El avance de aspectos como los bots o la inteligencia artificial ha llevado a las compañías a intentar dar un paso más allá a la hora de poner límites al impacto de estos agentes en la red. En la actualidad, casi la mitad del tráfico de internet está generado por bots, un aspecto al que hay que sumar lo complicado que resulta diferenciar a humanos de estos agentes a raíz de lo avanzados que son. Por ello, una investigación quiso decretar la eficacia de los bots ante, por ejemplo, las clásicas pruebas CAPTCHA para acceder a sitios web. Y, para desgracia de los humanos, nos quedamos muy atrás en lo que a eficacia y rapidez se refiere.
A estas alturas, prácticamente cualquier usuario que haya utilizado internet se ha enfrentado a un CAPTCHA. En ocasiones, estas pruebas solicitan a los usuarios que introduzcan las letras que aparecen en un cuadro; en otras, se pide que se seleccione las bicicletas, los pasos de peatón o los semáforos que aparecen en la imagen, siendo este último uno de los más populares. Por ello, investigadores de la UC Irvine quisieron poner a prueba la eficacia de los humanos y los bots en esta prueba, una situación que les llevó a comprobar que los humanos tardan más y, al mismo tiempo, son menos eficaces.
Los bots tienen la batalla ganada en internet
Según recoge el portal PC Gamer, la investigación congregó a 1.000 candidatos de distinta edad, sexo, ubicación y nivel de estudios. Como requisito, todos tendrían que intentar completar 10 CAPTCHA de la forma más eficaz y en el menor tiempo posible. Para desgracia de los humanos, estos obtuvieron una precisión entre un 50% y un 84%, dos cifras a las que hay que sumar que tardaron entre 9 y 15 segundos para completar cada prueba. Los bots, por su parte, dejaron los hitos cosechados por los humanos a la altura del suelo.
Como señala el mismo medio, la tasa de acierto de los bots fue de 99,8%. Además, consiguieron completar cada CAPTCHA en menos de un segundo, una situación que demuestra que la eficacia de estos agentes les convierte en prácticamente perfectos. Salvo casos excepcionales, son capaces de completar las pruebas con una rapidez asombrosa y, al mismo tiempo, una eficacia difícil de igualar. Por ello, el siguiente enigma para los investigadores es qué CAPTCHA se debería emplear, una situación que no es novedosa ya que el test de Turing comienza a quedarse obsoleto.