Aunque la capacidad combativa de Link gire en torno a las armas comunes, y en última instancia la Espada Maestra, nunca está de más conseguir otras armas que podemos llevar con nosotros para tener una alternativa sólida o simplemente lucirlas para lo que han sido, son y serán en la saga.
Es el caso de la Espada del Alba Celeste, la base sobre la que se construyó la Espada Maestra antaño. En esta guía os explico cómo completar la misión secundaria de Zelda: Tears of the Kingdom que la otorga como recompensa.
Misión secundaria: La gran efigie de la Diosa
Recordaréis que en el Templo Olvidado, en la gran antesala de la sala de mapas que nos indica en qué orden visitar los geoglifos para conseguir las lágrimas del dragón, la efigie de la Diosa estaba derrumbada. Pues resulta que a la deidad esto no le ha sentado especialmente bien, y aunque no vaya a desencadenar ningún tipo de castigo divino, le toca a Link restaurar la Gran Efigie a su antigua gloria.
La misión secundaria ''La gran efigie de la Diosa'' consta de varias partes y hasta tres sub misiones a completar si queremos marcarla como cumplida en nuestro diario de viaje. Para iniciar la misión, primero tenemos que ir a una de las tres ubicaciones en las que hay otras grandes efigies de la Deidad: la Fuente de la Sabiduría, la del Valor o la del Poder. Todas ellas nos pedirán que les traigamos un material que se extrae de las patas de los tres grandes dragones que recorren los cielos de Hyrule.
La efigie de la Sabiduría
La más rápida y fácil de alcanzar para iniciar esta cadena de misiones (siempre que hayamos desbloqueado la Atalaya del Monte Lanayuru) es la de la Sabiduría. Si Link se aproxima a rezar ante ella, la Diosa le pedirá que compruebe el estado de la Gran Efigie en el templo olvidado. Tras examinar la gran estatua en dicha ubicación y volver a la Efigie de la Sabiduría para informarla de lo ocurrido, nos pedirá que la restauremos.
Para hacerlo debemos hacerle una ofrenda: una de las garras del dragón divino Nayen, de la región de Lanayru. Aunque Nayen y sus hermanos sean fáciles de avistar, sus rutas por la superficie y el mundo subterráneo de Hyrule no hacen que sigan un horario fijo como en Breath of the Wild. Sin embargo, sabiendo sus rutas es posible anticiparse a ellos para conseguir alguna de sus garras.
Ruta de Nayen por la superficie (amarillo) y por el subsuelo (rojo)
Empezando por Nayen, el mejor lugar para intentar alcanzarlo es lanzándonos bien desde la Atalaya de Lanayru, o la de la meseta de Popla. Su recorrido empieza muy cerca de la aldea de Kakariko, asi que la de Popla puede ser la más indicada. Por otro lado, podríais intentar esperarlo en la de Lanayru, pero daos prisa porque le faltará poco para volver a meterse bajo tierra por el abismo cercano.
Cuando lo localicemos, debemos darnos prisa, ya que incluso con ropajes o elixires y comidas contra el frio, su aura gélida nos dañará igualmente. Desde el cielo, lo mejor es tratar de caer lo más cerca posible por algún punto de su ruta (preferentemente pasando cerca de sus garras) y dispararle una flecha.
Afinad la puntería porque sólo podemos sacar un material del dragón una vez cada día del juego. Si hemos tenido éxito, veremos como el material se desprende de su garra; seguidlo de cerca ya que puede rebotar en alguna montaña y es fácil perderlo de vista.
Una vez tengamos la garra, debemos volver a donde la Efigie de la Sabiduría y soltarla en la gran losa de piedra sumergida que hay frente a ella. Un brillo indicará que la hemos colocado bien y, satisfecha, la Efigie de la Diosa nos dará su bendición y ayudará a reparar la Gran Efigie.
La Efigie del Poder
La siguiente parada es la Efigie del Poder, la Fuente que hay al norte de la Llanura de Elden; fácilmente accesible desde la Atalaya del Monte Ulri. El modus operandi no varía con respecto a la primera efigie: debemos hacernos con una garra de dragón (de Elden en este caso) y ofrecérsela a la efigie en su Fuente del Poder.
Ruta de Elden por la superficie (amarillo) y por el subsuelo (rojo)
El recorrido de Elden transcurre también por la superficie de Hyrule y por el subsuelo, pero en su caso transita por las regiones del Corazón de Akkala y la Cordillera de Eldín. La presencia de la Montaña de la Muerte hace que su ruta sea algo menos variada que la de Nayen (aunque es la mayor en distancia de punto de entrada a punto de salida). Con lo cual, las mejores Atalayas para interceptarlo son las de las Ruinas de Oumbra o la del Monte Ulri.
En el caso particular de Elden, al peligro al que nos enfrentaremos será el calor abrasador que emana de él. Esto tiene la ventaja de que cerca de él se genera una corriente de aire ascendente que nos permitirá elevarnos otra vez si no encontramos un buen ángulo para disparar a su garra. Pero tiene la contrapartida de que quemará nuestras flechas si disparamos desde muy lejos. Hay que sacar el arco y dispararle de muy cerca.
Una vez hayamos conseguido acertar a su garra, debemos recogerla y ofrecérsela a la diosa como hicimos con Nayen para que preste su poder para restaurar la Gran Efigie.
La Efigie del Valor
Desde la Atalaya de la Meseta de Popla descenderemos sobre la región de Farone, concretamente sobre la Fuente del Valor. Ya sabéis cómo va esto a estas alturas: hay que interceptar a Faren, disparar a su garra y ofrecérsela a la Efigie del Valor para que, con su poder podamos completar la tarea.
Ruta de Faren por la superficie (amarillo) y por el subsuelo (rojo)
El recorrido de Faren es el más enrevesado de los tres, tanto en la superficie como en el subsuelo. La ventaja es que las dos Atalayas desde las que lo podemos atacar, la de la Meseta de Popla y la del Cañón de Gerudo están muy cerca de sus puntos de entrada y salida. Pero recomendaría hacerlo desde la del Cañón de Gerudo; si la garra cae en el Lago Hylia podría ser imposible de recuperar.
Faren no produce ningún efecto climatológico adverso, pero se defiende de manera más eficiente que sus dos hermanos: lanza orbes de electricidad que, si nos alcanza con el arco equipado, harán que lo perdamos. Por fortuna, son lentos y fáciles de esquivar (recomiendo que empleéis la Armadura Aerodinamica para él y los otros dragones por cierto).
Una vez conseguida su garra y entregada ritualmente a la efigie del Valor, si volvemos a la Gran Efigie veremos como ya no está derruida, sino erguida y majestuosa con un brillo a su alrededor. Si nos acercamos a ella, la Diosa nos recompensará con la Espada del Alba Celeste. Esta hoja es una reproducción de la Espada Maestra original de la Cronología de Zelda. Su primera aparición fue en Skyward Sword y es la espada que Link sacó del Templo de Altarea al inicio de su aventura de Nintendo Wii.
¿Se puede romper la Espada del Alba Celeste?
Al igual que con el resto de armas del juego, con la excepción de la Espada Maestra, esta espada puede acabar rompiéndose al perder su durabilidad por uso contínuo, al igual que ocurre en el caso de la Espada de Biggoron.
Lo mejor que podéis hacer para conservarla es minimizar su uso en los combates, o ir a por un Octorok de las zonas de la Montaña de la Muerte, dejar que la absorba, y recuperarla tras liquidarlo para quedaros con ella, restaurada, y el resto de componentes que deja el monstruo.
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