Abelardo González
Editor - TechCuando Apple quiso solucionar los problemas de aquellos usuarios que no recuerdan dónde dejaron sus objetos más preciados, el resultado fue la creación del AirTag. Así, este artefacto no solo sirve para localizar algo que quieras encontrar y no recuerdes dónde está, sino también para evitar sufrir las consecuencias de un robo. Sin embargo, la firma norteamericana ya trabajaba con tecnología de localización antes de la creación del AirTag, razón por la que el protagonista de la historia de hoy pudo encontrar su móvil a 9.000 kilómetros de distancia.
Un usuario perdió su iPhone 11 en Texas durante un viaje con un coche alquilado. Sin darse cuenta, el teléfono se cayó en una de las rendijas del vehículo y nunca logró recuperarlo. A pesar de lo difícil que es volver a encontrarlo, se dio cuenta que el móvil terminó en una vivienda de San Antonio tras activar la función "Buscar mi iPhone", una herramienta exclusiva de Apple que permite localizar el dispositivo. Por desgracia, el dispositivo no permaneció conectado el tiempo suficiente y, apenas unas horas después, perdió la pista para siempre.
Al darse cuenta que no podría encontrar su móvil, decidió activar el modo perdido para borrar todos los datos, pero la imposibilidad de conectarse al dispositivo le impidió sacar partido a esta función. Para su desgracia, el teléfono se apagó y permaneció inactivo durante años. Sorprendentemente, la historia dio un giro de 180º cuando el iPhone volvió a encenderse, pero lo más llamativo no fue eso: tras perderle la pista en Texas, lo siguiente que supo de su teléfono inteligente es que se había activado en el país asiático más potente del mundo.
¿Dónde apareció su móvil?
De manera sorpresiva, el iPhone 11 que perdió reapareció tres años después en China, motivo por el que se encontraba a 9.000 kilómetros de distancia del punto de pérdida original. El dispositivo, al no haberse borrado, seguía vinculado a la función "Buscar mi iPhone", una situación que le permitió volver a encontrar el dispositivo mucho tiempo después.
Como era de esperar, su principal preocupación fue la seguridad de sus datos, ya que su cuenta de Apple aún permanecía activa en el móvil perdido. Sin embargo, Apple prioriza la seguridad de los usuarios por encima de otros aspectos y, gracias a ello, no tenía nada que temer. Mientras el iPhone siga vinculado a su cuenta, los terceros no tendrán oportunidad de usarlo o revenderlo, ya que el dispositivo permanece bloqueado.
De hecho, el verdadero riesgo surgiría si decide eliminar el dispositivo de su iCloud, ya que esto se convertiría en una puerta de entrada que daría acceso completo al nuevo poseedor. Así, como ya sucedió con el gato que apareció a cientos de kilómetros de su casa, esta historia recuerda lo importantes que son los sistemas de localización actuales, ya que permiten encontrar dispositivos perdidos varios años después de habernos olvidado de ellos.
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