Cuando hablamos de buena acción es fácil que nos vengan a la cabeza nombres como Max Payne o John Wick, pero hace años la acción en el mundo del cine se limitaba a enseñarnos cómo alguien disparaba en un plano, y luego otro en el que se veía a alguien muriendo de la forma más estrafalaria posible.
En el vídeo de hoy vamos a conocer el origen de todas esas ideas locas como las pistolas dobles, el tiempo bala o las piruetas a la hora de matar enemigos que tanto el cine de acción como el mundo del videojuego han abrazado con la fuerza de un oso pardo Una moda que empezó hace décadas con el cine de acción chino y que, para sorpresa de nadie, ha terminado influenciando grandes sagas de nuestra época como Misión Imposible, John Wick o casi cualquier franquicia de tiros que pueda venirte a la cabeza.
Lo más curioso es que todo eso se lo debemos a una única persona que, además, tuvo la oportunidad de plasmar sus mayores locuras en un juego a reivindicar: el mítico Stranglehold que llegó a consolas y PC en 2007 para demostrarnos que el cine de John Woo también podía vestirse de videojuego.
Un juego divertidísimo con algunas de las ideas más descerebradas que nos ha dado el medio pero que, lamentablemente para los fans del director hongkonés, se pegó un guantazo tremendo en ventas.
Toca comprobar de primera mano hasta qué punto fue un fracaso merecido, hasta dónde llegan las raíces de esa misma influencia y, de paso, hacer memoria de un buen puñado de grandes momentos que nos ha dado el mundo del cine y el videojuego a la hora de mostrarnos unos tiroteos lo más palomiteros posibles.
En 3Djuegos | Esta saga es un drama, pero tiene uno de los mejores FPS jamás creado
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