Microsoft busca no repetir los errores presentes en los inicios de Xbox 360.
Tal como informamos hace un mes, Microsoft parece haberse tomado en serio todo el tema del sobrecalentamiento en Xbox One. A fin de no repetir las famosas "luces rojas", la compañía americana habría actuado de varias formas en este propósito. Una de ellas sería la capacidad del dispositivo de autorregularse y así prevenir su posible sobrecalentamiento.
Según declaró en una entrevista a Gizmodo Leo del Castillo, director general de desarrollo de la consola, Xbox One podría detectar la temperatura del hardware y así evitar posibles problemas en este sentido. "La forma en que diseñamos la consola no tiene intención de ir siempre a la máxima velocidad en condiciones ambientales normales. Si existe una sobrecarga, el ventilador se pondrá al máximo de su velocidad, solucionado así el problema sin que el usuario tenga que hacer nada", explicaba.
Según parece, la consola también avisará al jugador cuando haya alcanzado las altas temperaturas. Aunque todavía no conocen de qué forma lo harán, del Castillo comenta que el ventilador tendrá un ruido extra que ayudará al usuario a notar el problema. Por otra parte, la explicación no deja clara en qué condiciones sucederá tal autorregulación. Si será durante el juego o en aplicaciones aleatorias, o si bajará el rendimiento en títulos gráficamente intensos.
Todo esto ha permitido, según del Castillo, tener más flexibilidad respecto a Xbox 360 en estos términos. "Con la arquitectura de Xbox, podemos controlar el poder de la consola de forma considerable. Xbox One puede entrar en un estado de energía más bajo, tan bajo que de hecho que puede tener un modo que no utilice prácticamente ningún flujo de aire", explicaba.