Llevábamos años deseando ver la última gran aventura de Indiana Jones, la despedida de la gran pantalla del hombre del sombrero cuyo nombre significa "aventura". Y la tan esperada película Indiana Jones y el Dial del Destino ha llegado al fin a las salas de cine generando un debate abierto (y en ocasiones acalorado) en los últimos días, particularmente en lo que respecta a sus momentos finales. El desenlace de la historia ha dividido a los fans, generando un intenso debate sobre su valor narrativo. Dicho en otras palabras, sobre "si mola o no mola". Eso nos incluye a los redactores de 3DJuegos.
Es importante destacar que este choque de opiniones sobre el final de El Dial del Destino es un fuego cruzado de spoilers sobre la película, así que os advertimos que antes de meteros en esta cámara del tesoro oculta, hay trampas escondidas de esas que disparan dardos venenosos y que pueden destrozar la diversión de la película si todavía no la has visto.
¿De qué trata el final de Indiana Jones y el Dial del Destino?
Como ya habrás visto en el cine (o en redes sociales si has tenido mala suerte), el segmento final de la nueva película tiene como gran protagonista un viaje al pasado. Sí, el viejo Indy se planta junto a su ahijada Helena en plena batalla de Siracusa, con romanos y griegos espadas en alto. Y si bien el elemento fantástico nunca ha sido ajeno a la Saga Indiana Jones, no son pocos los que señalan que en esta ocasión a James Mangold se le ha ido la mano. Claro, que Spielberg, literalmente, introdujo la mano en el pecho de un muchacho para arrancarle el corazón sin dejar herida y dejando al chaval vivo el tiempo suficiente para sacrificarle, a la parrilla, a la Diosa Kali.
En 3DJuegos no nos ponemos de acuerdo en este punto. Aunque nos ha gustado la película, hemos tenido una pequeña riña entre Alberto Pastor y Chema Mansilla, dos fans incondicionales de la franquicia que no coinciden en este punto.
Un fin de fiesta tan caótico como divertido
Alberto Pastor
Siempre me ha gustado de Indiana Jones que coquetea con lo fantástico pero rara vez llega a mostrar cómo funcionan todos los increíbles artefactos que caen en manos del bueno de Indy. Sí, ahí están las caras derretidas por culpa del Arca de la Alianza, los corazones palpitantes en las manos de un sacerdote, o más caras derretidas por dar un mal trago al cáliz en La Última Cruzada (¡qué fijación con esta forma atroz de morir!). La cuestión es que ese halo de misterio, ese, "oh Dios mío, qué poder oculta este objeto", nos ha hecho soñar y pensar en todo aquello que no vemos. Vale, sí, ahí están las consecuencias. Alguien miró donde no debía y murió. ¿Pero qué vio? ¿Qué puede provocar una muerte tan horripilante? Como digo, esto es algo que siempre me ha fascinado en Indiana Jones; esa sutileza con la que te mete el fantástico en una historia de aventuras. Pero esto es algo que El Dial del Destino 'se carga' a lo bruto llevándonos directamente al pasado para revivir la batalla de Siracusa entre romanos y griegos.
Entiendo que a más de uno le de un patatús ver algo así en una película de Indiana Jones. Es tan chocante que de primeras ni tan siquiera te lo crees, pero toda esta secuencia es tan divertida y espectacular que me importa un carajo que la sutileza sea arrollada por un bombardero de la Segunda Guerra Mundial. Ver a los romanos disparar arpones a ese supuesto "dragón" con una mezcla de terror y estupefacción, y ver también a los nazis responder de igual forma disparando como locos sin entender qué diablos hacen allí, me hizo disfrutar como un niño. ¿El momento de los nazis cayendo al vacío? ¡Es genial! Realmente me gusta porque veo en la cara de los villanos esa sensación de que todo su plan se ha ido al traste, y no hay quien los salve de esa catástrofe.
Y no es que todo sea perfecto, claro, porque a ver, Indy está herido y en mi cabeza no dejaba de sonar una voz que decía: "¿por qué sigue vivo? ¿Cuánta sangre le queda en su cuerpo?" Pero ahí seguía el tío, hecho un trapo, con las energías suficientes como para escapar prácticamente ileso. Y luego está ese encuentro con Arquímedes. Entiendo que mi amigo Chema se echara las manos a la cabeza cuando Indy suelta el "me quedo aquí", pero a mi me pareció hasta lógico teniendo en cuenta que él solo quiere morir para acabar con una vida que para él ya no tiene sentido. Si pudieras elegir, ¿no preferirías caer tras conocer a una de las figuras más importantes de la historia? Aunque entiendo que pueda no gustar yo por lo menos entendí a la perfección su deseo de quedarse en el pasado; y me alegró también que Helena le arreara un buen puñetazo para traerlo de vuelta a su casa.
Los 20 minutos de metraje que me sobran de la peli, son estos
Chema Mansilla
Soy muy fan del ingrediente paranormal de Indiana Jones. Me gusta ese contrapunto a la acción pura y dura, y las ideas que con cierto barniz arqueológico rescata para las tramas. Pero en esta ocasión el gran momento fantástico de la película me ha decepcionado. Y es que cuando en pantalla aparecen griegos y romanos corriendo de aquí para allá, con ese aspecto de fiestas de carnavales, se me ha venido un poco el mundo encima. Y es que me ha generado cierta vergüenza ajena ver esas luchas, esos cascos tan brillantes, las capas, las togas… El suelo casi recién barrido. Más que viajar en el tiempo, me parecía que el Doctor Jones había aterrizado en un parque temático.
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La idea me gusta, lo admito, igual que me ha encantado la película, pero creo que para la trama aporta poco cruzar ese umbral celeste y aparecer con un bombardero de la Segunda Guerra Mundial sobrevolando una de las batallas más importantes de la historia del mundo antiguo. Comprendo el golpe de efecto, pero no me encaja en la historia… El Doctor Jones, un enamorado de la historia, sin duda, de buenas a primeras decide quedarse con Arquímedes a vivir la historia que durante tantos años se ha dedicado a estudiar. El problema está en el "de buenas primeras", porque aunque el Indiana Jones que nos presenta esta quinta y última película es un hombre fuera de su tiempo, incómodo ya en los amaneceres de la era espacial, comprendo que se quiera transmitir al espectador que Indy se siente más cómodo entre elementos que debería estar en un museo y que tiene pocos motivos por los que regresar al Siglo XX. Y comprendo que, siguiendo el guion, es la única salida que se le ofrece, pero abraza ese episodio concreto de la historia con un entusiasmo que me ha sorprendido. Si el momento histórico del pasado elegido para viajar fuera, no sé, el Sitio de Jerusalén en 1099, ahí en plena primera cruzada, con todo lo que eso significa para el personaje, ¿se hubiera podido mostrar más entusiasmado por quedarse allí? Me hace dudar.
Yo tenía suficiente con que me mostraran que existía la posibilidad de viajar al pasado para cambiar la historia, no necesitaba verlo con tanto desarrollo en el metraje. Claro que he disfrutado viendo la batalla, y que cinematográficamente la idea se dibuja espectacular. Pero por algún motivo me ha parecido "una pegatina", un despilfarro visual mucho más artificial que otros efectos tan criticados como el rejuvenecimiento digital del protagonista o las persecuciones a caballo. Si alguna vez me he imaginado la batalla de Siracusa y los artefactos bélicos ideados por Arquímedes en acción (cosa que ha ocurrido en más de una ocasión), desde luego no parecían una fiesta de disfraces o un momento robado del desfile de Semana Santa de Úbeda (con todo mi cariño a los ubetenses y a la Legión IX Hispana).
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