Sus apariciones han sido mínimas desde el pasado mes de septiembre.
Oculus VR, la empresa tras Oculus Rift, ha confirmado la salida del cofundador de la firma, Palmer Luckey. "Se echará de menos a Palmer", aclaraban en un comunicado, "el legado de Palmer se extiende más allá de Oculus. Su espíritu emprendedor ayudó a dar el paso a la revolución de la realidad virtual moderna y construir una industria propia. Estamos muy agradecidos por todo lo que ha hecho por Oculus y la realidad virtual y le deseamos lo mejor en sus futuros proyectos".
Oculus VR protagonizó la que fue una de las grandes operaciones de la industria del videojuego en el año 2013: Facebook se hizo con la empresa de realidad virtual por 2.000 millones de dólares. Meses antes, Palmer Luckey logró financiar Oculus Rift en Kickstarter, página en la que logró unos 9.000 mecenas y más de 2 millones de dólares. El dispositivo de realidad virtual de Oculus es hoy uno de los referentes en cascos VR de ordenador, y la apuesta de la empresa de Mark Zuckerberg, como se aseguró recientemente, es firme.
No todo ha sido un camino de rosas para Luckey: su apoyo a Nimble America el pasado septiembre en plena campaña a la presidencia de los Estados Unidos no gustó a muchos usuarios de la red, algo que provocó una agria polémica que acabó en un voto de silencio de Palmer Luckey en redes sociales que se ha alargado desde el pasado septiembre. Sus apariciones públicas desde entonces han sido mínimas, hasta el punto que Oculus VR tuvo que confirmar el pasado diciembre que seguía trabajando en la empresa en un nuevo rol que no hemos terminado conociendo.
El último traspié de Palmer Luckey se llevó a cabo en los juzgados. Oculus VR ha sido condenada recientemente a pagar 500 millones de dólares a Zenimax tras una supuesta violación de los derechos de autor de la empresa matriz de Bethesda Softworks. Aunque aún se está pendiente de la futura apelación de Facebook, el propio Palmer Luckey, una de las partes principales de la denuncia, debería desembolsar 50 de los 500 millones, la misma cifra que John Carmack, también involucrado en el peculiar caso.
Luckey aún no se ha pronunciado tras su salida. Es probable que acabe lanzando un comunicado explicando su punto de vista, pero su silencio en redes parece firme y no hay pistas que lleven a pensar que lo acabe rompiendo pronto.