Además de ser una serie tremendamente popular que sorprende cada año con una nueva temporada, Los Simpson también son una clara parodia de la sociedad en la que vivimos. Y esto no lo decimos únicamente porque la obra de Matt Groening muestre aspectos como la corrupción de políticos a través del alcalde Quimby o el egoísmo del Señor Burns tan propio de los millonarios, todo ello representado de forma cómica, sino que también ha adaptado situaciones y tendencias de la vida real.
Anthony 'Fat Tony' Salerno. Fuente: The Smoking Gun.
No, no nos referimos a todas las veces que Los Simpson ha predicho acontecimientos mundiales de forma inexplicable, sino a todos esos capítulos que incluyen referencias (sutiles o directas) a personalidades conocidas. Aquí podemos sacar ejemplos que van desde Los Solfamidas, quienes representaban a los Beatles (incluyendo un guiño a Yoko Ono) en un capítulo mítico para los fans de la serie, y hasta la aparición de famosos como Billie Eilish, cantante que hace buenas migas con Lisa. Sin embargo, esta adaptación de la realidad se percibe hasta en la creación de los personajes más veteranos de la marca, lo que nos lleva a uno de los fenómenos más curiosos relacionados con la obra de animación: Tony el Gordo era real, se basaba en un mafioso apodado, cómo no, 'Fat Tony' y murió en la ciudad de Springfield.
Fat Tony, una pieza clave de la familia Genovese
Años después de ser condenado a prisión, Fat Tony falleció en Centro Médico para Prisioneros Federales en Springfield, Misuri.
Hablar de la vida de Anthony 'Fat Tony' Salerno daría para varios artículos, pues este gánster estadounidense pasó de involucrarse en apuestas y "protección" de establecimientos durante su juventud a convertirse en una de las piezas más importantes de la familia criminal Genovese. De hecho, sus actividades ilegales se extendieron bastante en el tiempo, pues éste fue un relevante mafioso que operó junto a otros miembros de su grupo a lo largo de las décadas de los 50, los 60 y los 70.
Sin entrar en detalles para no realizar una biografía completa, tan solo debéis saber que Los Simpson miró de cerca los tejemanejes del Fat Tony real, así como los de la familia Genovese, para dar forma a las iniciativas de su propio Tony el Gordo. Evidentemente, Anthony Salerno no llegó a vender leche de rata a los colegios públicos de la zona (algo que ocurre en el capítulo El alcalde y la mafia), pero se involucró en varias estafas y operaciones de apuestas que, en conjunto, le daban suficiente dinero como para permitirse una casa en Miami Beach, un apartamento en la zona lujosa de Manhattan, un club en Harlem del Este y una propiedad en Rhinebeck, donde también tenía una granja de caballos.
Pero, a pesar de estos chanchullos (y del enorme esfuerzo de la familia por ocultarnos confundiendo a la policía), Fat Tony finalmente fue condenado a 70 años de cárcel en 1988. Tiempo más tarde, en 1992, su salud empeoró por una diabetes y un presunto cáncer de próstata; enfermedades que se sumaron a las complicaciones de una apoplejía que, finalmente, terminaron con su vida. Lo curioso de este caso, sin embargo, es que el mafioso había sido trasladado al Centro Médico para Prisioneros Federales en Springfield, Misuri, antes de su fallecimiento. Cabe destacar que, si bien es cierto que la familia de Los Simpson vive en la ciudad de Springfield, EE.UU. tiene un puñado de localizaciones con el mismo nombre. De este modo, no se puede saber con exactitud cuál es la Springfield en la que se basa la serie.
Los Simpson y sus inspiraciones en la vida real
Pero Tony el Gordo no era el único personaje de Los Simpson que provenía directamente de una figura real, pues son varios los rostros de Springfield que existen gracias a personalidades populares en nuestra sociedad. Ejemplo de ello es Otto, que está basado en el mítico guitarrista Slash, Krusty el payaso, que se inspira directamente en el payaso de televisión Rusty Nails, o Rainier Wolfcastle, quien interpreta frecuentemente a McBain en la serie de Matt Groening y recuerda principalmente a Arnold Schwarzenegger.
No obstante, la inspiración más curiosa y personal de toda la serie tiene que ver con Homer Simpson. Su nombre viene directamente del padre de Matt Groening, Homer Groening, pero su comportamiento no tiene nada que ver con el protagonista de la serie. Como explican en Monthly Portland, el Homer real era un cineasta y "ni siquiera le gustaban tanto los donuts", en palabras del creador de la obra de animación a The Smithsonian. Sea como fuere, este nombre, así como los rostros que componen las aventuras por Springfield, han dejado huella en la historia del mundo del entretenimiento.
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