El auge de la inteligencia artificial ha dado a los interesados en esta tecnología la posibilidad de explorar campos la mar de curiosos. Por un lado, hace escasas semanas conocimos la historia de un usuario que salvó la vida de su padre gracias a ChatGPT, pero sorprendentemente él mismo recomendaba a los usuarios que no siguiesen sus pasos. Y, mucho antes de esta historia, nos topamos con otra protagonizada por un hombre que creó a una novia utilizando la inteligencia artificial solo para ser rechazado por la misma poco después.
Como si se tratase de la película Her, cada vez más usuarios están encontrando interesantes las virtudes de la inteligencia artificial de cara a forjar relaciones íntimas con estas herramientas. Por ello, la investigadora Sherry Turkle ha centrado su trabajo en estudiar la intimidad artificial de los chatbots de IA, un experimento que nos cuentan los compañeros del portal Futurism en una reciente publicación. De hecho, Turkle señala que su interés en cómo las máquinas simulan preocupación y amor, así cómo las conexiones íntimas que los humanos hemos desarrollado con ellas desde hace décadas, son el principal motor de su investigación.
La relación entre IA y humanos se ha intensificado
En la misma publicación indican que Turkle destaca en su estudio que la inteligencia artificial ofrece la ilusión de intimidad sin las demandas de las relaciones humanas, un aspecto diferencial para muchas personas que entablan este tipo de conexiones. Así, nombra como ejemplo a un hombre casado que, según sus propias palabras, encontró tanto validación como interés sexual en un chatbot de IA, asegurando además que este tipo de conexión es más fogosa que con su actual esposa al revelar que habían perdido la chispa romántica y sexual.
No obstante, Turkle lanza una advertencia para aquellos que muestran tanto interés en la inteligencia artificial: estas relaciones pueden ser engañosas y basadas en empatía fingida. De hecho, señala que es importante dejar atrás el apego excesivo que algunos desarrollan hacia los chatbots de inteligencia artificial, si bien reconoce que es una tarea compleja por lo bien que estos suplen a los humanos en determinadas interacciones sociales. Por ello, termina su reflexión asegurando que la IA es aquello que se encuentra “entre la persona y la fantasía”, ya que se amolda a nuestros gustos y a todo aquello que estamos buscando.
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