Bloomberg indica los problemas de desarrollo del remake, según varios empleados de Activision Blizzard.
Una de las noticias más importantes de la semana y, probablemente del año, son las informaciones que se han destapado sobre un nuevo caso de ambiente laboral tóxico y discriminatorio, esta vez en Activision Blizzard. Un hecho desagradable del que tenemos que seguir haciéndonos eco a estas alturas, con la esperanza de no dar nunca más noticias de este tipo. Lo peor es que, en esta ocasión, hay más. Si el acoso, los despidos injustificados y un suicidio no fueran suficiente, el periodista Jason Schreier sigue destapando información al respecto de los problemas de la citada marca en los últimos años.
El periodista, experto en este tipo de contenidos en profundidad que destapan lo que ocurre dentro de algunas de las empresas de videojuegos más importantes del mundo, cuenta nuevos hechos sobre el ambiente tóxico en las oficinas de Activision Blizzard. La presión para cumplir con los objetivos encomendados a contrarreloj ha hecho mella en muchos de sus trabajadores.
Los empleados cayeron en depresión y otros problemas psicológicos
En un nuevo artículo para Bloomberg que estaba en preparación antes de que se conociese la denuncia interpuesta a Activision Blizzard, el citado Schreier traslada declaraciones de trabajadores y ex trabajadores de la firma, que detallan los problemas que han tenido en desarrollos recientes, poniendo como ejemplo Warcraft 3: Reforged, un remake que no cumplió las expectativas. Y eso tiene sus motivos.
"Tenemos empleados que han lidiado con el agotamiento, la ansiedad, la depresión y más durante un año", cuentan en el medio, donde apuntan que los pobres resultados del juego han sido debido a "una mala gestión, la presión financiera y un equipo arrojado al abismo". El juego fue rediseñado en varias ocasiones para ajustar los recortes presupuestarios obligatorios: recordemos que ha sido también objeto de debate el hecho de que el CEO de la compañía cobre bonificaciones millonarias después de proceder con numerosos despidos.
Indican que el lanzamiento del juego reflejó los cambios culturales significativos de Blizzard en los últimos años, citando los aspectos corporativos. El propietario de la empresa presionaba al equipo desarrollador para reducir costes y priorizar sus títulos más importantes.
La cosa no queda ahí, y Schreier cuenta en redes sociales que nueve meses después del lanzamiento de Warcraft 3: Reforged el estudio se cerró. Y a quienes no lograron ubicar en la empresa fueron despedidos, después de haber pasado unos meses convulsos. El desarrollo tuvo bastantes problemas de comunicación por todo lo que contamos, y no estaban convencidos de que estuvieran llevando un buen camino. "Hicimos pre-reservas por adelantado cuando sabíamos que el juego no estaba listo".
La empresa no daba valor a un remake de un juego de estrategia de hace años
La compañía prometió "más de cuatro horas de información actualizada, escenas de videojuegos y voces en off regrabadas”, entre otros aspectos. Pero el proyecto nunca fue una prioridad para Activision Blizzard, cuentan los representantes de la firma que han hablado con Bloomberg. "Una remasterización de un antiguo juego de estrategia tenía pocas posibilidades de convertirse en el tipo de producto de mil millones de dólares que querían". Así que, mucha de las ideas, quedaron en nada.
En ese momento, la compañía se disculpó por el lanzamiento y dijo que había optado por dar marcha atrás en la actualización de las cinemáticas porque "no queríamos que las escenas del juego se alejaran demasiado del juego original". Pero la documentación obtenida después de su lanzamiento, así como las entrevistas con 11 personas que trabajaron en el juego o cerca de él, indican que Reforged en realidad se modificó debido a recortes presupuestarios y discusiones internas sobre la dirección del juego.