Este Logitech inalámbrico es el mejor ratón gaming que he probado. Tanto, que no descarto hacerme con otro ahora que está en oferta

En la experiencia de juego que acabamos obteniendo en nuestras sesiones gaming entran en juego multitud de factores: desde el equipo que usamos al entorno en que nos encontramos, pasando por todos esos periféricos que nos ayudan a exprimir nuestros títulos favoritos. De modo que, en la medida de lo posible, deberíamos hacernos con los mejores que podamos, dentro de lo que el bolsillo nos permita.

Logitech G305 LIGHTSPEED Ratón Gaming Inalámbrico

PVP en MediaMarkt — 34,90 € Amazon — 49,50 € PcComponentes — 59,03 €

* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión

Sin embargo, afortunadamente, no hace falta gastar demasiado para conseguir unos buenos periféricos gaming. Y en mi caso, así ocurrió el día que di el salto a este estupendo ratón gaming de Logitech. El cual, a su precio actual (lo encontramos rebajado a sólo 34,90 euros, con un 50% de descuento) para mí no tiene rival y es la mejor opción de compra posible.

Hablamos del G305 de Logitech. La versión inalámbrica del G203, todo un súper ventas que suele ser la opción de compra más recomendada para presupuestos bajos. Pero en este caso, como decimos, viene sin cable y eleva la experiencia de juego a otro nivel. Ofreciendo lo mismo que modelos bastante más caros pero a un precio mucho más contenido. Tanto es así, que he aprovechado sus sucesivas rebajas para hacerme con más de uno y lo uso indistintamente en mi PC de sobremesa y también en mi portátil gaming.

Estamos ante un ratón no demasiado llamativo, sin un diseño espectacular ni RGB, pero muy práctico y perfecto tanto para jugar como para trabajar. Se conecta vía inalámbrica a través de la red 2,4 GHz, lo que junto a su tecnología Lightspeed se traduce en una latencia mínima, similar a la de modelos alámbricos. Cuenta con 12.000 DPI, cifra suficiente para la mayoría de jugadores. Permite configurar sus 6 botones a nuestro antojo y con una sola pila es capaz de alcanzar las 250 horas de uso, por lo que sólo hace falta cambiarla una o dos veces al año.