La ambición tecnológica de un país asiático en crecimiento provocó que los grandes inversores del mundo pusieran su atención en él. Así, la India apuntaba a ser el próximo titán de los videojuegos, un aspecto al que hay que sumar su intención de superar a Estados Unidos y China en la carrera tecnológica ofreciendo ventajas económicas sin precedentes. Sin embargo, según recogen distintas fuentes, parece ser que la fe que muchos inversores depositaron en el país ha comenzado a diluirse de forma acelerada.
Como señala Reuters en una reciente publicación, a pesar de que la economía de la India está en auge, no se puede decir lo mismo de sus startup. En los últimos años, los inversores han inyectado miles de millones de dólares en empresas tecnológicas indias, pero la falta de resultados se ha traducido en una mayor precaución. De hecho, las palabras de Karthik Reddy (socio director de Blume Ventures en India) resumen a la perfección la situación: “cuando tu cartera actual no muestra ganancias, es difícil entusiasmarse para hacer más inversiones”.
El crecimiento más lento en los últimos años
Según la información de Reuters, firmas como la que dirige Reddy cogerán la situación por los hombros y reducirán su inversión en el país asiático. De esta forma, tras haber realizado una inyección de dinero en 12 compañías el año pasado, en 2024 han decidido reducir dicho número hasta 8. Así, los inversores están más centrados en la rentabilidad potencial y, por ello, han perdido interés en las empresas tecnológicas y están comenzado a fomentar a aquellas relacionadas con el ladrillo y la construcción de edificios.
En enero y febrero, las startups indias recaudaron cerca de 800 millones de euros. Esa cifra, gigantesca para muchos territorios, demuestra el mal momento que atraviesan las empresas del país asiático, ya que en 2023 la recaudación total ascendió hasta los 7.500 millones de euros. De seguir la tendencia actual, apenas llegarían a 4.800 millones de euros y se quedarían muy por detrás de los registros no solo de 2023, sino de años anteriores como 2022 (más de 22.000 millones de euros) y 2021, fecha en la que consiguieron un récord con más de 35.000 millones de euros.
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