Una de las principales consecuencias que trajo consigo el confinamiento fue el aumento del teletrabajo. Antes de la pandemia, esta posibilidad estaba destinada a unos pocos empleados; sin embargo, la necesidad de adaptación derivó en sacar partido a esta opción ya que era la única posibilidad de seguir operando. Por ello, en los últimos años se ha experimentado un incremento de los nómadas digitales, un sector laboral que destaca por poder realizar su profesión desde cualquier rincón del mundo. Y dicha situación, como señala un reciente reportaje centrado en esta figura, está provocando el enfado de muchas ciudades.
Así, los compañeros de Genbeta han publicado un artículo que ahonda en el régimen de visas de los nómadas digitales. Cada vez más países, entre los que se incluye España, demandan unos ingresos mínimos a aquellos trabajadores que desean instalarse en sus ciudades para evitar que, por ejemplo, estén exentos de pagar impuestos. Sin embargo, las altas exigencias de estas regiones, entre las que se incluye doblar el salario mínimo interprofesional, han provocado que el coste de vida aumente en según qué zonas. Y, por ello, los ciudadanos afectados han comenzado a mostrar su disconformidad.
El precio de la vivienda en España está aumentando considerablemente
Desde el pasado mes de diciembre, aquellos interesados pueden mudarse a España siempre que cumplan los requisitos mínimos para nómadas digitales. Entre estos, por ejemplo, se incluye que los ingresos mínimos sean de 2.250 euros al mes, una cifra que corresponde al doble del SMI actual. Sin embargo, exigir esta cantidad ha propiciado que muchos nómadas digitales opten por mudarse a zonas económicas que, con la llegada de estos, han aumentado considerablemente sus precios. Así, Genbeta relata el caso de Cristina González, nativa de Tenerife que asegura que alquilar algún piso en Tenerife, sobre todo en el sur, ronda los “1.200 euros al mes”. Y, por desgracia, la situación no termina ahí.
Según detalla, alquilar una habitación ya cuesta lo mismo que en Madrid o Barcelona, razón por la que ve inviable poder asumir ese gasto con su sueldo. De esta forma, la llegada de los nómadas digitales ha derivado en un aumento considerable del coste de vida, una situación que en zonas turísticas (como es el caso de Tenerife) se suma a las viviendas que los propietarios destinan a este tipo de faceta. Por ello, Genbeta relata que muchos ciudadanos temen un desembarco masivo de nómadas digitales ya que, como sucede en ciudades como Madrid o Barcelona, esto se traduce en un coste de vida más alto que muchas personas no pueden asumir.
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