A finales de la primera década de los 2000 y comienzos de la siguiente, la literatura adolescente vivió un auge sin precedentes debito al éxito de Crepúsculo. Este éxito, tanto literario como en la gran pantalla, no solo dio paso a que otras obras como Los Juegos del Hambre, Medianoche o Divergente se abrieran paso, sino que provocó que su autora, Stephenie Meyer, se lanzara a escribir otros universos como el de La Huésped. Así, la primera novela fue un éxito mundial y no se tardó en adaptar a la gran pantalla, pero su resultado no fue el que se esperaba y todo su universo, incluido el literario, se acabó cancelando. Sin embargo, ¿era tan mala la película que lanzó Radioactive de Imagine Dragons? Hay quienes dirían que no.
La Huésped era una buena adaptación
La Huésped, o The Host, nació como una novela de casi 1.000 páginas en la que se narra una historia de alienígenas y ciencia ficción. El planeta ha sido invadido por una especie parasitaria que se hace con el control de los humanos y viven como huéspedes de estos, respetando y mejorando sus condiciones de vida. ¿El problema? Que los humanos pierden la vida en el proceso. En este contexto, una rebelión de los pocos humanos libres que quedan vagan por el mundo, ejerciendo de resistencia y tratando de librar a la Tierra de sus invasores.
Melanie Stryder es una de esas pocas que todavía luchan contra la ocupación, pero todo se tuerce cuando es emboscada por un grupo de parásitos y se lanza contra una ventana para no ser capturada. Así, su cuerpo mortecino es enviado a un quirófano donde se le inserta un nuevo huésped dentro, Wanda, la cual pasa a controlar a la humana. Pero el conflicto comienza pronto cuando la conciencia de Melanie todavía continúa viva y ambas se ven obligadas a vivir en el mismo cuerpo.
Esta es la premisa inicial tanto del libro como de la película, pero con la diferencia de que la adaptación resume mucho el contenido que hay escrito. En un inicio, esto puede parecen un error, pero lo cierto es que The Host es un libro extenso, espeso y que a veces se recrea demasiado en los pequeños detalles. Por el contrario, la película sintetiza mucho mejor la historia y aporta ritmo a una obra que no brilla precisamente por ese aspecto.
Sin embargo, La Huésped fue un fracaso en taquilla pese a aprovecharse del éxito de Crepúsculo y contar con un elenco de la talla de Saoirse Ronan, Max Irons, Diane Kruger o Emily Browning. Apenas recaudó 63 millones de dólares, costando un total de 40. Los motivos detrás de este fiasco están claros: se presentaba una historia de ciencia ficción y se acaba terminando en un romance absurdo adolescente que no convencía ni a unos ni a otros.
The Host no profundizaba demasiado en su universo, sin embargo, lo hacía demasiado en su trama romántica. Por otra parte, presentaba violencia, suicidios, asesinatos, pero sus diálogos se alejaban mucho de estar a la altura de una trama seria. La representación de los alienígenas podría ser otro punto de debate. Es decir, solo había uno violento y parece que este era suficiente para atemorizar a una colonia entera de humanos. Finalmente, su final no tenía mucho sentido. Y con todo ello, es más disfrutable que la novela.
Ahora bien, no se puede dejar de lado que esta fue todo un éxito, por lo que su fiasco en la gran pantalla no tenía porqué terminar con las secuelas que estaban previstas, pero aún así fue lo que ocurrió. No sabemos si Stephenie Meyer vio una gallina de los huevos de oro perdida y se quiso desentender del universo de los alienígenas, pero dejó este primer volumen sin un final cerrado y con muchas dudas para los seguidores. Lo que pudo haber sido y no fue.
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