Hace apenas siete meses había 50.000 jugadores disfrutando de forma simultánea de un nuevo battle royale que se presentaba con una premisa interesante. Sin embargo, los días de gloria de Super People 2 ya parecen demasiado lejanos. Desde aquel feliz primer día en el que los responsables del juego ponían a disposición del público lo que parecía un PUBG en el que los personajes tenían superpoderes, el conteo de usuarios simultáneos no dejó de bajar. Cuando acabó el pasado año eran solo 10.000, en marzo quedaban 2.000 y este 25 de mayo menos de 300 personas activas al mismo tiempo. Una situación que solo podía tener un final.
Todos los problemas que esperas de un shooter battle royale
No se puede acusar a los desarrolladores de no intentarlo, porque apenas dos meses después del lanzamiento llevaron a cabo cambios de tal magnitud que decidieron renombrar el título. El que en octubre de 2022 se lanzaba como Super People era ya "Super People 2" a mediados de diciembre. Intentaron hacer las cosas bien, pero simplemente el proyecto nunca pudo despegar. Todos los problemas que pueden afectar a un shooter battle royale se cebaron con este título y, simplemente, no supieron cómo reaccionar.
Los personajes de Super People tenían sus propias habilidades, lo que lo diferenciaba de otros battle royale.
Parte de los fallos están en el ADN del battle royale. Es un género particularmente sensible a la aparición de tramposos, ya que un solo jugador puede afectar a la partida de decenas de enemigos. Esta queja, la de la existencia de demasiados de los mal llamados ‘hackers’, fue una de las más populares entre la comunidad durante todo el ciclo de vida del juego. Una situación que no genera precisamente un ambiente proclive para la entrada de los nuevos jugadores. Sin retener a sus usuarios ni ser capaces de retener a los que se iban, los días de Super People 2 estaban contados.
Los battle royale necesitan una cantidad mucho más grande que otros títulos multijugador. Hasta Fortnite toma precauciones a la hora de añadir modos de juego para evitar problemas con el tiempo de espera de los jugadores. En el caso de Super People, la situación era gravísima. Tener apenas 2.000 jugadores simultáneos repartidos en todo el mundo obliga a utilizar servidores demasiado lejanos para la mayoría de ellos, lo que también termina generando partidas de pésima calidad debido al ping. La única solución, que por supuesto intentaron los desarrolladores, fue añadir bots. Sin embargo, la experiencia no era divertida.
Super Peolple intentó seguir el ritmo de otros juegos como servicio.
A diferencia de otros géneros, en los que un juego puede subsistir con apenas un par de miles de jugadores, el battle royale es particularmente proclive a este tipo de colapsos. Encefalograma plano en apenas unos meses y ya sin margen operativo. ¿Tal y como estaban las cosas, quién se iba a animar a probarlo? Desde la compañía se han disculpado por la situación y agradecen a la comunidad su compromiso. "Ya no podemos daros la experiencia divertida que querríamos", cierra el comunicado. Adiós definitivo a un juego que, por lo menos, busco cómo diferenciarse de la competencia.
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