Tokyo Ghoul se estrenó en el año 2014, causando mucha expectación entre los fans del anime. Su propuesta diferente y llena de violencia parecía ser uno de los reclamos para que se comenzara a hablar de él y adquiriese gran popularidad en poco tiempo. Los ghouls parecían haber conquistado al público y un atormentado, ( y algo alelado), Kaneki se configuraba como uno de los personajes más interesantes de por aquel entonces. Sin embargo, con el paso del tiempo, la expectación por su nueva y dramática vida se fue deshinchando, llegando incluso a enfurecer a los fans. El interés decayó capítulo tras capítulo hasta llegar a un final del que poca gente habla ya, pero... ¿de verdad fue tan mala?
¿Qué pasó con Tokyo Ghoul?
Tokyo Ghoul da inicio cuando el joven Kaneki Ken acude a una cita con Rize, una chica algo mayor que él. Todo parece ir bien hasta que esta revela su naturaleza de ghoul y trata de devorarlo. Sin embargo, un accidente hace que sus planes se frustren y muera. A un malherido Kaneki se lo llevan al hospital, encontrando en los órganos de la chica muerta su única salvación. Consigue salvarse, pero ya no es el mismo. A partir de ese momento, se ha transformado en un demonio con las consecuencias que ello conlleva. Y no solo eso: una legión de hambrientos ghouls van detrás de él y los poderes que acaba de heredar.
El anime de Tokyo Ghoul se diviió en cuatro temporadas de doce capítulos cada una en las que podíamos ver la transformación tanto del protagonista como del mundo que lo rodeaba. En un inicio, Kaneki era un joven noble que de la noche a la mañana veía como su vida y su ser cambiaban sin haberlo pedido. La necesidad de alimentarse de humanos era uno de los primeros conflictos, así como el hecho de aprender a defenderse contra una legión de monstruos que lo buscaban. Por supuesto, no estaba solo y pronto conocía a Touka, una ghoul que le ayudaría a lidiar con su nueva condición de humano-demonio.
De esta manera, Kaneki se creaba como un personaje atormentado, uno al que veíamos sufrir desde primera fila. Su estado mental ante lo que le sucedía era uno de los elementos que aportaban madurez y sentido a la historia, permitiendo también que esta se diferenciara de otras propuestas más normativas. Y es que, en ese sentido, el desarrollo que sufría el personaje era de los más radicales que hubieron, (tal vez con permiso de Eren en Ataque a los Titanes). A Kaneki le ocurían toda clase de situaciones impensables y la manera en la que estas escenas estaban representadas incluso podría llevar a la interpretación de que a Sui Ishida le gustaba recrearse en el morbo. El final de la primera temporada dejó sin palabras a los fans y puse el broche de oro por todo lo alto.
La segunda temporada de Tokyo Ghoul no se hizo esperar demasiado. En 2015 nos llegaban 12 capítulos más con la intención de seguir ahondando en todos los conflictos que habían quedado sin resolver. Y es aquí cuando comenzaron los problemas. Tal y como recoge el usuario "XFelipe411" en el foro de 3DJuegos, hubo una divergencia en el camino que seguían el manga y el anime. La escisión se producía en un momento en el que Kaneki tomaba una decisión muy concreta, siendo totalmente opuesta a la obra original en la serie. Por aquel entonces, la distribución de los tomos del manga habían llegado a diferentes países, incluido España, haciendo que los seguidores se encontraran con dos historias paralelas y distintas en marcha. Esto acabó por disgustar a más de una persona, haciendo en muchos casos se optara por una u otra alternativa.
En algunos casos, los había quienes optaban por mantener vivas ambas historias, haciendo que la barrera entre el manga y el anime se difuminara. Los problemas de uno salpicaban al otro. Tal y cómo recogen nuestros compañeros de Espinof, incluso el propio Ishida considera que su obra no fue un éxito. Pero volviendo a la serie, en esta segunda temporada se añadía de una forma más marcada, la intervención de la CCG, humanos que buscaban erradicar los ghouls, una trama que no generó especial interés y que además, terminaba de una forma un tanto agridulce. Sumado a que Kaneki se convertía en un personaje incluso desagradable, el interés por ver cómo continuaba fue decayendo.
Con todo ello, esta temporada tiene sus seguidores. Para aquellos que no se tomaban la obra tan a pecho, podía incluso resultar dinámica. El mayor de los problemas vino a raíz de la tercera temporada en la que la serie decidía hacer un giro de 180 grados que confundía más que aclaraba. Y no, no es que esta no cuente con escenas impactantes o elementos que no merezcan la pena, pero es cierto que obligaba a los fans a empezar casi desde cero en un marco totalmente anticlimático. Estudio Pierrot tomó la decisión de omitir la anterior temporada para encaminarse hacia la obra original de nuevo. Pero ya era tarde. Tokyo Ghoul:re se convirtió en un recorte de momentos, omisión de muchos otros y un final precipitado que acabó por sepultar la fama del anime.
Así pues, un anime que parecía tener todos los elementos para triunfar acabó por convertirse en una víctima más de una serie de malas decisiones. Este caso no fue ni será el primero que sufrió esta circunstancia. Recordemos que obras como Elfen Lied se vieron abocadas al mismo destino. Una pena teniendo en cuenta que Tokyo Ghoul contaba con una historia diferente, una música excelente y una iconografía muy marcada que supuso las delicias para más de un cosplayer. Para aquellos que quieran volver a darle una oportunidad, sabed que tenéis las tres primeras temporadas disponibles a través de Netflix.
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