El hombre ha dejado los estudios y solo quiere dedicar su tiempo a jugar a Pokémon.
Una madre japonesa, culpa a Pokémon del trastorno psicológico que sufre su hijo. En una entrevista al medio nipón Nicovideo, Takako Watanabe explicó que su hijo, de 38 años, ha abandonado los estudios universitarios y que ha manifestado su intención de dedicar el resto de su vida a jugar a Pokémon.
A pesar de que la noticia pueda resultar extravagante, en realidad es reflejo de una situación muy compleja que afecta a muchos jóvenes en Japón. El término "Hikikomori" se usa para etiquetar a los jóvenes que han decidido apartarse de la vida social para dedicarse, por completo, a sus aficiones preferidas, abandonando estudios y empleos y limitando drásticamente relaciones con familiares y amigos. Generalmente se suele culpar de este tipo de comportamiento a estas aficiones, como los videojuegos, pero que en realidad se trata de una situación mucho más compleja en el que la estricta sociedad japonesa y los rigores académicos y laborales son las principales causas del problema, mientras que estos hobbies no dejan de ser un refugio emocional.
De esta manera Watanabe también culpa al sistema educativo de Japón, que "coarta los sentimientos de los niños japoneses", si bien los problemas de comportamiento de su hijo empezaron durante la educación secundaria, momento en el que comenzó a jugar a Pokémon. Aunque ha asistido a terapia y ha realizado diferentes tratamientos, su hijo no ha logrado ningún progreso a la hora de retomar una actividad social normalizada. Esta noticia nos recuerda otras similares dadas también en occidente por las que ciertos medios llegan a comparar en artículos alarmantes los casos de adicción a Fortnite como similares a los de la adicción a la heroína.