Nintendo Switch Online recibirá a Nintendo 64 y Megadrive, pero en una versión premium y por más dinero
Ya cuando se anunció Nintendo Switch Online, pensé que se trataba de un servicio incompleto, pero tuve la esperanza de que fuera a más con el tiempo. Después de todo, la compañía nipona carecía de la experiencia de sus competidores (PlayStation Plus y Xbox Live Gold), y además el servicio estuvo funcionando gratis durante varios meses. Pensé que era cuestión de tiempo, que se le podía perdonar por aquel entonces que tuviera solo juegos de NES y unas cuantas funciones. Además, era una buena estrategia para ganar millones de suscriptores hasta que llegara la barrera de pago.
Sin embargo, el tiempo y la política empresarial seguida por Nintendo han jugado en contra del servicio. Los títulos de NES han llegado con cuentagotas durante todo este tiempo, y aunque el aterrizaje de los juegos de SNES fue aplaudido, nunca lo sentí como razón suficiente para justificar el pago de este servicio. Hay actualmente 124 juegos entre ambas plataformas que forman parte de la historia de esta gran compañía, y es un buen número que debería seguirse incrementando. No obstante, parece que el camino de los de Kioto es diferente al que pensábamos.
Con el Nintendo Direct de ayer recibimos un auténtico jarro de agua fría
Todos creíamos que los juegos de Nintendo 64 serían los siguientes en incorporarse (era lo lógico), pero con el Nintendo Direct de ayer recibimos un auténtico jarro de agua fría. Una selección de nueve juegos de N64 como Super Mario 64 o Zelda Ocarina of Time formarán parte de una nueva suscripción (bautizada como "Nintendo Switch Online + Paquete de expansión"). Megadrive también entrará dentro de este nuevo producto, con 14 títulos entre los que se incluye el mítico Sonic the Hedgehog. No sabemos aún los detalles concretos ni lo que costará, pero el gesto ya se ha producido, y me parece muy criticable.
Para tratarlo de la forma más clara posible, Nintendo Switch Online nunca fue un servicio de pago con el suficiente atractivo. Los de Kioto siguieron los pasos de Sony y Microsoft, adoptando una de las decisiones empresariales más cuestionables de esta industria en las últimas décadas: cobrar por jugar online. Lejos de tratar de dar fuerza a Nintendo Switch Online con contenidos que dieran valor al servicio, ahora se dividirá a la comunidad con dos productos que -desde mi punto de vista- no presentan a priori una clara diferenciación. Y es que al final, no lo olvidemos, seguimos recibiendo juegos retro.
Podría haber entendido este movimiento si se hubiesen incorporado juegos actuales al catálogo de Nintendo Switch Online, tal y como hacen actualmente Game Pass y PS Now. En este caso, una expansión me hubiese parecido aceptable. Pero así no. Mi sensación es que Nintendo se lanzó al mundo de las suscripciones sin tener muy en cuenta lo que ya existía en el mercado. Hasta noto cierta soberbia en Nintendo al creer que sus juegos retro justifican este polémico paso. Y el problema no es solo esto, sino que se me ha pasado por la cabeza qué podría ser lo siguiente: ¿sacar otra expansión con juegos de Game Boy Advance y Game Gear, por ejemplo?
Tiempo hay para rectificar, o al menos para escuchar a la comunidad
No le veo mucho sentido, pero ya se sabe que si Nintendo lo hace será por algo. La compañía cuenta con una salud de hierro en sus cuentas financieras y le va de fábula con Nintendo Switch. Es decisión de la compañía hacer esto, porque ellos son los únicos responsables de su destino. Pero también pienso que hay momentos en que es bueno bajarse del pedestal y ver la cantidad de comentarios negativos que se han originado a partir del anuncio de este nuevo servicio de pago. Comentarios que vienen a unirse a una serie de políticas recientes, las cuales parecen no tener muy en cuenta al usuario.
Quiero pensar que no nos lo han contado todo bien y hay cosas que se han quedado en el tintero, pero aun así considero que el gesto está hecho y no ha sido para nada popular. Tiempo hay para rectificar, o al menos para escuchar a la comunidad. Todo depende de ellos (y también un poco de nosotros).