Un grupo ha conseguido editar archivos y contenidos del juego para reducir su poderío gráfico a la mínima expresión.
Hay infinidad de webs que se dedican a poner al máximo los videojuegos más sofisticados del momento y a establecer comparativas entre plataformas o, sencillamente, a exhibir cómo lucen en sus configuraciones más altas. Pero, ¿qué pasaría si hiciéramos todo lo contrario?
Hace unas semanas los chicos de LowSpecGamer publicaron un vídeo que, hasta ahora, había pasado desapercibido para nosotros y en el que muestran cómo luciría The Witcher III: Wild Hunt, como ellos mismos describen, “parece salido de PlayStation 2”.
Obviamente la afirmación es algo exagerada porque se ha usado un equipo muy modesto pero no tanto como para establecer ese paralelismo y un juego como éste es mucho más exigente en términos de memoria o procesador de lo que un título de aquella generación hubiera podido soportar, pero los resultados desde luego son realmente curiosos. Para obtener una tasa de frames por segundo de 25 con un ordenador Dual-core 1.7 GHz Intel Core i7-2637M, de 8GB y una GeForceGT 540M este grupo recorta opciones gráficas más allá de los parámetros oficiales del título editando archivos del juego y explican claramente cómo hacerlo para quien no disponga de un equipo cercano a los requisitos mínimos y que, aun así, quiera disfrutar de la majestuosa (no tanto en el vídeo que acompaña a la noticia) obra de CD Projekt Red.
Recomendamos la visualización completa del vídeo por su interés, pero quien quiera observar los resultados finales del juego en su visualización más baja posible debe empezar a verlo a partir del minuto 8:35.