Es un tema de conversación habitual para la comunidad actual del videojuego el cómo los títulos te llevan más de la mano que nunca. Minimapas, indicadores, consejos y ventanas emergentes que hacen que no exista la posibilidad de que te pierdas, pero a la vez convierten la experiencia en algo predecible y poco memorable. Cuando empiezas a jugar mirando el minimapa, menús e indicadores, pierdes las instantáneas que se te quedan en el recuerdo.
O al menos eso es lo que sentía Mark Maxwell que hace unos días subió a su canal de YouTube un experimento: jugar durante una semana, cada día a un juego, y todos ellos con la interfaz de usuario desactivada. Su experiencia, documentada en ese metraje, alberga la fricción que todos esperamos al eliminar funciones a las que estamos muy habituados y que nos hacen la vida más fácil, pero también busca comprobar si es posible disfrutar más de los videojuegos sin HUD.
El sonido pasa a ser mucho más importante
"Ha hecho que reevalúe cómo me enfrento a los videojuegos", explica Mark antes de comentar su experiencia con el primero de los títulos probados: Battlefield 2042. La experiencia en un shooter moderno, y que no sea un simulador militar, usa gran parte de la pantalla para darnos información. De hecho, su sensación con esta prueba es la de haber cambiado a dicho género, apreciando la mayor inmersión o detalles como el sonido, sólo echando de menos una única cosa en pantalla como son los indicadores de los aliados: "Las facciones son estéticamente poco distintas y me pasé un buen rato disparando a mis compañeros porque no los distinguía de los enemigos".
El segundo día le correspondió a The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, un título con el que tenía grandes expectativas. Sin embargo, no existe una opción para ocultar el HUD de forma total, sino que es posible eliminarlo de forma temporal y que sólo se muestre cuando se necesita (batería Zonnan al usar artilugios o barra de vida cuando te golpean). Para lo que le sirvió esto a Mark fue para detenerse a admirar lo bonita que es Hyrule y cómo detectó que la curiosidad pasaba a ser el principal vector de descubrimiento en su partida.
Monster Hunter Wilds fue el tercer juego, uno sobre el que Mark comentaba cómo acabó decepcionándole por lo directo que ha terminado siendo. Aunque la experiencia no es perfecta, sí que eliminar la interfaz le sirvió para dos cosas: darse cuenta de los pequeños detalles que tiene el juego como los bancos de peces que reaccionan a nuestro paso, y volver a sentir la tensión de los enfrentamientos, algo que denomina como una forma de "refrescar la experiencia".
Una experiencia mucho más inmersiva
Quizás el primer título en el que todos tendemos a pensar al escuchar sobre jugar sin HUD sea The Witcher 3. La aventura de Geralt, y especialmente cómo de bien escritas están las misiones, siempre nos hizo fantasear con si se podría jugar con cero información en pantalla. Mark considera que cada descubrimiento, como el mapa del tesoro que encontró durante su aventura, te recompensa mucho más como jugador, así como el combate se convierte en algo mucho más inmersivo. Seguramente sea el mayor éxito del experimento, porque le ha convencido para jugar una nueva partida a The Witcher 3.
El juego más distinto de la lista es quizás uno que funciona bastante bien sin HUD como es Forza Horizon 5. Aunque no es posible eliminar los molestos pop-ups sobre la subida de nivel, sí que la experiencia es muy positiva usando la vista en primera persona, donde no se rompe la inmersión pero sí consigue lo único que echa en falta: indicadores visuales sobre cuando cambiar de marcha. Según explica, el sonido de los motores pasa a ser algo mucho más interesante tras eliminar la interfaz.
Los dos últimos juegos son los que quizás más ganan en inmersión y belleza, pero pierden en jugabilidad; estoy hablando de No Man's Sky y Cyberpunk 2077. El primero se convierte en una experiencia que rehúye de la gestión y los menús para pasar a ser un asunto mucho más contemplativo, paradójicamente lo que quizás fue en un inicio antes de las expansiones. El segundo y último de la lista, tuvo a Mark haciendo más vida normal por Night City, intentando encontrar la parada de metro y fijándose en las rutinas de los NPCs.
Eliminar todo el HUD es algo radical, y es evidente que los juegos pueden ser jugados así, pero no fueron pensados con ello en mente. Este mismo año tuvimos el caso de un título que sí cae en ese supuesto, como es Hell is Us, y ahí encontramos justo lo que Mark destaca al final del vídeo: inmersión y exploración movida por la curiosidad del jugador. De hecho, termina diciendo que este experimento le ha servido para redescubrir los videojuegos e incluso tener más ganas de volver a esos mundos digitales.
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