Según un informe, la compañía no les informó de que sus creaciones se usarían en tecnologías militares.
Es de sobra conocido que el Departamento de Defensa de los Estados Unidos establece contratos militares con numerosas compañías privadas en el desarrollo de nuevas tecnologías, armamento y dispositivos. Pero también es comprensible que esto genere ciertos dilemas morales entre los empleados de dichas compañías, en especial si no se tratan de compañías de defensa, ni se les ha informado al respecto. Según un informe de VICE, los empleados de Unity están descontentos con la compañía por su falta de transparencia a la hora de informarles de que su trabajo será utilizado por el ejército de los Estados Unidos.
Los empleados no saben si su trabajo es para el ejército de los EE.UU.
La colaboración entre Unity y los militares es de conocimiento público. Unity mantiene una relación con el ejército de EE.UU. desde 2011 y lo indican en su página web. El problema viene cuando la compañía no informa claramente a sus empleados de que el proyecto en el que trabajan es en realidad un contrato militar con fines bélicos. Lo que genera un obvio dilema entre los trabajadores que ficharon por una compañía de videojuegos, esperando trabajar solamente en crear herramientas y motores para videojuegos.
Tres fuentes diferentes de la compañía afirman al citado medio que los empleados están descontentos por la falta de transparencia en torno a los contratos militares. Si bien la mayoría se centran en labores de Inteligencia Artificial, el enfoque multidisciplinar de estas tareas hace que muchos empleados de otros departamentos colaboren sin saberlo en el desarrollo de tecnologías militares. "La mayoría del trabajo de Unity en IA ayuda a otros proyectos gubernamentales, por lo que es difícil calcular la contribución de un individuo a dichos proyectos", afirma una de las fuentes.
No apoyamos propuestas que vulneren nuestros principios
También creen que el resto de herramientas que crean pueden acabar siendo empleadas por otros proyectos que formen parte de dichos contratos militares, colaborando sin saberlo con el ejército de los EE.UU. En respuesta a este informe, el CEO de Unity, John Riccitiello, ha emitido un comunicado donde afirma que la compañía tiene "un proceso de revisión exhaustivo y no hemos apoyado, ni vamos a apoyar, propuestas de las que sepamos que vulneran nuestros principios o valores".
Así mismo, un representante de Unity comenta a VICE que "creemos en la libertad de expresión y dado que el motor de Unity es una herramienta, una que puede ser descargada y empleada por casi cualquiera, nos es imposible controlar o censurar todos los usos que se le de". Por su parte, y siempre en base a las fuentes de este medio, la mayoría de empleados de Unity están cabreados con la compañía tras el comunicado de su dirigente, al descubrir que trabajan con el ejército sin saberlo.
[Ejecutivos] creen que cualquier cosa que no sea lanzar nosotros las bombas está bien
"La reacción ha sido variada", afirma una de las fuentes. "El grupo mayoritario está cabreado por descubrirlo. Hay otro grupo que está confuso o molesto, pero que prefieren esperar a leer el informe antes de juzgar [...] y luego queda un pequeño grupo de hombres, principalmente ejecutivos y dirección, que creen que simplemente deberíamos 'apoyar a nuestras tropas' y que cualquier cosa que no sea lanzar las bombas por nosotros mismos está totalmente bien".
"Algunas de las cosas que estamos leyendo son 100% ciertas", reconoció Riccitiello a sus empleados por mensajería interna, compartido por VICE. "Otras no. Otras son una opinión basada en información parcial". El dirigente de Unity se reunirá con los empleados este martes ante lo que se antoja como una situación muy complicada para la compañía, con empleados descontentos y un dilema moral importante que resolver. Una situación similar, pero algo distinta a la de Activision Blizzard, quienes se enfrentan a una revuelta interna no por contratos externos, sino por una cultura interna de acosos y discriminación.