Hace escasas horas conocimos que Estados Unidos había endurecido sus sanciones contra China. Desde hace años, los norteamericanos están inmersos en su búsqueda de la independencia tecnológica, una situación que les ha llevado a impulsar la Ley CHIPS para aumentar la producción local de semiconductores. Sin embargo, dicha situación también ha provocado que, de la misma forma que apoyan los comercios estadounidenses, torpedeen todo aquello relacionado con China para intentar que su rival tecnológico no consiga prosperar.
Los asiáticos, lejos de quedarse con los brazos cruzados, también han llevado a cabo distintas maniobras con la intención de impedir el crecimiento de Estados Unidos. De esta forma, han aprobado la prohibición del uso de tecnología norteamericana en los equipos del Gobierno, una situación que ha golpeado a empresas como Apple, Tesla, NVIDIA y AMD. Y, a tenor de las recientes actualizaciones de EE.UU., China ha querido expresar su descontento por la situación y el impacto tan negativo que podría tener tanto en empresas norteamericanas como en las asiáticas.
El portavoz de China asegura que están dispuestos a cooperar
Como recoge Reuters en una reciente publicación, un portavoz de China ha analizado la situación y ha señalado por qué Estados Unidos ha tomado una mala decisión. Según señala, la medida “afecta gravemente” a aspectos como la cooperación entre empresas chinas y extranjeras. Además, también señalan que va en contra de los “derechos e intereses legítimos” de estas, razón por la que China se opone firmemente a las nuevas actualizaciones de las sanciones. Pero, según confirmaron los norteamericanos, estas no serán las últimas que lleven a cabo.
En relación al impacto que podrían tener estas restricciones, China ha asegurado que está dispuesta a “trabajar con todas las partes” con una única intención: “reforzar una cooperación mutuamente beneficiosa y promover la seguridad y estabilidad de la industria mundial de semiconductores y la cadena de suministros”. Para los asiáticos, las medidas que han tomado los norteamericanos generan aún más incertidumbre en la industria de chips. Sin embargo, para los estadounidenses, son necesarias para mitigar el posible crecimiento que pueda experimentar China.
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