Los "productos" ya han sido retirados volviendo a generar una polvareda en el sector sobre estos activos.
Quizás sin el gran éxito esperado por sus impulsores, el mundo de los NFT continúa avanzando por la industria del videojuego de la mano de grandes marcas. Ese es el caso de GameStop, uno de los principales establecimientos comerciales del sector, que de acuerdo a unas denuncias publicadas por Ars Technica habría usado para su comercio de NFT lanzamientos indies sin permiso de sus creadores.
Según podemos leer en el portal especializado, Nathan Ello, quien creó la colección NiFTy Arcade con juegos independientes como Worm Nom Nom, Galactic Wars y Rogue Fleet, no buscó el visto bueno de sus autores para al menos dos de ellos, estando ellos excluidos de cualquier arreglo para ganancias relacionadas.
Si alguien quisiera devolver el dinero que ganó con mi trabajo, sería en forma de crypto de mierda
La colección en cuestión proporciona "NFT interactivos" vinculados a juegos HTML5 que se podían jugar completamente desde la billetera criptográfica de un propietario. Para ello buscó propuestas de código abierto aprobadas para uso comercial, aunque como puede verse la investigación no fue del todo acertada. Ante este rechazo el promotor ofreció el dinero recaudado a los desarrolladores originales y eliminó la colección, pero los implicados no están muy de acuerdo con la situación.
"Mi trabajo se vendió con fines de lucro sin mi consentimiento", dijo el desarrollador de Breakout Hero, Kyrstian Majewski. "De todas formas, incluso si alguien quisiera devolver el dinero que ganó con mi trabajo, sería en forma de crypto de mierda".
Pese a no estar ya en el comercio de GameStop, en GameSpot se hacen eco de un problema evidente: estos "productos" se pueden vender ahora en otros mercados.
La noticia vuelve a poner en entredicho a aquellos que afirman que esta práctica es beneficiosa para los creadores. En el sector del videojuego han sido varias las compañías que han tratado de introducirse de una forma u otra, destacando los esfuerzos de Ubisoft así como el primer gran paso en falso de Square Enix.