente desarrollado
Los objetivos pueden variar desde rescatar a un personaje que está apresado hasta destruir un número determinado de telarañas. Para cumplir estas misiones, que son las que dan la victoria, el equipo debe generar una estrategia teniendo en cuenta sus habilidades. Hay personajes que son capaces de empujar enemigos por los bordes del mapa, otros pueden teletransportarse, otros tienen objetos valiosos…Con ello, el estudio buscaba fomentar el componente social en vivo, tal y como ocurre en una partida de rol. Una cosa graciosa que ocurrió durante mi partida es que los compañeros nos boicoteamos al efectuar acciones que afectaban al resto, como puede ser tirar a alguien por un barranco sin querer.
Si bien no hay dados, el componente aleatorio también está presente durante la partida. Este entra en juego cuando, por ejemplo, cuando al atacar aparecen tres opciones de cartas boca abajo, que pueden aumentar la potencia, disminuirla o dejarla neutra. Es decir, un equivalente simplificado a lo que sería una tirada de 20 perfecta o una pifia. También está presente cuando al interactuar con el tablero pueden pasar cosas inesperadas, como que ataques una telaraña parte del objetivo y aparezca un enemigo extra. Y hablando de los enemigos, estos también tienen sus propios turnos, su distancia de ataque en función del tipo que sean, son capaces de acorralar a un jugador, etc. La principal diferencia de Sunderfolk con cualquier juego de rol es que cuando un jugador muere aparece un contador que se resta y al llegar a tres se termina la partida. Morir no significa no volver a jugar: a los pocos turnos el jugador vuelve a la vida, pero sí que hay que tener en cuenta que las oportunidades son limitadas.
Si tuviera que poner un "pero", seguramente sería que el mundo de Sunderfolk no parece especialmente desarrollado, en contra del lore al que podemos estar acostumbrados si venimos de D&D. Aquí, la narrativa, al menos por lo que he podido ver, parece el campo menos elaborado. Sí que hay diálogos y personajes que nos vamos encontrando, pero no hay demasiada complejidad en cuanto al universo de Sunderfolk. Más bien da la sensación de ser un juego divertido con una experiencia al estilo Mario Party, pero rolera. ¿Qué quiere decir esto? Que parece un juego muy apto para amenizar las reuniones con amigos que gusten del género, pero que, en cuanto a worldbuilding, seguramente no sea tan extenso como podríamos pensar.
Partiendo desde una experiencia más personal, como jugadora de D&D, Zombie: All Flesh Must Be Eaten o La Mascarada, he encontrado una versión simplificada de lo que sería jugar a rol, pero que no necesariamente es algo negativo. Es decir, todos nos hemos encontrado muchas veces con ganas de jugar, pero sin ganas de tener que montar todo lo que supone una partida, más aún cuando se es Master. Aquí todo eso nos lo ahorramos, lo cual es genial para hacer encuentros casuales.
Todo lo imprescindible que tiene que estar en una partida, se encuentra en Sunderfolk y, pasados los minutos iniciales, es muy sencillo meterse de pleno en ella. Yo por ejemplo jugué con desconocidos y en inglés (el juego llegará con voces y textos en español), lo cual hace que la experiencia no sea la misma que si me juntara con mi grupo de amigos de toda la vida, por lo que me quedo expectante a las novedades que vaya ofreciendo y, por supuesto, a su futuro lanzamiento. Si os gusta el rol tradicional, recomiendo tenerlo en la mira.
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