Un nuevo modelo de Nintendo Switch tenía que venir tarde o temprano, y la respuesta ha sido Nintendo Switch OLED. Ya he tenido la oportunidad de probarla y aquí os cuento algunas de las conclusiones que he podido extraer de esta prueba. ¿Merece la pena? Aquí os soy 5 claves para tenerlo en consideración.
No fue una sorpresa. Se venía rumoreando desde mucho tiempo que Nintendo estaba preparando un nuevo modelo de Nintendo Switch, algo que por otra parte no extrañaba a nadie, puesto que una política de la empresa japonesa ha sido revitalizar cada una de sus marcas (sobre todo en territorio portátil) con nuevos modelos. El problema, por así llamarlo, es que las informaciones de Bloomberg nos hicieron esperar una consola con mayor potencia, y más en concreto resolución 4K, cosa que al final no ha sucedido.
Lo que sucedió fue el anuncio de Nintendo Switch OLED, que salvo la mejora gráfica, mantenía buena parte de las características rumoreadas. La principal es una pantalla OLED de 7 pulgadas, lo cual implica una mejora en el tratamiento de colores y del contraste. También se mejora el sonido en modo portátil y tabletop, se añade un soporte más estable, una memoria ampliada a 64 gigas y un dock rediseñado que incorpora por fin conexión LAN por cable, además de puertos USB 3.0. Todo esto se acompaña de un diseño más premium, que aparecerá el 8 de octubre (misma fecha que Metroid Dread) en dos versiones: blanco y rojo / azul neón.
Sé que os estaréis haciendo varias preguntas desde el anuncio, puesto que se habían generado expectativas que no se cumplieron, causando una cierta decepción. Es mi intención aquí ofreceros mis sensaciones con la consola y que saquéis vuestras propias conclusiones. He ido a Nintendo a probarla y he estado una hora con el modelo OLED. A la espera de poder verla en mayor profundidad, aquí os ofrecemos una conclusión preliminar, y es que cuando tienes el modelo delante y lo pruebas, la percepción mejora. Al menos es lo que me ha ocurrido. Os lo resumo en los siguientes apartados.
Una renovada sensación en las manos
No es que haya notado un cambio en cuanto a ergonomía, dimensiones o peso. Esta nueva versión apenas tiene 30 gramos más. Sin embargo, la eliminación de buena parte del marco de la pantalla para alojar sus 7 pulgadas supone un cambio notorio para alguien que lleva jugando en Nintendo Switch desde su estreno en marzo de 2017. Esto viene acompañado de un conjunto de mejoras de construcción que no se deberían pasar por alto, porque son importantes. Para haceros un resumen rápido, mi percepción es la de estar ante una consola de aspecto premium. A pesar de que los Joy-Con no se han tocado, y es tal vez algo que se debería haber hecho, los botones de volumen ofrecen un aspecto más sólido, lo mismo que el compartimento para cartuchos y el soporte ajustable (del cual hablaré más adelante). Es decir, no se han cogido exactamente los mismos componentes de ensamblaje, sino que hay puntuales mejoras que -como digo- ofrecen una sensación de mayor calidad.
Cómo la pantalla OLED mejora la experiencia visual
Por supuesto, la pantalla OLED de 7 pulgadas supone la novedad central de esta versión. Se trata de un incremento del 12,9% en la superficie de visión, lo cual marca una diferencia notoria al jugar tanto en modo portátil como tabletop. En estos momentos no me atrevo a decir si hay una mejora en cuestión de reflejos o luminosidad, debido a que probé la consola en un espacio con la iluminación controlada (unas oficinas). Sin embargo, lo que puedo confirmar es que el manejo de los colores supone una considerable diferencia con respecto a la Nintendo Switch original. Pude probar Mario Kart 8 Deluxe y es una absoluta delicia. El colorido del videojuego queda magnificado por la pantalla OLED. Además, como sabéis, este tipo de pantalla mejora los contrastes, algo que pude apreciar en Zelda: Breath of the Wild, con una mejor gestión de los tonos más oscuros. No exagero si os digo que supone una renovada experiencia jugar así a estos títulos: sin duda, es la manera óptima de hacerlo.
Un sonido que llega a sorprender
Lo cierto es que la mejora del audio de la consola en modo portátil era algo que no me llamaba demasiado la atención. Sin embargo, es algo que tienes que probar para darte cuenta de su alcance. La sensación ha sido la de que el sonido te envuelve y que por tanto se favorece una mayor inmersión. Pero sobre todo hay efectos sonoros que se realzan, algo que aprecié en Super Mario Odyssey y, principalmente, con los sonidos de la naturaleza de Zelda Breath of the Wild. Aspectos del apartado sonoro que antes pasaban desapercibidos, ahora ganan mayor protagonismo, y eso es una evolución a considerar. Además, me di cuenta de otro detalle adicional, y es que si colocas la consola en modo tabletop, los altavoces crean un efecto de amplificación al entrar en contacto con la superficie. Esto ya sucedía en la Nintendo Switch original, pero dada la mayor calidad de estos altavoces (puede que también en potencia), la sensación mejora, más si juegas en compañía a títulos como 51 Worldwide Games, algo que pude experimentar en persona durante esta prueba.
Un soporte más convincente de lo que parece
Cuando se presentó la consola, la introducción de un nuevo soporte lo consideré una mejora menor. Sin embargo, cuando tienes la máquina en las manos, te das cuenta de que es una de sus más importantes novedades. Para los que juegan mucho en modo tabletop, supone un antes y un después. La estabilidad no tiene nada que ver con la de la Nintendo Switch original. El soporte abarca todo el ancho de la consola y además es ajustable en un radio de aproximadamente 180 grados. Puedes ponerla más en vertical o más tumbada, como desees. Dos detalles relevantes en que me he fijado. Uno es que no hay posiciones prefijadas, sino que tienes que hacer algo de fuerza para ajustar el ángulo del soporte, que se queda bastante fijo al dejar de moverlo. Y el otro es que se han incorporado un par de gomas en el canto inferior de la consola para evitar que la consola patine sobre la superficie. Por eso antes decía que el diseño es más premium: tiene detalles de este tipo que marcan la diferencia. Al final, la sensación es la de tener un soporte de muy buena estabilidad.
Dock más estilizado y mejor construido
El aspecto premium de Nintendo Switch OLED también se materializa en el dock. La principal diferencia es que se ha estilizado con unas esquinas redondeadas, y en su versión en blanco (que fue la que pude manipular) es realmente bonita. Aparte de que trae un puerto Ethernet, en cuestión de diseño uno de los mayores cambios lo aprecié en su interior, donde se aloja la consola para ponerla en modo televisor. Ahora el plástico interior es de mejor calidad, con un acabado brillante muy resultón. También se han incorporado un par de gomas en la base para que al depositar la consola, se amortigüe mejor el encaje. Otro detalle en que me fijé es que el respiradero del dock (para dejar salir el calor) parece haberse optimizado, aunque esto será algo que deberá comprobarse a medio / largo plazo. Si ayuda a disminuir la temperatura de la consola en modo dock, bienvenido sea.
Primeras conclusiones sobre Nintendo Switch OLED
Lo cierto es que llegué a las oficinas de Nintendo pensando que no tendría demasiado que contar sobre Nintendo Switch OLED y salí de allí con un montón de sensaciones que os he resumido en los anteriores párrafos. A destacar el aspecto premium de esta versión, que queda representado principalmente en la pantalla OLED de 7 pulgadas, reduciendo el marco de la pantalla y ofreciendo una renovada experiencia en juegos que ya habíamos experimentado (ahora con un mejor tratamiento de los colores y de los contrastes). Esto es muy importante. Después de años jugando a Mario Kart 8 Deluxe, por ejemplo, verlo con esta calidad en modo portátil supone un salto a considerar.
Si sientes que es hora de renovar, Nintendo Switch OLED es muy buena opción
Luego, por supuesto, están los detalles concernientes a la mejora del sonido o del sistema de soporte. Se trata de una consola optimizada, sobre todo prestando atención a aquellos jugadores que hacen un uso intensivo de la máquina en modo portátil. Ese diría ahora mismo que es su público. Si llevas con la máquina varios años y sientes que es hora de renovar, Nintendo Switch OLED considero que es muy buena opción. De igual forma, si no tienes la consola aún y quieres hacerte con ella, este modelo es el que te va a ofrecer la mejor experiencia. Al menos, esta es la conclusión a la que he llegado tras estar una hora con la máquina.
También debo comentarte algo relativo al precio. En España no hay precios oficiales por parte de Nintendo: depende de las tiendas en última instancia. Personalmente, he estado siguiendo precios, y estos oscilaban entre los 320 y 350 euros. Dependiendo de cómo se comporte el precio del modelo original con respecto al del modelo OLED veremos si este último tiene más o menos atractivo. Eso es crucial. Por el momento, en Nintendo la intención es que todos los modelos convivan: Switch original, Switch OLED y Switch Lite, pero ya se sabe que el mercado (vosotros) sois los que mandáis.