Entiende cómo funciona tu ordenador en la trastienda para evitar que se te llene de procesos innecesarios.
Da igual que uses tu ordenador para trabajar o para jugar: si va lento te vas a sentir tan frustrado/a que te van a entrar ganas de tirarlo por la ventana. En ocasiones, estos bajones de rendimiento pueden convertirse en puros tirones y hasta congelar la imagen, con lo que ni siquiera podrás seguir usando correctamente tu PC. En este artículo de referencia quizá vienes buscando soluciones, quizá vienes buscando prevenciones, quizá solo vienes a echar la tarde…
De cualquier manera, tienes que tener en cuenta que Windows es un sistema operativo que, una vez comprendido, te ofrece herramientas de sobra para evitar estos problemas o detener su avance hasta que sea irremediable. Es decir, que vamos a usar los propios métodos nativos del SO. Venga, menos prolegómenos y más soluciones.
Antes de empezar: usa el Administrador de tareas
El Administrador de tareas es una de las herramientas más potentes a la hora de monitorizar el rendimiento del ordenador, porque no solo nos permite ver qué aplicación está consumiendo más recursos, sino que además nos permite finalizar tareas bloqueadas, asignar prioridades de uso, etc. Al abrirlo, te recomendamos desplegar la vista detallada abajo a la izquierda ("Más detalles"), porque sin ella no tendrás ni un 10% de la funcionalidad que buscas.
Ya en la pestaña de procesos puedes ver la lista completa, tanto de apps abiertas, o en primer plano; como de los que hay en segundo plano. En ocasiones, identificar algo que esté drenando los recursos del ordenador es muy sencillo, porque la verás coloreada con más intensidad. Otras veces, incluso puede aparecer que no responde, pero el ordenador todavía no se anima a proponerte cerrarla. En estos casos, no tengas miedo y haz clic derecho para "Finalizar tarea".
¿Qué ralentiza tu PC?
Un antivirus obsesivo
Si después de observar un rato el Administrador de tareas te das cuenta de que gran parte de ese porcentaje de recursos lo acapara tu antivirus (sea de pago o gratuito, no juzgamos), es muy probable que esté trabajando de más. Un buen antivirus debe consumir poco, y en caso de escanear archivos o tu uso de red, hacerlo de forma "minimalista" y muy detallada.
En caso de que tu programa esté analizando tus unidades de almacenamiento en bucle, cada poco tiempo, deberías plantearte limitar sus horas de uso a momentos en los que no estás trabajando o jugando, como durante la hora de comer. Otra opción es que realices a mano los análisis de manera periódica, pero este proceso es más tedioso y te gastará RAM de tu propio cerebro.
Aglomeración de procesos de inicio
Si percibes que ya desde que inicias la sesión tu PC se lo toma con calma o va a tirones, es posible que haya uno o varios procesos/programas que están ocupando la lista de tareas de inicio. En el mismo Administrador de tareas hay una pestaña que dice "Inicio". Allí puedes encontrar la colección completa de apps que se lanzan junto con el sistema: software de periféricos, servicios en la nube, el antivirus, etc.
Te animamos a que le des un repaso con detenimiento a esa lista para ver qué es lo que ocupa tus recursos al encender el ordenador. En ocasiones puedes encontrar algún proceso desconocido de algún programa que no usas, o quizá incluso algún programa que no quieres ejecutar necesariamente al empezar a usar el PC, como Steam o Spotify.
El navegador web: ese sumidero de RAM
Cómo no, tenemos que hablar de la cosa nostra: el navegador web. Se trata de programas que, mal optimizados, pueden llegar a ocupar una cantidad de memoria RAM y potencia de procesamiento tales que todo el ordenador empieza a renquear (como le sumes un Photoshop, te dará igual tener 32 GB de RAM). Ya sabes lo que hacer: con el navegador abierto en uno de esos momentos en los que tu ordenador "va lento", abre el Administrador de tareas.
Si ves que tiene un gran porcentaje de recursos ocupados, primero haz una parada en la lista de extensiones que tengas habilitadas. En ocasiones hay alguna que no deja de dar la tabarra desde la trastienda, por lo que podrías solucionar el problema deshabilitándola, pero otras veces… Te tocará cambiar de navegador. Por suerte, actualmente es muy fácil cambiar a otro manteniendo tus marcadores y extensiones, así que no sufras.
Trucos para "arreglar" un PC lento
Aunque ya hayamos pasado por encima de algunas claves para estabilizar el rendimiento y deshacerte de aplicaciones o procesos innecesarios que consumen recursos y ralentizan tu ordenador, te resumimos los principales métodos:
- Cierra aplicaciones cuando acabes de usarlas: muchas aplicaciones, como reproductores de música, plataformas de juegos o de productividad, tienden a quedarse en segundo plano funcionando aunque ya no quieras usarlas. Suelen encontrarse en la bandeja de iconos ocultos, en la parte derecha de la barra de herramientas de Windows. Búscalas ahí y cierra la que te sobre.
- Pausa la sincronización de OneDrive: la propia Microsoft reconoce que su programa de sincronización con la nube puede ralentizar tu PC, así que si necesitas que te deje un poco de aire, pausa la sincronización haciendo clic derecho en su icono y "Pausar sincronización".
- No te quedes sin espacio: siempre es recomendable tener por lo menos la mitad del espacio de disco libre para un correcto funcionamiento, especialmente si se tratan de instalación o principal. Si quieres asegurarte de qué carpetas ocupan más espacio en tus unidades sin tener que mirar a mano, prueba con TreeSize, que te lo indica muy cómodamente con un rápido análisis.
- Reinicia, apaga, dale aire a tu PC: no puede ser que tengas el ordenador encendido durante horas y horas y esperes que todo funcione perfectamente. Te lo decíamos igual con tu Android: debes reiniciar y apagar tu ordenador de vez en cuando. Primero, para poder liberar memoria, y después ¡por puro ahorro energético!
Imagen | Ugi K. en Unsplash