La pregunta más repetida en Google por los jóvenes españoles que buscan orientar su carrera profesional es "cómo ser youtuber". Tras consumir durante años los contenidos creados en plataformas de vídeo bajo demanda o emisiones en directo, no deberíamos escandalizarnos porque los chavales quieran ser protagonistas de aquello que les gusta. Sin embargo, lo más probable es que casi ninguno valga para ello. No ya porque no es fácil entretener a miles de personas o superar un camino inicial durísimo, si no porque vivir constantemente en la cresta de la ola surfeando entre modas pasajeras o subirse a trendings no necesariamente éticos no es algo a lo que fuéramos a estar dispuestos.
La vida de los creadores de contenido es mucho más dura de lo que parece, y lo tengo más claro desde que jugué a YouTubers Life 2. Bajo la apariencia de una aventura 'family friendly' que apenas trata de simular de forma muy desenfadada lo que supone subir vídeos o hacer directos, se esconde una explicación sobre lo tedioso que resulta mantenerse interesante para los espectadores. Quizás ha sido un accidente de los desarrolladores, pero la forma más aburrida de jugar es aquella que se supone correcta. Intentar ganar 'viewers' a todo trapo resulta cargante hasta cuando se trata de hacerlo como forma de avanzar en un videojuego.
Bienvenido a la ciudad de los youtubers
Cuando comenzamos en YouTubers Life 2 lo hacemos como recién llegados a NewTube City, una ciudad creada exclusivamente para los creadores de contenido. No todos los habitantes son youtubers, pero sí están de un modo u otro relacionados con ellos. Hay quien regenta un bar, vende videojuegos o maneja agencias de representación. Se trata casi de una versión exagerada de lo que muchos piensan que es Andorra. Aterrizamos ahí con más pena que gloria y una necesidad casi adictiva de acumular seguidores. Igual que muchos grandes creadores, no sabemos muy bien para qué queremos que más gente nos vea, pero vamos a trabajar duro en ello porque se supone que de eso va el juego.
El problema llega cuando pasan unos días desde que comenzamos nuestra aventura. Podría echarle la culpa a unas mecánicas de creación de vídeos un tanto simples o que no progresan al ritmo que me gustaría, aunque la realidad es que todo es mucho más simple. YouTubers Life 2 cuenta con un sistema de tendencias. Si hacemos algo que está a la moda tendremos más visitas, 'likes' y seguidores. Podemos ir a una determinada zona a sacar una foto para poder utilizar un determinado 'hastagh' o comprar un juego que se acaba de estrenar. Si queremos ganar 'followers' toca darle caña al equivalente ficticio a Hogwarts Legacy incluso si en nuestra vida nos ha interesado el Wizarding World.
En YouTubers Life 2 pronto nos veremos arrastrados a hacer cosas que no nos divierten. Entrar en el bucle de despertarse, grabar videos, capturar tendencias y comer unos cuantos platos insalubres para poder seguir despiertos es soporífero. Sin embargo, también es realista. Probablemente, si nos dedicamos solo a eso, el juego no nos guste. A fin de cuentas y aunque no se cae esa careta amable con la que Raiser Games y U-Play Online se esforzaron por comercializar el juego desde su lanzamiento original hasta su llegada a iOS y Android, estamos simulando la que es una de las facetas más miserables en la vida de algunos creadores de contenido. Es la comercialización total del ocio y la vida privada a cambio de unos números que no significan nada.
El verdadero desafío de YouTubers Life 2 está en tomar una decisión. Seguir cada tendencia para que nuestro canal crezca puede hacer que el juego se vuelva aburrido en la misma medida que dedicarnos constantemente a cosas que no nos gustan en la vida real puede hacernos infelices. Parece absurdo, pero no creo estar sobreanalizándolo. Hay un mensaje en el gameplay. No es rompedor, porque no se diferencia de lo que hace Stardew Valley en muchos jugadores si es que estos deciden romperse la espalda trabajando todos los días en su granja para conseguir dinero en lugar de centrarse en el viaje. La diferencia es que aquí me ha llegado de una forma mucho más potente al ser algo tan de actualidad y que todos comprendemos.
Por supuesto, como en la vida real, hay caminos alternativos. Tras un día en el que no fui capaz de capturar una tendencia, me decidí a cambiar el rumbo de mi partida. Hay que seguir grabando videos para progresar, porque hay ciertos elementos bloqueados tras el número de seguidores o el dinero que tengas en el banco. Sin embargo, puedes hacerlo de una forma mucho más pausada. Al final, el objetivo de YouTubers Life ha de ser el mismo que debemos perseguir para tantas otras cosas en la vida. Disfrutar del camino y ponerse pequeñas metas es mucho más importante que perseguir un objetivo gigantesco que nos deje vacíos al rato de conseguirlo.
Me lo pasé genial conociendo a los habitantes casi caricaturescos de esta extraña ciudad de youtubers, decorando mi casa o eligiendo ropa. Descubriendo que podía crecer más lento haciendo videos que me gustasen y dedicando los días a simplemente disfrutar de lo que me apeteciese hacer. Yo mismo intenté sacar adelante un pequeño canal de directos que terminó rompiéndose por el camino. Probablemente porque el conteo de viewers es una herramienta envenenada y no es fácil recuperar la motivación cuando has perdido a la mitad de tu audiencia de un par de semanas a la otra.
El mundo de internet es cruel y resulta difícil mantenerse motivado. Sin embargo, es válido no siempre estar en la cresta de la hora. Quizá el problema no es que los niños quieran ser youtubers, si no que pretendan convertirlo en su profesión. Cuando pasamos del ocio al trabajo, y de eso algo sabemos los periodistas de videojuegos, corremos el riesgo de perder la perspectiva. De dejarnos caer en un bucle, y sin faltar a una profesión con tantos caminos como personas, no resulta difícil pensar en streamers claramente atrapados en esta situación. YouTubers Life 2 es eso: si haces las cosas a tu gusto vas a divertirte, pero si la haces para cumplir metas y agradar a los demás estás completamente condenado.
Llegué a YouTubers Life 2 tras su lanzamiento en dispositivos móviles y el estreno de una gran actualización que corregía todo eso que me echaba para atrás en su lanzamiento. Encontré un juego sólido, amable con los pequeños y adaptado perfectamente a iOS y Android. No va a ser la pieza maestra de ninguna colección, pero desde luego que es mucho más de lo que me esperaba. Un juego que quiero tener instalado, con el que aprendí una pequeña lección y que me seguirá acompañando unos días en esa partida antes de ir a dormir que hasta ahora le correspondía a Pokémon.