Se trata de emular el estilo anime con los 24 frames por segundo de las escenas de vídeo.
En Namco y Arc System Works están tramando algo importante con el esperadísimo Dragon Ball Fighter Z, y ahora han dado una serie de explicaciones a los aficionados que andaban buscando respuestas en cuanto a qué se esconde tras las obvias diferencias de frame-rate entre secuencias in-game y cinemáticas.
Según explican, los vídeos tratan de emular el estilo anime, por lo que ahí se muestran a 24 frames por segundo, el número de FPS de un producto de estas características. Por otra parte, como es bien sabido, las secuencias puramente in-game se moverán a 60FPS, algo fundamental a la hora de no perder latencia en un juego que exige tanta precisión como los de lucha.