Hollywood sigue buscando dar al protagonismo femenino el sitio que se merece entre las grandes historias de acción y aventura, y eso incluye los cuentos de hadas de princesas en apuros. En los últimos años hemos tenido, por ejemplo, a La princesa, una sangrienta e hilarante historia de capa y espada con Joey King arramplando con todo tras ser secuestrada en una remota torre. Ahora, desde Netflix, nos llega un film con Millie Bobby Brown enfrentando a todo un dragón.
Millie Bobby Brown está hecha para sobrevivir
Damsel, que es como ha sido bautizada esta producción, parte así de una premisa bastante sencilla donde la también estrella de Stranger Things se echa a los hombros todo el peso del largometraje ejerciendo como una aguerrida superviviente que debe hacer todo lo posible para huir de su captor y llamaradas mortales al mismo tiempo que se recupera de la traición de un destino que prometía ser, valga la redundancia, de cuento de hadas. Y lo hace bastante bien, todo hay que decirlo. Millie Bobby Brown demuestra estar hecha para sufrir y hacernos sentir su sufrimiento en pantalla mientras tiene en frente a un inmenso reptil alado de voz seria, imponente y con un CGI resultón.
Pero aquí acaba lo bueno. Damsel no quiere reinventar demasiado y simplemente se limita a dejarnos ver a una protagonista capaz de arreglárselas por si sola en un mundo que la arrojó al pozo más profundo en una historia con un giro más que evidente y en el que no entraré por obvios motivos. El montaje además comienza de una forma bastante anodina y con algo de sobreexplicación que, al menos a mí, no me hizo sentir mucho interés de saber hacia dónde iba la trama.
No hay un diseño de personajes con el que empatizar. Tenemos a los malos, tenemos a los buenos, y tenemos a una protagonista sin grandes debilidades ni fortalezas, solo su empeño por sobrevivir que podría haber sido suficiente si este mundo de fantasía supuestamente sombrío no me sonara tan vacío. Hasta los diálogos con su captor, que podían haber sido memorables, son más que unas cuantas palabras para narrar una historia de fondo. Una auténtica pena.
Una película que puede pasar desapercibida
Mientras llegaba a los minutos finales de Damsel me puse a pensar a quién podía estar dirigida esta película más allá de a un público en busca de nuevos referentes superheróicos femeninos. La cinta no tiene ese espíritu Disney & Marvel de ofrecer un producto familiar con el que pasar un buen rato y avanza con un tono muy serio, pero sin querer profundizar en su narrativa, algo que le podría haber dado una razón para verla a ese espectador que, por ejemplo, quisiera un tentempié a la espera de la segunda temporada de La casa del dragón. Tampoco es esa historia descaradamente gamberra que era La princesa antes citada.
En definitiva, lo mejor que puede decirse de Damsel es que no dura una eternidad y una vez llega el momento de luchar contra el reptil alado su ritmo avanza con suficiente soltura como para no poner en pausa la cinta y abandonarla. Pudo haber sido mucho mejor con algo más de empaque a sus personajes, alguna secuencia de acción más explosiva de por medio y, sobre todo, dándole más líneas a ese dragón para que se sintiera más imponente sin devorar a nadie.
Damsel está dirigida por Juan Carlos Fresnadillo (28 semanas después) a partir de un guion de Dan Mazeau. El reparto está encabezado, y casi monopolizado, por Millie Bobby Brown, con algunos rostros conocidos como Angela Bassett (Black Panther: Wakanda Forever), Robin Wright (House of Cards) y Ray Winston (Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal). La película está disponible desde esta mañana en Netflix. No dudes en comentar tus impresiones.
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