Hablaremos sobre las novedades de esta revisión y como influye en el uso del dispositivo.
Han pasado dos años desde el lanzamiento oficial del primer modelo de Oculus Rift y aunque existe debate sobre si consiguió, o no, revolucionar la realidad virtual para el mundo de los videojuegos, es indudable que ha moldeado este a través de su influencia, dejándonos en el panorama actual, en el que la VR tiene su propio mercado, dispositivos y lanzamientos. Dicho sector y su público requieren de nuevas necesidades a las que Oculus VR, desarrolladores del casco con el mismo nombre, ha querido responder a través de Oculus Rift S. La que se ha convertido en la primera gran revisión del casco de realidad virtual.
- Cuadro: Diadema adaptable de plástico
- Adaptador IPD: Mediante software
- Seguimiento: Six-DOF head and hand tracking via internal cameras
- Resolución: 2560x1440 total (1280x1440 por ojo)
- Tasa de refresco: 80Hz
- Audio: Altavoces integrados
- Conexiones: DisplayPort 1.2, USB 3.0, Jack 3.5mm
- Peso: 563g
La resolución de las lentes del equipo ha aumentado de 1200x1080 a 1280x1440
Hay numerosos cambios de diseño con respecto al modelo de 2016 e importantes mejoras en sus especificaciones. Primeramente, la resolución de las lentes del equipo ha aumentado de 1200x1080 a 1280x1440 por ojo, una mejora agradecida por las interfaces de juego en el sistema. También destacan otras modificaciones, como una banda de sonido mejorada con la posibilidad de usar cascos externos, o el sistema de ajuste del IPD (Distancia Inter-pupilar) mediante software, que elimina uno de los problemas más recurrentes en los modelos previos al lanzamiento del casco definitivo. Cambios que la empresa justifica con una subida del precio que gira en torno al 10% con respecto a la anterior iteración.
Sin embargo, el mayor cambio de esta actualización es el sistema de detección integrado en las gafas de realidad virtual, que las hace sólo dependientes de sus mandos y un PC para ser funcionales sin requerir la instalación de accesorios en nuestro espacio de juego, un sistema que hereda de las Oculus Quest y Windows MR. Esta facilidad ofrecida por la actualización del conocido casco de VR es el principal punto de venta de la compañía frente a otros modelos.
Y es que, a pesar de estos cambios, la compañía ha apostado por mantener los mismos requerimientos que en su anterior modelo, hecho que termina por limitar el potencial de la revisión y alejarlo de otras propuestas que disfrutan de mejores especificaciones, como es el caso de los productos de VR lanzados por Valve. Estas limitaciones pueden comprobarse en apartados como la tasa de refresco de las lentes, que baja de 90 a 80Hz una reducción poco pronunciada, pero que no es de esperar en una revisión de un producto que depende tanto de la capacidad de reproducir imágenes con buena calidad y fluidez.
Su propuesta está más centrada en los jugadores, su público más entusiasta
Oculus VR es consciente de que la mejor manera de expandir el mercado de la realidad virtual es aumentando el número de hogares con un casco de VR en sus estudios y salones, ya que un mayor número de dispositivos vendidos fomentarán la creación de más contenido para sus productos. Oculus Rift S cierra el círculo abierto por Oculus Go, ocupando un puesto privilegiado como el nuevo producto estrella de la compañía y como su propuesta más centrada en los jugadores, su público más entusiasta.
La fecha clave para averiguar si la propuesta de la compañía estadounidense tiene éxito en su propuesta después del lanzamiento de Rift S el próximo día 27 de mayo, será tras el lanzamiento de Valve Index el próximo agosto, encontrando en el mercado dos propuestas actualizadas para la realidad virtual, una que apuesta por la comodidad y la accesibilidad para la mayoría de jugadores y equipos en PC y otra que centrará sus esfuerzos en la fidelidad de imagen, de seguimiento y la fluidez de un equipo más potente.