La inteligencia artificial es el sector tecnológico más relevante del momento. Ya sea por las virtudes de ChatGPT, el bot conversacional capaz de enseñarte cómo crear una bomba si sabes la forma de burlar su sistema, o por otros agentes relevantes como NVIDIA u OpenAI, no hay día en la industria en el que no se hable de algún aspecto relacionado con la IA. Y, por ello, el foco ha vuelto a centrarse en los creadores de ChatGPT, ya que Sam Altman (el CEO que volvió tras ser despedido) está buscando una financiación histórica: 7 billones de euros.
Como indica el portal Techspot en una reciente publicación, OpenAI busca la forma de dejar atrás su dependencia de los chips de NVIDIA. Por ello, Altman considera que la mejor forma es desarrollar su propio negocio de semiconductores, una industria que mueve miles de millones de dólares al año y que enfrenta a países de la talla de Estados Unidos, China, Corea del Sur y Taiwán. Así, el CEO de OpenAI está recorriendo el mundo buscando financiación y, como indica Techspot, dicha situación le ha llevado a reunirse con MGX, una compañía de inversiones con sede en los Emiratos Árabes Unidos.
Busca recaudar entre 5 y 7 billones de euros
El objetivo de MGX es convertir a Abu Dhabi (la capital de los Emiratos Árabes Unidos) en uno de los centros neurálgicos del desarrollo de inteligencia artificial. Por ello, Altman ha certificado una reunión con la empresa, ya que desde el año 2022 exploran varias opciones relacionadas con el desarrollo de chips como producir sus propias unidades, comprar un fabricante de chips o colaborar con más proveedores, una situación que les llevaría a diversificar su base más allá de NVIDIA. Y, para esta tarea, Sam Altman tiene claro cuánto dinero necesita: entre 5 y 7 billones de euros.
En febrero, el máximo responsable de ChatGPT declaró que “construir una infraestructura de IA a gran escala y una cadena de suministro es crucial para la competitividad económica”. Esto, sumado a la situación actual que atraviesa la compañía, ya que sufre una escasez de GPU necesarias para alimentar las necesidades de ChatGPT, han provocado un retraso en las hojas de ruta de la firma. Por ello, OpenAI quiere desprenderse de su dependencia del superordenador de Microsoft, una unidad que utiliza 10.000 tarjetas gráficas de NVIDIA. Solo el tiempo dirá si Altman consigue su cometido.
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