No hablamos de cualquiera: hablamos de los creadores de Space Invaders, así que algo de recreativas saben. Puede que el modelo Candy no imperase en el territorio occidental, no al menos en los arcade de nuestro país, pero es un estilo de máquina que entusiasma a los amantes de lo nipón. La Taito Arcade Selection Egret II Mini es un homenaje a la historia de Taito y su legendario mueble.
Taito ha sido una de las empresas más importantes de la industria japonesa. Más allá de su trascendencia y quedándome con lo meramente personal, algunos de los momentos más mágicos que viví la única vez que he estado en Japón fue dentro de sus Taito Game Station. Todo lo que os pueda contar de lo que hay ahí dentro es poco: edificios dedicados al 100% al negocio del salón recreativo con algunos de los más célebres y novedosos videojuegos del sector a disposición del usuario. Algo paradójico para los amantes occidentales de dicha rama de la industria, en la que el recreativo ha quedado como una anomalía capitaneada por mediocres producciones de Raw Thrills que campan por algunos centros comerciales famosos del país. En Japón era distinto.
Y, aunque difiera de lo que vivimos aquí, algo no cambiaba: la industria recreativa ya no es lo que era. Antaño las grandes como Sega, Capcom o Namco se partían el morro, tecnológicamente hablando, por estar en la cúspide del negocio, hoy la gran mayoría ha abandonado el circo para dedicarse al territorio doméstico y lo que reina son los juegos de cartas, las experiencias cooperativas y las producciones musicales irrealizables en las casas de los jugadores. Sin embargo, en los Taito Game Station siempre hubo lugar para los recuerdos y los grandes clásicos de las más grandes empresas del sector. Ahí tenían cabida Arc System Works, Arika, SNK o, naturalmente, Taito con sus máquinas, capitaneadas por las candy Egret.
Aunque actualmente forma parte del enorme conglomerado de empresas que es la gigantesca Square Enix, Taito firmó algunos de los títulos más históricos del sector, revolucionando los salones recreativos de todo el mundo con su Space Invaders o siendo, actualmente, una de las principales líderes del sector recreativo en suelo nipón. El legado de títulos es prácticamente inabarcable, y resulta complicado no caer en los encantos de algunos de sus más célebres creaciones lejos del territorio de los marcianitos. El nuevo lanzamiento de la firma, la Taito Arcade Selection Egret II Mini es una celebración de su legado.
Una Egret II pequeñita para casa
Hay tantas buenas decisiones en la Taito Arcade Selection Egret II Mini que uno puede llegar a entender su precio. Más allá de sus acabados maravillosos, que han hecho realidad convertir una recreativa Candy en algo verdaderamente pequeño y precioso, su particularidad más especial y única está en su pantalla. Con una simple pulsación y giro podremos cambiar la orientación del monitor, lo que nos permitirá disfrutar de una perspectiva vertical u horizontal según las necesidades de cada videojuego. Por ejemplo, Space Invaders o Lupin the Third ganarán ratio de pantalla con la vista en vertical; Kaiser Knuckle, por su parte, resultaría prácticamente injugable con una orientación que no fuese la horizontal.
Pero no es, ni mucho menos, el único gran detalle de la maquinita que nace con la intención de celebrar el legado de Taito: sus pequeños componentes son buenísimos, con una palanca arcade de auténtica categoría y unos botones maravillosos que se asemejan a lo que se podría esperar de los sticks o botones Sanwa o Seimitsu pero en diminutas dimensiones. Por si fuese poco, los entusiastas de las cuatro y ocho direcciones podrán configurar su stick girando un pequeño mecanismo que se encuentra debajo del hardware. Un giro te permitirá disfrutar de los juegos en cuatro direcciones; el otro en ocho.
El panel de mandos es tan ambicioso que no ha dudado en incluir seis botones, una configuración a la que muy pocos juegos del sistema sacan partido, pero que habla bien del compromiso de la firma con sus compradores. Todo funciona a la perfección: la pantalla es estupenda, los controles de lo más óptimo y en cuanto a su usabilidad no han dejado de lado ningún detalle habitual en máquinas de la presente índole, con la opción de guardado y carga de contenido para los jugadores que quieran guardar sus progresos. El menú de carga de juegos es elegante y, aunque tarda un poco en mostrar la demo del software a ejecutar, cumple su cometido a la perfección.
No he sido capaz de notar problema alguno con la emulación de los juegos de la colección. Aunque su sonido es algo limitado por sus dos pequeños altavoces, cumple a la perfección y no supone un punto problemático para escuchar las pegajosas melodías de los juegos de Taito en los 90. Parece evidente que Taito ha intentado estar a la altura de su legado ofreciendo un hardware capaz de manejar con soltura cada uno de los títulos escogidos, algo que no siempre pasaba con máquinas mini de otras compañías que llegaban a las tiendas.
Juegos y precio de Taito Arcade Selection Egret II Mini
La selección es fabulosa, aunque sería estúpido no reconocer que el catálogo de Taito no es tan conocido como el de otros referentes de la industria nipona, por lo que es probable que muchos jugadores no saquen partido a muchas de sus propuestas del pack. Los juegos incluidos son Adventure Canoe, Bubble Bobble (mítico single-screen platform que tuvo numerosos y buenísimos ports en 8 bits), Bubble Memories, Bubble Symphony, Cadash Chack'n Pop, Dan-Ku-Ga (una revisión de Kaiser Knuckle que nunca llegó a recreativas), Darius Gaiden, Don Doko Don, Elevator Action, Elevator Action Returns, Fairyland Story, Growl, Gun Frontier, Halley's Comet, Hat Trick Hero (Football Champ en el territorio occidental, excelente arcade de fútbol con un árbitro obeso como principal protagonista) o el ya citado Kaiser Knuckle.
No he sido capaz de notar problema alguno con la emulación de los juegos
La lista sigue con Kiki KaiKai, The Legend of Kage, Liquid Kids Adventure, Lunar Rescue, Lupin III (que, seguramente, sea uno de los primeros juegos anime licenciados de la historia), Metal Black, New Zealand Story, The Ninja Kids, Outer Zone, Pirate Pete, Puzzle Bobble 2X, Qix (¡El padre de Gals Panic pero sin erotismo!), Raimais, Rainbow Islands EXTRA (una revisión del clásico), Rastan Saga, RayForce, Scramble Formation, Space Invaders (leyenda del videojuego que definió, por siempre, la concepción de los videojuegos para máquinas recreativas), Steel Worker, Tatsujin, Twin Cobra, Violence Fight y Volfied. ¿No te parece suficiente? No dudes en comprar el pack de expansión con un mando con trackball y otros diez juegos incluidos en una tarjeta SD con Arkanoid, Arkanoid Returns, Arkanoid: Revenge of DOH, Birdie King, Cameltry, Marine Date, Plump Pop, Puchi Charat, Strike Bowling y Syvalion.
La conexión para el segundo jugador se permite gracias a los distintos puertos USB traseros de la Egret II Mini. No se ha confirmado por ahora nuevos packs de expansión en el futuro, pero hay catálogo suficiente para sumar nuevos títulos en el futuro. La máquina se puede comprar por 199 euros en nuestro territorio con el mando de expansión con trackball y los diez juegos extra. Se distribuirá en mayo de 2022 y lo hará además con opción de comprar un pad extra por 34,99, y el arcade stick mini por 89,99 euros. Siendo la Egret II un grandísimo producto, no es menos cierto que el precio de los accesorios es algo alto para las pretensiones de la plataforma. No obstante, no hay mejor forma de hacerse con una Taito Egret II para tu casa en la actualidad de forma más económica… aunque sea en una fabulosa versión mini que, sin duda, ningún fan del retro querrá perderse.
Los juegos de Taito Arcade Selection Egret II Mini
- Adventure Canoe (1982)
- Bubble Bobble (1986)
- Bubble Memories (1995)
- Bubble Symphony (1994)
- Cadash (1989)
- Chack'n Pop (1983)
- Dan-Ku-Ga (1995)
- Darius Gaiden (1994)
- Don Doko Don (1989)
- Elevator Action (1983)
- Elevator Action Returns (1994)
- Fairyland Story (1985)
- Growl (1990)
- Gun Frontier (1990)
- Halley's Comet (1986)
- Hat Trick Hero (1990)
- Kaiser Knuckle (1994)
- Kiki KaiKai (1986)
- The Legend of Kage (1985)
- Liquid Kids Adventure (1990)
- Lunar Rescue (1979)
- Lupin III (1980)
- Metal Black (1991)
- New Zealand Story (1988)
- The Ninja Kids (1990)
- Outer Zone (1984)
- Pirate Pete (1982)
- Puzzle Bobble 2X (1995)
- Qix (1981)
- Raimais (1988)
- Rainbow Islands EXTRA (1988)
- Rastan Saga (1987)
- RayForce (1993)
- Scramble Formation (1986)
- Space Invaders (1978)
- Steel Worker (1980)
- Tatsujin (1988)
- Twin Cobra (1987)
- Violence Fight (1989)
- Volfied (1989)
- Arkanoid (1986) (Pack de expansión)
- Arkanoid Returns (1997) (Pack de expansión)
- Arkanoid: Revenge of DOH (1987) (Pack de expansión)
- Birdie King (1982) (Pack de expansión)
- Cameltry (1989) (Pack de expansión)
- Marine Date (1981) (Pack de expansión)
- Plump Pop (1987) (Pack de expansión)
- Puchi Carat (1997) (Pack de expansión)
- Strike Bowling (1982) (Pack de expansión)
- Syvalion (1988) (Pack de expansión)
Es incuestionable que Taito Egret II Mini es algo cara dentro de las tendencias de consolas mini que han imperado en los últimos años. Sin embargo, encierra un catálogo de juegos estupendo y unos acabados espectaculares que la alejan de cualquier otra propuesta similar lanzada en los últimos años. Su palanca, botonería y pantalla vertical y horizontal son una auténtica delicia para cualquier amante de los arcade. Una máquina estupenda que será muy valorada por los fans del retro.
- Unos acabados espectaculares a la hora de recrear un versión mini de la mítica Egret II
- Su ingeniosa opción para jugar en vertical u horizontal es clave para disfrutar de los juegos más antiguos y los distintos títulos de naves de la selección
- Su palanca y botonería son excepcionales. El detalle de cambiar de cuatro a ocho direcciones, genial
- Son muchos juegos, pero puede que Taito no tenga el catálogo de software más conocido de nuestras fronteras
- Su precio es algo más caro de lo esperado, pero su apuesta por la calidad vale dinero
