China busca poner a EE.UU. en una “posición imposible” con sus nuevas exigencias

El conflicto entre Estados Unidos y China no deja de crecer. En las últimas semanas, ambas potencias se han visto enfrentadas por asuntos como el hipotético riesgo a la seguridad que supone TikTok u otros ámbitos más relacionados con la tecnología como la cruzada que mantienen ambos países por la industria de los chips. Por ello, China ha vuelto a mover ficha y, tal y como reportan distintos medios, ha comenzado una particular caza de brujas que tiene como objetivo poner trabas a todas las fusiones en las que participen compañías estadounidenses.

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Así, como recoge Ars Technica, el regulador antimonopolio del país asiático se ha puesto las pilas en las últimas semanas. Como parte de dicha actividad, este sector estaría frenando todas aquellas operaciones de fusión (adquisiciones de empresas, integración entre compañías y similares) en las que estén involucradas firmas estadounidenses. Y, al parecer, esto tendría como objetivo torpedear las operaciones a medida que “se intensifica la guerra tecnológica con Washington”.

China pone trabas a las operaciones de Estados Unidos

Estos movimientos, por ejemplo, dejan en una posición compleja a adquisiciones como la de Activision Blizzard, una compañía que está a expensas de lo que dictaminen distintos organismos reguladores para conocer cuándo pasará a formar parte del ecosistema de Microsoft. Así, China estaría llevando a cabo esta forma de obstrucción para tener una “alternativa sutil” a la prohibición de empresas. De hecho, las exigencias del país asiático en según qué casos podrían terminar poniendo a las compañías estadounidenses en “una situación imposible”.

Según señala el mismo medio, Washington ha promulgado leyes que “restringen la capacidad de las empresas estadounidenses para vender a China y ampliar allí determinados tipos de producción”. Por ello, aquellas firmas con escala internacional que quieran llevar a cabo una fusión necesitan la aprobación de autoridades de varios países. Y, a sabiendas de dicha situación, China tiene en mente varias exigencias que complican las operaciones de compañías estadounidenses en su territorio, una situación que tendrá un impacto directo en sus negocios en suelo estadounidense. Por tanto, ambos países continúan con su particular enfrentamiento que no para de escalar.