Si piensas en conducción autónoma, lo más probable es que Tesla sea la primera marca que ronde tu cabeza. Sin embargo, para muchos el futuro no pasa por este tipo de opción, sino por la conducción remota y sus posibilidades. Así, a grandes rasgos, una forma de resumir el alcance de esta industria sería el siguiente: imagínate a los mandos de un simulador de conducción de coches, pero con la posibilidad de ir por las autopistas y carreteras reales.
Eso es lo que pretende Vay, una empresa alemana con sede en Berlín que está probando las posibilidades de controlar coches de forma remota a través de simuladores avanzados. Desde el antiguo aeropuerto de Tegel, los conductores pueden manipular pedales y volante a distancia mediante cámaras y pantallas de alta calidad. De esta forma, la experiencia recuerda a un simulador de carreras, pero cuenta con hardware profesional: sillas de cuero, volantes reales y monitores triples.
Como era de esperar, muchos han relacionado esta idea con una experiencia gaming llevada al ámbito laboral, pero detrás hay mucho más. La legislación alemana ya ha aprobado el uso de estos vehículos en carreteras específicas, una situación que pondrá en práctica a partir del 1 de diciembre. Así, no se trata de vehículos autónomos, sino de coches manejados por humanos a distancia. Por ello, surgen una serie de dudas que deben resolverse antes de la puesta en escena.
Conduciendo vehículos a kilómetros de distancia
Vay no funciona como un taxi tradicional, ya que su misión es otra: sus conductores no transportan pasajeros, sino que entregan coches de alquiler solicitados por una app y los retiran cuando el usuario ya no los necesita. A diferencia de compañías como Tesla o Cruise, todas las decisiones recaen en humanos y, por ende, se reduce la ambigüedad legal en caso de accidente. A pesar de ello, existen dudas técnicas en torno a qué podría ocurrir si se pierde la señal entre vehículo y operador.
Imagen de: Vay
Para Vay, su intención principal es convertirse en una alternativa laboral segura que le llevará a contratar antiguos conductores de Uber que han vivido agresiones o condiciones precarias. De esta forma, su prioridad es garantizar sueldos por hora, pausas y fomentar el trabajo en equipo. Además, también están reclutando a camioneros retirados que agraden no pasar semanas fuera de casa o sufrir problemas de salud por la conducción prolongada en carreteras.
Los usuarios, según reveló Vay, pagarán por minuto y tendrán la oportunidad de disfrutar de tarifas hasta un 50% menores respecto a otros servicios similares. Así, esta propuesta llega en un contexto particular en Alemania, ya que Uber está viviendo dificultades legales por la protección del sector taxi. Por ello, Vay podría aprovechar este vacío gracias a su enfoque regulado centrado en favorecer a los trabajadores. Además, en términos de percepción social, este modelo se presenta como un empleo del futuro al ser seguro, estable y tecnológicamente innovador.
Imagen principal hecha con IA (3DJuegos)
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