Si te pareces un poco a mí, probablemente tengas una lista interminable de series que te prometiste ver en algún momento. Entre todas esas promesas, había una que me rondaba desde hace tiempo: See. Este verano, finalmente encontré el momento para darle un visionado, y, amigos, ha sido uno de últimos "placeres culpables" que más he disfrutado. No solo porque es una propuesta de ciencia ficción postapocalíptica fascinante, sino también porque tiene como protagonista a un Jason Momoa en su versión más carismática. Así que déjame contarte por qué deberías darle una oportunidad a esta serie.
¿De qué va See?
See es una serie que se ambienta en un futuro postapocalíptico en el que la humanidad ha perdido la capacidad de ver debido a una pandemia devastadora. En este mundo, la visión es un mito, y las personas han aprendido a vivir de manera completamente distinta, adaptando sus sentidos restantes a una vida sin visión, al más puro estilo Zatoichi. Sin embargo, el equilibrio de esta sociedad ciega se ve alterado con el nacimiento de dos gemelos que poseen la capacidad de ver. La historia sigue a Baba Voss (Jason Momoa), el jefe de una tribu que debe proteger a su familia y a su gente de una amenaza que busca explotar el don de sus hijos.
La serie, ideada por Steven Knight (creador de Peaky Blinders), presenta una fascinante mezcla de influencias cinematográficas y literarias. El universo de See recuerda a la estética y la visión distópica de Mad Max, con sus paisajes hostiles y tribus que luchan por la supervivencia en un mundo devastado. También emula la épica de Juego de Tronos, con sus intrigas políticas y luchas de poder que definen el destino de sus personajes. Además, no podemos pasar por alto el eco de la saga Horizon de Guerrilla Games, con su estética salvaje y el enfoque en un mundo en ruinas que parece haberse reintegrado en una especie de equilibrio ecológico primitivo.
Una producción ambiciosa y un final abrupto
La serie se estrenó en Apple TV+ el 1 de noviembre de 2019, y fue recibida con una mezcla de entusiasmo por parte de los espectadores y curiosidad por parte de la crítica. La primera temporada es particularmente impresionante, tanto en términos de producción como de narración. La calidad de la serie es evidente en cada segundo de su metraje, desde las intensas secuencias de acción hasta las intricadas tramas políticas. Francis Lawrence, el director de la serie, contribuye con su habilidad para capturar la belleza natural y la crudeza de los conflictos que se desenvuelven.
Sin embargo, a medida que avanzan las temporadas, See empieza a mostrar signos de desgaste. La segunda temporada (en la que Dave Bautista tiene un gran protagonismo, por cierto) continúa con buen nivel aunque empieza a enredarse con algunas subtramas de porco caldado, pero la tercera, que se estrenó en 2022, deja cierta insatisfacción. Y es que todo lo que See pone en pantalla merecía haber sido explorado con más profundidad. Los problemas empiezan a hacerse evidentes: las tramas se simplifican drásticamente, la calidad de producción disminuye de manera evidente, y la serie se arrastra hacia una conclusión que no tiene el impacto que prometía. Esto es comprensible, dado que la primera temporada estableció un estándar muy alto, y el desafío de mantener esa calidad a lo largo de varias temporadas es considerable. Pero su final presenta tantos epílogos que merecían haber sido desarrollados en nuevas temporadas que es una pena que See terminara así.
Un transfondo literario
Es fascinante observar cómo See parece comenzar como una versión febril y cruda de Ensayo sobre la ceguera de José Saramago, donde la ceguera se convierte en una metáfora profunda para explorar la condición humana. A medida que la serie avanza, se transforma en una especie de versión más descafeinada de El País de los Ciegos de H.G. Wells. Si bien la serie mantiene la intensidad de algunas tramas personales y la reflexión filosófica del inicio, la narrativa del contexto general se desliza hacia una aventura más convencional y menos original. Y es una pena, porque como en estas dos grandes obras literarias, los temas interesantes están ahí, pero en See se pasa de puntillas sobre ellos y no se logran a desarrollar. Tal vez centrarse en esas ideas habría salvado la serie.
A pesar de estos altibajos, See tiene varias cualidades que merecen ser destacadas. Jason Momoa, en particular, ofrece una de sus interpretaciones más carismáticas en pantalla. Su papel como Baba Voss es una muestra de su habilidad para llevar a un personaje con fuerza, vulnerabilidad y presencia. Momoa, conocido por su papel en Juego de Tronos como Khal Drogo, demuestra nuevamente que puede dominar la pantalla, pero esta vez en un contexto completamente diferente. En la tercera temporada tiene un momento que demuestra por qué elegirle para ser Conan fue un tremendo acierto de casting, aunque aquella peli se pegara una tremendísima oblea. Hay que destacar también el trabajo de Sylvia Hoeks como la Reina Kane, que me ha robado el corazón, Hera Hilmar como Maghra y Christian Camargo como Tamacti Jun, el tipo que querrías tener a tu lado en una pelea.
Deberías ver See
A pesar de sus defectos y de la caída en calidad hacia el final, See sigue siendo una serie que vale la pena ver. La primera temporada en particular ofrece una experiencia visual y narrativa impresionante. La serie explora temas profundos relacionados con la humanidad, la supervivencia y el poder, todo en un entorno que desafía nuestras expectativas sobre lo que puede lograrse en un mundo sin visión. Así que, ¿por qué no aprovechar unas tardes de verano para sumergirte en este fascinante mundo? Puedes encontrar See en Apple TV+.
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