Tengo tal pasión por la historia de Wrath of the Lich King que cada vez que escucho el tema Invincible un escalofrío recorre mi cuerpo. Me vienen recuerdos de las aventuras vividas junto a amigos; de las emocionantes batallas libradas en las frías tierras de Rasganorte; de la épica y trágica historia del Rey Exánime…y claro, me emociono sin remedio. Esta melodía condensa en apenas tres minutos la grandeza de la que a día de hoy sigue siendo para muchos la mejor expansión de WOW. Es pura melancolía; es trágica y a su vez épica. Justo como la inmensa aventura a la que -de nuevo- nos enfrenta Blizzard más de diez años después de su lanzamiento original. Así que regresar a ella tal y como fue concebida en su día se siente especial. Es un viaje al pasado que da pellizco al corazón. ¿Suficiente como para que merezca la pena apostar por esta versión Classic de Lich King?
En mi reseña de World of Warcraft Classic decía que resulta muy difícil valorar un juego de estas características con la mentalidad de hoy en día pues lo que antes nos parecía bien ahora puede parecernos tedioso y anticuado. No me entendáis mal. Ha sido maravilloso desembarcar en la Fortaleza Denuedo de Tundra Boreal con mi Caballero de la Muerte y empezar a combatir a La Plaga como antaño. Pero claro, la progresión es más lenta y si te habías acostumbrado a hacerlo prácticamente todo tu solito, cambia el chip porque regresa el estilo de la vieja escuela; la necesidad de formar equipo para sortear no solo las mazmorras para grupos sino también algunas de las misiones más desafiantes del juego. ¡Y está genial! Pero las versiones Classic de WOW demandan un tiempo del que tal vez no disfrutes hoy en día, así que es importante tenerlo en cuenta.
La historia más emocionante de Warcraft
Tengo tantos juegos pendientes y apenas dispongo del tiempo necesario para disfrutar de todos ellos que fui el primero en reconocer que World of Warcraft Classic no era para mi. Me encantó como el brutal ejercicio de nostalgia que es, pero yo ya me he acostumbrado a los MMO que van más al grano y te llevan de misión en misión hasta el final de la aventura. Y sin embargo, será por la fascinación que siento por Arthas, con Lich King no me ha importado tanto regresar al estilo clásico. Siempre es duro abandonar ciertas comodidades que nos han dado las RPG actuales, pero es tan buena la historia y son tan divertidas las mazmorras para grupos de esta expansión, que recuperar esa filosofía de "juega en equipo o muere" me ha atrapado por completo.
Ni siquiera tenemos indicadores en el minimapa con los objetivos a cumplir
Regresar a las frías tierras de Rasganorte ha sido como volver a casa pero diferente, pues esta versión Classic llega con un parche 3.4 que aporta algunos cambios que buscan mejorar la calidad de vida del jugador entre otros aspectos que no han gustado en igual medida a todos los aficionados al universo Warcraft. Por ejemplo, ahora tenemos la opción de cambiar cualquier parte de la apariencia de nuestro avatar en la peluquería, o empezar directamente con un Caballero de la Muerte en nivel 55 sin necesidad de alcanzar previamente ese nivel con otro personaje, como ocurría en el original. Vamos, que "se abre la mano" para que la experiencia no se sienta tan rígida como antaño. Incluso había intención de añadir los marcadores de misiones como ocurrió al final de la vida de Wrath of the Lich King, pero al menos de momento, las señalizaciones en el mapa son mínimas lo que significa que vas a tener que prestar atención a las indicaciones de los personajes para saber dónde diablos tienes que ir a matar al bicho de turno. Y es chocante.
Tan acostumbrados estamos a que nos digan a dónde ir y qué hacer que cuando desaparecen esta clase de ayudas te sientes completamente perdido. Vuelve la necesidad de explorar; de perderse por tierras desconocidas con apenas un par de notas que marcan el camino. Y a mi por lo menos me ha encantado recuperar ese espíritu aventurero, si bien, en ocasiones implica dar más de una vuelta por el escenario. Otro aspecto muy celebrado por algunos es la ausencia de buscador de mazmorras, que a mi por lo menos me parece un fastidio, pero entiendo perfectamente que sea así. Blizzard ha declarado en múltiples ocasiones que con estas versiones Classic quiere recuperar el aspecto social de WOW, y tener un buscador que te forma equipo y traslada directamente a la mazmorra en apenas unos segundos rompía esa magia de juntarte con otros.
Realmente lo que tenemos es un buscador de grupos que en la práctica cumple una función similar... si bien es necesario -o eso espera Blizzard- interactuar con los otros jugadores para ponerse de acuerdo. Y en cualquier caso, desaparece el viaje instantáneo a las puertas de la mazmorra.
Misiones y mazmorras de Lich King Classic
Siempre me gustó el diseño de Wrath of the Lich King a todos los niveles porque hay algo en las tierras de Rasganorte que te incita a seguir adelante en busca de nuevos desafíos y grandes historias. Más allá de machacar monstruos a diestro y siniestro en escenarios que incluso hoy en día conservan ese punto de espectacularidad que nos cautivó en el pasado, lo genial de esta expansión es que cuenta con algunas de las mejores mazmorras y raids de la historia de World of Warcraft.
Para muchos sigue siendo la mejor expansión de WOW
Todavía pienso en Ulduar y me entran escalofríos rememorando las épicas batallas allí libradas; y ahora que acaba de abrirse Naxxramas en esta versión Classic, ando en deseos de descubrir qué novedades plantea porque Blizzard asegura que será más desafiante que en sus inicios, que ellos mismos reconocen fue más fácil de lo que esperaban. También aquí hay algunas novedades interesantes -y polémicas- relacionadas con el botín que puedes conseguir haciendo bandas y mazmorras. Básicamente, cuando empiece la fase 2 precisamente con Ulduar entrarán en juego las novedosas Heroicas +, que son mazmorras conocidas con un nivel extra de dificultad.
Quienes hagan frente a estos desafíos obtendrán como recompensa el botín que actualmente se ofrece a los que completan la raid Naxxramas de 10 jugadores, mientras que los héroes que superen esta banda de 10 obtendrán el botín de la raid para 25 jugadores. Lo que busca Blizzard es que todas estas misiones especiales sigan teniendo valor e interés a lo largo de toda la vida de Wrath of the Lich King, por lo que ofrecer un buen botín y aumentar el desafío es su manera de incrementar el atractivo de estas mazmorras. Y a mi me parece genial porque si tienes personajes secundarias, es una buena forma de darles el mejor equipo sin necesidad de meterse en raids de 25 jugadores.
El PvP de Wrath of the Lich King: Conquista del Invierno
Otro de los aspectos que más polémica han suscitado entre algunos fans del juego tiene que ver con la llamada Conquista del Invierno, el novedoso campo de batalla que enfrentaba a Horda y Alianza en un gigantesco escenario de guerra al que podías unirte en cualquier momento. Dada las peculiaridades de esta versión Classic, en esta ocasión Blizzard ha optado por crear un espacio cerrado que conecta todos los reinos buscando precisamente que siempre haya jugadores contra los que luchar.
Basta esperar al inicio de cada ronda para desatar el caos entre las filas enemigas, y merece la pena hacerlo porque si nuestra facción gana obtenemos recompensas y contenidos exclusivos de forma temporal. Hablando de más cambios, también el sistema de emblemas de WotKL se ha simplificado porque, sinceramente, era un sindiós. Ahora quedan solo los emblemas de Valor y los Heroicos, a los que se suman unas recompensas especiales por cumplir ciertas misiones por Rasganorte. En definitiva, pequeños cambios que considero acertados por hacer la experiencia más llevadera. Todo ello manteniendo prácticamente invariable la esencia del original, que es de lo que se trata. No es exactamente igual, pero las sensaciones son las de antaño. Y a mi por lo menos me vale.
Tras el mal plan de contenidos de Shadowlands y a las puertas del lanzamiento de Dragonflight, deseo que World of Warcraft recupere la buena senda porque son tantos los buenos momentos vividos en Azeroth, que es imposible querer abandonar estas tierras de fantasía.
Regresar a Rasganorte para luchar contra las tropas del Rey Exánime tal y como hicimos en el pasado ha sido tan especial como esperaba. Wrath of the Lich King es una de las mejores expansiones de World of Warcraft por el diseño de sus mazmorras, por lo épico y emotivo de su historia o la espectacularidad de sus escenarios. Y aunque los años pasan el juego se siente tan bueno como antaño. Obviamente hay aspectos que pueden sentirse anticuados o tediosos para los estándares actuales; y también es posible que algunas novedades no terminen de gustarte porque esperabas algo aún más clásico. Por eso es difícil recomendar abiertamente esta versión Classic de WotLK, pero sí te digo que por la nostalgia o por la curiosidad de ver cómo era, es una experiencia que al menos merece la pena probar.
- No es una versión calcada del original, sino que trae algunas novedades y mejoras de calidad de vida.
- Para muchos, la mejor expansión de WOW.
- Conquista del Invierno es una zona de guerra "instanciada" a diferencia de la versión original.
- Se añaden las Heroicas + con más desafío y botín propio de las raids.
- Te lleva a la fría región de Rasganorte, donde espera el temible Rey Exámine.
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