Años y años después del estreno de la trilogía de El Señor de los Anillos y posteriormente la de El Hobbit, podemos reconocer a ciencia cierta de que estas producciones cinematográficas inspiradas en el universo de Tolkien fueron un auténtico éxito, y en gran parte por el buen hacer de Peter Jackson. Pero la historia pudo haber sido muy distinta. El cineasta, además de plasmar en la gran pantalla lo que los fans querían, tomó una decisión fundamental en su sino.
Para poneros un poco en contexto, el cineasta neozelandés demostró con El Señor de los Anillos que era posible llevar a la gran pantalla una obra literaria considerada imposible de adaptar. Hoy todos somos conscientes de su capacidad para lograrlo y crear tres cintas de auténtico culto, pero entonces no muchos en la industria confiaban en tal proeza a manos del director de Mal Gusto. Pero Jackson estaba convencido de que sí y se puso a negociar con Harvey Weinstein y New Line Cinema decantándose por estos últimos. ¿Por qué?
Weinstein quería que El Hobbit se estrenase antes que El Señor de los Anillos
La idea de Peter Jackson era la que conocemos hoy en día, en primer lugar hacer El Señor de los Anillos y luego El Hobbit. Pero esta posibilidad no convenció al controvertido productor de cine. Weinstein quería producir primero una película de El Hobbit y después El Señor de los Anillos, siempre y cuando tuviese éxito el primer largometraje. Finalmente, no se llegó a un acuerdo con él y el cineasta terminó firmando con New Line Cinema. El resto es historia: se grabaron las tres películas de ESDLA de una tacada a cambio de un presupuesto bastante modesto para tan vasta epopeya de más de 10 horas de duración, 281 millones de dólares.
La trilogía en la que se centran en la destrucción del anillo único, fue un auténtico éxito tanto en taquilla como en críticas de Hollywood, llevándose 17 premios Óscar, 11 por El Retorno del Rey. 10 años más tarde, Peter Jackson lanzó finalmente El Hobbit en forma de trilogía que servía de precuela a La Comunidad del Anillo, aunque sin el éxito esperado, ya que "Un viaje inesperado" (2012), "La desolación de Smaug" (2013) y "La batalla de los cinco ejércitos" (2014), a pesar de recaudar 2.920 millones de dólares, unas cifras inferiores a las expectativas puestas tanto por Jackson como por New Line Cinema, no generaron tantos aplausos y ovaciones por parte de la audiencia como su trabajo anterior.
Vía | JeuxVideo
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