La película más gamberra de 2023 nos omitió un detalle real que habría hecho su argumento aún más loco

Hay películas con las que parece imposible creer que estén basadas en hechos reales y Oso vicioso es una de ellas. En 2023, la película entró en el radar de muchos por ser una cafrada que parecía haber salido de un chiste en una sala de guionistas. En ella, un elenco lleno de caras conocidas se aliaba para sobrevivir a los violentos ataques de un oso hasta arriba de cocaína.

Entre tanto despiporre gore, hay eventos que suceden en la película tal y como sucedieron en la realidad. Los primeros minutos concuerdan con una investigación policial que se remonta a los años ochenta. Un narcotraficante que venía de Colombia, Andrew C. Thornton II, tuvo un accidente con su paracaídas mientras intentaba introducir cocaína en Estados Unidos. Fue entonces cuando la droga acabó a manos de un oso que la ingirió.

Aquí es donde ficción y realidad difieren. En la película, el oso se toma la cocaína y se coloca, entrando en un frenesí asesino que le lleva a cobrarse varias víctimas locales de forma violenta, tanto aquellos que simplemente andaban por el bosque como miembros del cártel que trataban de recuperar la droga. El oso es de hecho de los pocos que salen bien parados, reuniéndose con sus crías al final de la historia.

Es un final feliz que no tuvo en la realidad. Tres meses más tarde de que se encontrara el cuerpo de Thornton cerca de una carretera a 97 kilómetros de donde su avión accidentó, se encontró también el cadáver de un oso negro de unos 80 kilogramos. Cuando se le hizo la autopsia encontraron algo insólito: había consumido 40 kilos de cocaína en paquetes de un 1 kilogramo. Los forenses detectaron que su muerte había sido rápida, de una parada cardiaca en una sobredosis casi inmediata.

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Lo más bizarro de todo esto es qué se hizo después. El oso fue disecado y colocado en una tienda de souvenirs de Kentucky, en el área donde sucedió esto. No contentos con exhibirlo, la tienda sirvió como un recuerdo latente de aquel suceso y al oso se le apodó Pablo Eskobear, un mote que francamente resulta extrañísimo que se aguantaran las ganas de usarlo en la película. El animal supone aún a día de hoy un puente inaudito en uno de los episodios más extraños de la historia criminal colombiano-estadounidense.

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